El aviso era prometedor pero engañoso, o por lo menos decía la
verdad en forma enmascarada.
Era dirigido a una mujer sin carga familiar, joven aunque no
adolescente, y con capacidad de aventura.
Pero no decía que el caballero en cuestión era una clase especial de
detective. Ni que las aventuras no eran vacaciones, sino un trabajo fuera de lo
común.
Y además el aviso, ya había perdido vigencia. El caballero había
cambiado de área de trabajo, dentro de su especialidad.
Y bueno me asignaron explicarselo. Y afrontar a la mujer, diciéndole
la verdad, que la agencia de turismo era una cubierta para una agencia internacional
de detectives. Cuya una de sus áreas de investigación era lo paranormal.
Durante años me había preparado para ser un detective de asuntos
paranormales, como John Constantine, Kolchak y otros investigadores, que el
resto del mundo creía que eran ficción. Esas ficciones eran exactas en algo,
que los detectives necesitaban un ayudante. Más exactamente una ayudante mujer,
con la que hubiera una cierta cercanía, una tensión. Bueno, no fue tan difícil explicarle
las actividades de la agencia. Incluso era una mujer imaginativa, casi tanto
como atractiva, que si lo era. Pero lo que más le chocó fue encontrar a alguien
menos carismático que quien esperaba encontrar.
- Esperaba encontrar a alguien más sociable, con clase.
- Soy nuevo en esto. Mi antecesor consiguió más cercano a su especialización.
Y me asignaron a mí para esta área de trabajo.
La llamamos Archivos RM. Está en esa carpeta.
La expresión pareció cambiar al hojear la carpeta.
- Momento. Pretenden que sea una ayudante, con opción de tensión
sexual. Y enciman pretenden que participe en historias de realismo mágico.
- Acá lo llamamos Revisión de Misterios. Se trata de encontrarle
explicaciones verdaderas a los casos mal investigados por gente sin
preparación.
-Pero es realismo mágico. Aceptaría investigar fantasmas, vampiros,
algo más de aventura. Pero no realismo mágico. Y menos con alguien que no es
distinguido, ni sabe de protocolo. Me voy.
-Hay viáticos.
-¿Cómo?
- Hay que viajar por el mundo, alojarse en hoteles, muy cómodos.
- Habitaciones separadas.
- Con la opción de tensión…
- Ya veremos.
Al final aceptó. El detalle es que las condiciones que exigió en su
contrato fueron un poco caras, y su costo sería descontado de mis ganancias. Pero
valía la pena. Y tenía la oportunidad de progresar.
Nuevamente, escribí algo con escritura automática o parecida. No sé
si voy agregar más historias. Depende de lo que surja.