El Historietista terminó de examinar el trabajo de sus ayudantes,
Alejandro y Roxana Frigia. Una pareja creativa y también una pareja.
-Muy bien. Tengo una sorpresa para
ustedes.
- ¿De qué se trata?- preguntaron simultáneamente.
- Necesito que me acompañen a la noche de
museos.
Luego de horas de visitar museos, El Historietista le dijo que la
sorpresa estaba lista.
- La verán en El Museo de la
Historieta.
- ¿Hay un Museo de la Historieta?- Preguntó Alejandro.
- Todavía no está abierto para el público. Pero nos van a dejar pasar.
El Historietista los guió por las distintas galerías, los dejó juntos, deslumbrados por tanto
talento en historieta. Una hora después, pidió que lo acompañaran hasta la
entrada de una sala.
- Tengo algo que contarles.
Tienen que pensar en la historieta años atrás, cuando yo era un aprendiz.
Por entonces estaba una gran editorial, de ventas masivas.
Tenían sus propios camiones de distribución. Y disponían de papel propio,
hasta eran dueños de los bosques para elaborar papel.
- ¿Es cierto que los dibujantes no firmaban?- preguntó Alejandro.
- Si alguno lo hacía, le borraban la firma
en la edición. ¿Recuerdan lo que le dije de los originales?
- Conservar los originales, entregar las copias a las editoriales- contestaron
Alejandro y Roxana.
- En ese entonces, las editoriales se quedaban con los originales. ¿Saben
lo que pasó cuando la editorial quebró?
- Devolvieron los originales a los dibujantes- contestó Roxana.
- Algunos sí. Pero no pudieron contactar a todos. Algunos fueron
entregados a gente que pasó por ahí. Yo mismo tengo algunos. El resto fue
arrojado a la basura- dijo Alejandro-
- ¿En serio se perdieron?- Preguntó preocupada Roxana.
- Alguien me llamó porque encontró
los originales. Hicimos muchos viajes para rescatarlos. Algunos terminaron en
la editorial para la que trabajamos. Otros están expuestos en esta sala.
La pareja creativa se deslumbró por los originales expuestos.
Había originales de El Historietista. Y lado de esos originales…
- Está vacío- dijo Roxana.
- Es porque está reservado para…
-… ustedes.
Más noches y
museos en Sintiendo en la piel
Relato basado en algo que se
contó en el taller de historieta que
estoy haciendo.
Y le agregué ciertos personajes de la saga de Duality, que ya volverá en algún momento.
Uy, considero un drama terrible la pérdida de dibujos, originales o no, pero el sólo hecho que no hayan copias ni rastros de ellas me parece frustrante y todo un desperdicio.
ResponderEliminarMe gusta el final de la historia, una oportunidad para los muchachos de trabajar con su arte.
Pero sí hay copias, se han editado, lo que se han perdido son los originales. Aunque muchos se han rescatado, en circunstancias que se cuentan en el relato.
EliminarEl Historietista es alguien que reconoce el talento, prefiere estimular a sus ayudantes.
Un abrazo.
Me gusta muchísimo dibujar, aunque he perdido un poco la práctica por otras actividades. He pensado en retomar, porque es muy gratificante el proceso, incluso más que el resultado a veces.
ResponderEliminarSaludos!
Me gusta dibujar, aunque me exige dedicación y tal vez tenga que dedicarle más esfuerzo.
EliminarEstaría bien que retomaras.
Un abrazo.
Un gran maestro, que aprecia el potencial de sus alumnos. Buen detalle el llevarlos con pase exclusivo a recorrer las distintas galerías, para motivación y la sorpresa que les tenía preparada. Te salió súper la idea del Museo de la Historieta con tu personaje el Historietista y la información sobre sus comienzos.
ResponderEliminarUn beso
Y eso ha demostrado ser El Historietista, que ha reconocido los progresos de Alejandro, al mejorar sus trazos. Y también el trabajo de Roxana. Y hasta les ha confiado que el personaje dibujado, Duality, es real.
EliminarUna idea que no surgió totalmente de la inspiración.
Besos.
Me gusta que los hayan rescatado, aunque no todos, también el espacio en espera, ¿sabes?, cuando leí tu respuesta de dónde sería el nuevo lugar de reunión para éste jueves, pensé en un museo virtual bloggero y mi protagonista eras tú, tus personajes, los huecos negros [creo se llaman], Sílfides y tu mágica ciudad, al final me ganó el tiempo.
ResponderEliminarComo siempre, un placer visitarte, Dem, mi beso
Cuídate
Que bien. Y es una historia que me han contado. Lo inspirado es el espacio vacío.
EliminarDespertaste mi curiosidad. ¿Sería posible que escribas ese relato? Me gustaría leerlo.
Un placer recibir tu visita.
Me cuidaré. Va mi beso.
buenisimo como siempre
ResponderEliminarsaludos
Gracias por el comentario. Un abrazo.
Eliminar¡Ostras! Yo había entendido que ellos eran personajes de historietas y que el lugar estaba destinado ellos como tales personajes.
ResponderEliminar¡Qué bonito! Me encantó el relato, es precioso. Ojalá todos los maestros supieran estimular así de bien a sus alumnos seguidores, tratar siempre que sean mejores que ellos mismos. El que fue mi tutor trataba siempre todo lo contrario, no podía soportar cualquier paso académico mío, suele ser el comportamiento de los mediocres.
Un beso y enhorabuena. Es un texto perfecto.
No estás tan confundida porque se mezcla un poco lo de autores y personajes.
EliminarVaya elogio. Valió el esfuerzo con semejante elogio.
También hay gente así.
Gracias por semejante elogio.
Un beso.
me gusta que le den a las historietas esa "importancia". Hace unos años pude ir a la exposición de Quino y me encantó.
ResponderEliminarsaludos
Está siendo apreciada la historieta. Debe ser algo interesante.
EliminarSaludos.
El dejar reservado un lugar en el museo por El Historietista, sus ayudantes, habla mucho y bien del "jefe".
ResponderEliminarMáxime ahora, cuando las redacciones están llenas de becarios que suelen malvivir sin llegar a adaptarse al trabajo.
Saludos.
El Historietista tiene su forma de pensar, prefiriendo defender sus puntos de vista, rechazando regulaciones. Y es coherente que alguien así estimule a sus ayudantes.
EliminarSaludos.
Un buen maestro el historietista, además de generoso, llevar a sus ayudantes a ver los originales rescatados, seguro fué un incentivo para ellos. Me gusta que en el museo quede un trozo de parez vacia...Sois muchos los jobenes, y muy buenos, los que algún día colgareis vuestros trabajos en los museos para delicia de los que ya somos mayores.
ResponderEliminarAdelante Demihurgo, no dejes nunca de soñar. Los sueños suelen hacerse realidad si nos empeñamos en lograrlos.
Además tu eres muy bueno!!!
Gracias por participar este jueves.
Abrazos querido amigo.
No sé si es tanto se destaca como maestro sino que está satisfecho de haber encontrado a dos ayudantes tan talentosos. Y seguro influye que él y ella sean una pareja, no sólo creativa.
EliminarBueno, trataré de cumplir con tu sugerencia.
Gracias por eso.
Me importa tu opinión, especialmente por se la anfitriona.
Abrazos, amiga poetisa.
Buena manera de estimularlos!....a ese museo seguro querrían ir mis hijas
ResponderEliminar=D
Un abrazo
Eso gustó mucho. Creo que algunos dibujantes han hecho algo parecido en su casa.
EliminarUn abrazo.
En un primer momento creí que la perdida de originales era parte del argumento, luego comprendí que era real. Maravilloso el profesor que sabe motivar a sus alumnos así.
ResponderEliminarMe gustó.
mariarosa
Y lo era. Es un hecho real, que me permitió desarrollar la historia.
EliminarQue bien.
Saludos.
Muy buena historia, un historietista generoso que además de lograr rescatar el arte perdido ya les otorga un lugar a los nuevos artistas. Me gustaría visitar un museo así, lo más cerca que estuve de ello, fue la exposición de Quino. Un abrazo.
ResponderEliminarQue bien que te gustó.
EliminarHay coincidencias con eso.
Debe ser interesante de visitar.
Un abrazo.
Cierto, pasó con Columba en una época, con la editorial de Dante Quinterno (el de Paturuzú), y con algunas más de la época que pretendía ser la dueña de todo lo que se editaba. Por eso en las revistas de Columba cada 4 ó 5 años repetían los materiales sin volver a pagarle a los autores de los mismos.
ResponderEliminarY después de la muerte de García Ferré pasó algo similar con Anteojito, contrataron un volquete y vaciaron el depósito, tiraron todo lo que había...
Saludos,
J.
Justamente. Noto que estás informado, colega demiurgo.
EliminarQue mal hayan despreciado ese trabajo.
Saludos.
No sabía que de la saga de Duality hubiera entre los personajes uno que se llamara Alejandro la verdad es que me ha sorprendido positivamente sobre todo por la coincidencia, y que los hayas traído aquí me ha encantado. Hubiera sido bonito también que hubieras puesto uno de tus dibujos.
ResponderEliminarQué bueno que el Historietista les llevara al Museo de la Historieta, y estimule a sus ayudantes, eso está genial.
Me encantó tu relato, amigo Demiurgo.
Besos especiales.
Duality suele visitar a El Historietista, tal vez cruzando de un mundo paralelo a otro. Para contarle sus historias, además de intimar. Historias que se convierten en historietas. El Historietista sumó a Alejandro y Roxana Frigia, para esas historietas. Y les reveló que Duality era real.
EliminarHay coincidencias con eso.
Es una satisfacción que te encante.
Besos especiales.
A mí me ha inquietado eso de "... Es porque está reservado para…ustedes....". Después de saber ya un poco de tus inquietantes historias y de los giros que dan, aunque sé que no va a haber un mal final, aquí bien podría ser toda una aventura de esas que cortan el aire, que aceleran el pulso...
ResponderEliminarUna estancia vacía y reservada... para ustedes... No sé. Será que después de tantas inquietudes en otros museos, el tuyo me inspira más inquietud aún...
Un beso enorme y una sonrisa.
A veces quienes leen mis relatos y notan algo que yo no noté. Es curioso, pero ha pasado. Y seguro que volverá a pasar.
EliminarNo noté que esa frase podía tener una interpretación inquietante. No es la estancia vacía, sino un espacio reservado.
Pero podría haber algo inquietante en el pasado de Alejandro Y Roxana.
¿Que pensás que podría ser? Acepto sugerencias.
Gracias por el beso y la sonrisa.
Besos especiales.
Uh, ¿Y Duality? me dejaste con las ganas.
ResponderEliminarMe recordaste la historia de uno de mis profesores de pintura, que hace mucho encontró un boceto con la firma "Berni". Se lo llevó a un "amigo" que conocía del tema y se lo compró a un precio módico. Resulta que el boceto valía muchísimo más de lo que ofreció, pero mi profesor se quedó siempre con la duda... no se quiere enterar del valor, no se quiere volver loco.
Abrazo!
No tuve esa intención. Es que no encontré forma de incluir a Duality. Pero volverá. Se aceptan sugerencias.
EliminarInteresante historia la que contás.
Saludos.
Me gusta el historietista, bohemio, intrigante, amante del arte y amigo de sus amigos.
ResponderEliminarbesosss
Que interesante definición, agradezco esa opinión tuya.
EliminarUn abrazo.
Qué interesante un museo de la historieta! Nunca he visitado ninguno. Menos mal que consiguieron rescatar los originales!
ResponderEliminarUn beso
Según lo que me han mencionado hay alguno que otro. Y que hay originales que se han salvado, en cantidad. Alguno ha aprovechado ese rescate para comerciarlos.
EliminarGracias por el comentario. Un beso.
Esta forma típica de iniciación siempre resulta atractiva. Buena historia.
ResponderEliminarAbrazo
No lo había notado. Una vez más alguien que lee nota algo que yo no. Que bien.
EliminarGracias por tu opinión.
Tengo curiosidad de como concluirá el caso de Leo Damier, con Ines Perta y su prima Regina Clámor.
Saludos.
Buenos días, Demiurgo:
ResponderEliminaruna gran historia y, hasta donde sé, inspirada en una triste realidad, ya que los historietistas no veían habitualmente reconocidos sus derechos de autoría y las editoriales no devolvían los originales (en muchos casos ni los guardaban, por lo que para reimprimir las historias tenían que recurrir a usar el material impreso)
Feliz martes, Demiurgo.
Buenos días.
EliminarQue bien que te guste.
Por suerte, el trabajo de los dibujantes se ido valorizando, aprendieron lo de cuidar los originales.
Feliz martes para vos también.
Sabés qué ? Tu relato de pérdida de originales me lleva a pensar que el arte sin trascendencia es una profanación. (en nuestras mentes), pero he estado recorriendo una muestra en la que las obras se exhiben dos o tres días, luego SE DESTRUYEN. La llaman la muestra del ARTE EFÍMERO. Si las ves, las ves y si no, otros las verán. Y si las viste, quedan en tu mente,en tu recuerdo, pero se esfuman, como la vida misma. Me ha dejado muda esa experiencia. Será que el mundo evoluciona hacia una sana inmediatez, más consciente de lo efímero de nuestra existencia humana? No lo sé... Mil besos.
ResponderEliminarSiempre aportando algo, estimada SIL.
EliminarLa idea me parece perturbadora. No le veo el sentido. Mi mente no es confiable para retener algo. No sé es una buena respuesta eso.
Lo que sé es que es un placer recibir tus comentarios.
Besos especiales.
me encanta la historia... es como la vida misma y a la vez como un sueño, que es difícil de cumplir... el modo en que has trabajado las secuencias, el suspenso, la vida misma la he visto en tu reflejo, incluyendo el final, un glorioso final, que nos impulsa a soñar.... excelente trabajo, bonita historia
ResponderEliminarTiene mucho de real. Ha pasado así. Sólo le he agregado estos personajes para que haya un relato. Y me gusta que el final invite a soñar.
EliminarGracias por tu comentario.
Qué suerte que se pudieron conservar algunos...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un beso, Demiurgo.
Coincido. Tanto en este relato como en el hecho real en que me basé.
ResponderEliminarQue bien.
Un beso, Sakkarah.