MOLÍ DEL CANYER nos presenta el
siguiente tema.
“Creo que tenía solo diez años
cuando vi una película que me impacto enormemente, dicha película: FAHRENHEIT 451 tocaba un tema que de una
forma u otra siempre a afectado a la humanidad: la prohibición y quema de
ciertos libros y escritores. Si por algo se han definido los regímenes
totalitarios ha sido por el intento desesperado de hacer desaparecer ciertas
ideas, pensamientos que por otro lado estaban recogidos en papel, el arte y la
literatura definen el summun del ser humano (al menos para mí).
Desde la Inquisición en la edad
media, pasando por el comunismo, fascismo y diferentes dictaduras siempre el
fuego purificador ha devorado la esencia humana aunque por suerte siempre queda
algo de aquellas brasas que nunca acaban de consumirse del todo (por suerte).
Bien pues mi propuesta para este jueves va por aquí: momentos históricos en los
que se prohibieron y quemaron libros, libros considerados malditos, libros que
en nuestra infancia nos prohibieron leer……libros que se escribieron en su día
pero que hoy estarían prohibidos, posibles libros que nunca existieron pero que
vosotros imaginándolos los haréis nacer.”
Creo que llamaré a una mujer del
Mara Verso.
El pergamino
No toque su televisor. Está bajo nuestro control.
Controlamos la sintonía, controlamos el volumen, y controlamos su percepción.
Está conectado con La Dimensión X.
Dana Serling está en una biblioteca, observando a hombre de traje y
corbata.
- Paulino Catón. Inspector de la Oficina de Regulación Editorial. Un
censor de libros. Hoy su inspección lo llevará a La Dimensión X.
Catón presenta su identificación
- Alguien debe atenderme o deberé escribir un informe 101.
Casandra, una mujer joven, no muy alta, con anteojos contesta con
frialdad.
- No es necesario.
El inspector es guiado por Casandra a una sala, en que hay un hombre muy
delgado, que habla con sonidos extraños.
- Munro restauraba libros antiguos, cuando se obsesionó por traducir unos
pergaminos referidos a La Gran Raza de Yith. Una raza que huyó a las estrellas,
antes de la humanidad existiera.
- Conozco ese mito.
- No es un mito. Sus mentes viajan por el tiempo y espacio, y se
infiltran para recopilar información. para ocupar los cuerpos de otras
especies. Usan artilugios para intercambiar mentes. Munro se encontró con uno
de esos artilugios. Desde entonces…
Catón sonrió con escepticismo.
- Es obvio que ese pergamino tiene bacterias peligrosas. Su jefe debió
ser más precavido.
Catón se pone unos guantes.
- Necesito ver ese manuscrito.
El hombre delgado señala un cajón. Catón abre el cajón y se encuentra con
un pergamino polvoriento.
- Esto es un peligro biológico. Deberá ser destruido.
- No haga eso. ¡Por favor!
- Calma, Casandra. Yo me encargo- dice Conrado Munro.
- ¡Volviste!- dice Casandra, abrazándolo efusivamente.
- Me prometieron regresarme, cuando encontraran un anfitrión para
remplazarme-contesta señalando a Paulino Catón, quien dice algo, en un extraño
idioma.
El cuerpo de Paulino Catón dice
- ¿Qué dice?
- A la Gran Raza no le gustan los censores.
Dana Serling hojea un pergamino mientras concluye.
- Su ambición por censurar libros ha llevado a Paulino Catón a
encontrarse con una raza ancestral.
Ahora su mente está en un cuerpo extraño, en una biblioteca, en un mundo de La Dimensión X.
Hola, soy Dana Serling. El Demiurgo quiere aclarar que gran parte del relato se basa en la obra de H.P. Lovecraft. Los nombres de algunos personajes se basan en el escritor Saki (Hector Hugh Munro) y su cuento Sredni Vasthar.
Aprovecho para manifestar que si hay algo fallido en la historia se debe a que El Demiurgo me llamó a último momento, para hacer el informe previo. Y a su transcripción, no a trabajo con La Dimensión X.
Aprovecho para manifestar que si hay algo fallido en la historia se debe a que El Demiurgo me llamó a último momento, para hacer el informe previo. Y a su transcripción, no a trabajo con La Dimensión X.