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viernes, 27 de mayo de 2016

Este jueves, un relato: Una noche en el museo



El Historietista terminó de examinar el trabajo de sus ayudantes, Alejandro y Roxana Frigia. Una pareja creativa y también una pareja.
-Muy bien.  Tengo una sorpresa para ustedes.
- ¿De qué se trata?- preguntaron simultáneamente.
- Necesito que me acompañen a la noche de museos.

Luego de horas de visitar museos, El Historietista le dijo que la sorpresa estaba lista.

- La verán en  El Museo de la Historieta.
- ¿Hay un Museo de la Historieta?- Preguntó Alejandro.
- Todavía no está abierto para el público. Pero nos van a dejar pasar.

El Historietista los guió por las distintas galerías,  los dejó juntos, deslumbrados por tanto talento en historieta. Una hora después, pidió que lo acompañaran hasta la entrada de una sala.

- Tengo algo que contarles.
Tienen que pensar en la historieta años atrás, cuando yo era un aprendiz. Por entonces estaba una gran editorial, de ventas masivas.

Tenían sus propios camiones de distribución. Y disponían de papel propio, hasta eran dueños de los bosques para elaborar papel.

- ¿Es cierto que los dibujantes no firmaban?- preguntó Alejandro.
- Si alguno lo hacía, le borraban la firma en la edición. ¿Recuerdan lo que le dije de los originales?
- Conservar los originales, entregar las copias a las editoriales- contestaron Alejandro y Roxana.
- En ese entonces, las editoriales se quedaban con los originales. ¿Saben lo que pasó cuando la editorial quebró?
- Devolvieron los originales a los dibujantes- contestó Roxana.
- Algunos sí. Pero no pudieron contactar a todos. Algunos fueron entregados a gente que pasó por ahí. Yo mismo tengo algunos. El resto fue arrojado a la basura- dijo Alejandro-
- ¿En serio se perdieron?- Preguntó preocupada Roxana.
 - Alguien me llamó porque encontró los originales. Hicimos muchos viajes para rescatarlos. Algunos terminaron en la editorial para la que trabajamos. Otros están expuestos en esta sala.

La pareja creativa se deslumbró por los originales expuestos.
Había originales de El Historietista. Y lado de esos originales…
- Está vacío- dijo Roxana.
- Es porque está reservado para…
-… ustedes.
Más noches y museos en Sintiendo en la piel


Relato basado en algo que se contó en el taller de historieta  que estoy haciendo.
Y le agregué ciertos personajes de la saga de Duality, que ya volverá en algún momento.

viernes, 20 de mayo de 2016

Este jueves, un relato: Tu palabra favorita

Desde el blog Lazos y raíces, llega la propuesta de escribir sobre la palabra favorita. Me sumaré con algo escrito casi improvisadamente, con pocas ideas previas escritas.


Soñó  que estaba rodeado por un abismo, que lo separaba del resto del mundo, que separaba los deseos de lo deseado. Encontró puentes que lo llevaron a lugares que no le interesaban y que lo alejaban de lo que quería alcanzar. Hubo mujeres que cruzaron el abismo, como si no existiera para ellas. 
Podían hacerse visibles a voluntad, permanecer etéreas o materializar sus esbeltas siluetas. Fueron seductoras, se dejaron seducir. 
No estarían cuando despertara, pero lo invitaron susurrando sensualmente, con sus voces musicales, a iniciar una búsqueda.

Al día siguiente inició esa búsqueda: Desoyendo advertencias sensatas  y consejos supersticiosos, siguió seis senderos secretos. En el séptimo, le hablaron de un bosque misterioso, de algo oculto que lanzaba maldiciones pero también otorgaba deseos.
Luego de cierto tiempo, lo volvieron volver, más silencioso que de costumbre. Creyeron que había sido maldito, pero había recibido el don de que las palabras que pronunciara se convirtieran en realidad.
Debía tener cuidado con lo que dijera, una palabra equivocada podía desatar catástrofes. Pero era una oportunidad de encontrar a las mujeres soñadas.

Viajando a través de mundos, llegó al lugar indicado.
Pensó en las palabras que había ensayado, que funcionarían como un conjuro, las pronunció. Ya percibía la presencia de mujeres que encarnaban al aire como uno de los cuatro elementos. Y entonces las nombró: Sílfides.
 Ellas serían generosas con sus encantos, mostrando su desnudez. Se acercarían hasta él, para realizar sus deseos, más allá de su imaginación.

Sílfide es mi palabra favorita, por lo que representa, una clase de ser mítico, que representa al aire como uno de los elementos. Y sería mujeres de belleza sobrenatural.

Y me gusta la palabra como suena.

viernes, 13 de mayo de 2016

Este jueves, un relato: Objetos obsoletos


La traductora fantasmal

¿Quieren que les cuente la historia de cómo la conocí? Podría intentarlo.
Mi inspiración estaba en crisis.  Había reservados relatos para cuando mi inspiración fallara. Pero esta situación se estaba prolongando demasiado. Por otro lado, recibí un mail en que un relato había pasado la selección. Me pedían que enviara una copia corregida, por carta. Notable detalle. Pensé que las cartas eran objetos obsoletos.

Corregí rápido, ventajas de los procesadores de texto. Lo metí en un sobre, con todos los datos. Y fui al correo. Para mi sorpresa, tuve que esperar.
Me sentí satisfecho. Y al mismo tiempo no estaba conforme.
 Me pareció que tenía que ser escribiendo. Y las musas seguían sin visitarme. 
Me tomé un día libre y fue a un cine, de esas cadenas que están en un shoping. Al terminar la película, pasé por uno negocio combinación de librería y disquería. Y otra vez, me encontré con objetos que creía obsoletos: discos de vinilo. Curiosamente, nuevas ediciones, nuevos discos. Era un gusto que podía permitirme.

En el viaje de regreso, pase por un negocio que tenía objetos considerados obsoletos, como decoración. Por un momento, creí ver algo fantasmal. Idea que deseché.
Me puse a pensar que yo mismo tenía algunos, amontonados en algún lugar. Una ambientación como esa podría propiciar la inspiración. Así que ordené y puse en lugar preferencial mis objetos obsoletos.
La inspiración tardaba. Puse uno de los discos que había comprado.  

Me despertó el ruido del tecleado, de la máquina de escribir.
Vi una sombra luminosa, era difusa, pero se notaba que era una mujer esbelta. 
- ¿Estoy alucinando con una musa?
- No. Soy real. Y no soy exactamente una musa, sino una traductora.
- Que inconveniente. Necesito escribir algo antes de pensar en traducirlo.
- Tal vez pueda ayudar, conozco gente que tiene historias que contar.
Y que necesita ser escuchada.
- Podría servirme. ¿Aceptarías ser mi traductora?
- Con la condición de que mantengas este lugar con estos objetos interesantes.
- ¿Cómo puedo llamarte?
Dijo un nombre que nunca lograré pronunciar. Ella lo tecleó con esfuerzo.
- Bien. ¿Cuándo comenzamos?
En ese momento, se materializó una sombra oscura, en la silla enfrente de mí. Era el primer testimonio fantasmal y real, sobre el que escribiría.


Más relatos objetos obsoletos en ¿Quieresque te cuente?

viernes, 6 de mayo de 2016

Este jueves, un relato: Jueves en mi comarca

Hablar de Hurlingham es hablar del municipio de Hurlingham, Willian Morris y Villa Tesei, en oeste del conurbano bonaerense.

 ¿Qué se puede contar? No es un lugar antiguo, fundado en tiempos míticos.

Ni siquiera se puede hablar de fundación, no la hubo. Hubo alguna vez el Paso Morales. Y tiempo después, la práctica del Hurling, deporte parecido al hockey, dio lugar al nombre.
En 1994, se convirtió en partido.
¿Qué se puede contar? No es un lugar de montañas ni ríos, ni lagos. Pero casi no hay edificios y abundan los árboles, incluso en lugares céntricos. Incluso está el Jardín Botánico Arturo E. Ragonese.

En algún centro cultural, fue donde empezaron mis aprendizajes con el dibujo estilo comic. Un centro cultural que lamentablemente no perduró.

Hubo un intento de un canal de televisión en Hurlingham. No estaba del todo de acuerdo con la orientación, un tanto religiosa, que le pretendían dar. Pero no era algo permanente. Y una idea tan disparatada (no prosperó), como un canal en Hurlingham, era para respetar. 
Y pasaban videos de Divididos, quienes han hecho el gran tema Paisano de Hurlingha y A Pepe Lui, cuyo video muestra la estación de tren.




Y también videos de No lo soporto. Sí, ya caí en lo mismo.
 Pero años después, con formación de quinteto, No Lo soporto grabó el video Hey, en el Miniestadio de Hurlingham. 
No, no estoy en el video. 




En ese mismo Miniestadio hubo una feria de libro, desde la que se emitió un programa de La venganza será terrible, con Alejandro Dolina, Patricio Barton y Jorge Dorio. Y en esta ocasión estuve entre el público. Y fui mencionado por Alejandro Dolina.
¿Qué se puede contar?
Faltaría recuperar el cine. Este lugar no es perfecto, seguramente podría ser mejor.
Pero es una buena ambientación para ficciones. Incluso de fantasía, de misterios.




Escena ambientada en Hurlingham, Mis cuatro estaciones, historieta de Kebondi


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