Este es un nuevo aporte
al reto propuesto por Judith, seguidora de este blog, en Zona Excéntrica, uno de sus
blogs.
Mara Laira:
Momento, Demiurgo. Cami Love comentó que le encanta el terror, pero no las
películas de vampiros, hombres lobos y esas cosas. Reclama un poco de
imaginación.
Entonces vamos con
una película que no tiene nada de eso.
Boogeyman (2005)
Dirección: Stephen T. Kay
La infancia de Tim
está llena de pesadillas. Los objetos que están alrededor
sugieren la presencia de un ser llamado Boogeyman. Una sombra que camina hacia,
al prender la luz, se convierte en un abrigo caído… lejos de donde estaba al
apagarla.
Su padre,
responsable de tus temores, intenta demostrarle que no hay nada. Entonces algo
surge del armario y lo ataca.
Años, después, Tim
(Barry Watson) parece haber superado sus temores. Tiene una atractiva novia
rubia llamada Jessica (Tory Musset). Pero un llamado repentino le anuncia la
muerte de su madre (Lucy Lawless). Repentinamente abandona a su novia para
volver a su casa de la infancia. Esa casa que le trae malos recuerdos, como su
padre encerrándolo en un armario, para demostrarle la inexistencia de Boogeyman. O los reproches de
su madre a su padre.
Su novia Jessica
llega en un momento, en que Tim no soporta lo que está empezando a su
alrededor. Pero en un motel, Jessica es atrapada por Boogeyman y arrastrada
hasta un armario. Persiguiéndolo, Tim se encuentra de nuevo en su casa,
encontrándose con Kate Houghton (Emily Deschanel), una amiga de la infancia,
que le llevaba comida. Ella no le cree su historia y prefiere mantenerse lejos.
Tim se encuentra
con una víctima infantil de Boogeyman, en un estado fantasmal. Y encuentra una
forma de enfrentar al monstruo de la historia. Lo cual debe hacer para salvar a
Kate.
Historia
recomendable, el monstruo es original. Como la forma de enfrentarlo. No lo es
para quienes no les gusta la película de terror donde aparecen niños.
Mara Laira:
Tampoco es recomendable para mí. La forma en que el protagonista enfrenta al
monstruo...me inquieta. Estoy a punto de reaccionar como una reina del grito.
Calma, Mara Laira.
Cambiemos de tema y pasemos a la siguiente película.
She creature (2001)
Dirección, guión: Sebastián Gutiérrez
En 1905, en
Irlanda, una feria presenta un zombie, que sale de control, siendo calmado por
el canto de Lily, una sirena. Algo montado para engañar al público. La sirena es
falsa, no canta y es Lillian (Carla Gugino), la pareja de Angus Shaw (Rufus Sewell).
Un espectador
descubre el engaño. Para compensar el desengaño, lo llevan a su casa. Resulta
ser un capitán de barco, erudito en leyendas sobre sirenas.
Habla sobre las
sirenas de los mitos griegos (sirens en inglés), que posiblemente se hayan
convertido en las sirenas, mitad mujer y mitad pez (mermaids en inglés). Conservando las mismas costumbres de las míticas.
Y hay una reina, que es la más poderosa. Ante el escepticismo, les presenta a
una autentica mermaid (Rya Khlistedt), prisionera.
Ante la negativa,
Angus se apropia de la criatura, con la complicidad del falso zombie. Lo cual
le cuesta la vida al capitán.
Lo siguiente es embarcar
para una gira en EE.UU, llevando en secreto a la sirena. Secreto que es
descubierto. Angus tiene que negociar con el capitán, para que no la arroje al
mar.
Lilian descubre
que hay algo especial en la sirena. No maldad, es su naturaleza lo que la hace
peligrosa. Para todos, menos para ella, con la cual tiene una extraña conexión
mental.
En algún momento,
la sirena toma forma humana. Será asediada por la tripulación. Pero a pesar de
las apariencias, no es una damisela en peligro. Demostrará ser peligrosa. Y
letal.
Mara Laira: No
cuentes el final. Conociéndote como te conozco, sé que te impresionó Carla
Gugino.
Es cierto.
Mientras que el papel de la criatura casi no exige actuación, es Carla Gugino
quien se destaca. Interpreta a una mujer con un pasado oculto. Y con cambios de
personalidad. Bella y talentosa, creo que merece ser calificada como musa.
El final promete
una secuela, que no se ha filmado.
Mara Laira: Y acá
termina esta reseña para no contar el final, que no es obvio pero esperable.
Creo que podríamos recomendarla. Nos despedimos hasta…
Un momento. Queda
algo más. Quiero aprovechar para presentar una firma que Marifer Pizzani diseñó para mí y para Mara.
Mara Laira: Muchas
gracias, Marifer.
Y a ustedes, lectores, por su interés.