Esta vez el desafío es contar un episodio histórico,
desde el punto de vista de un personaje histórico. Se puede escribir un relato
ajustado a la historia o recurrir a algo ficticio, que es lo que haré.
El escritor se miró
atentamente a la silla enfrente de él. Estaba vacía hasta que se hizo visible
una forma fantasmal, que comenzó a hablar en latín. Una forma vaporosa, con voz
femenina, fue traduciendo.
Alejandría. Una ciudad prospera, donde conviven la cultura griega y
egipcia, lugar de debates entre paganos y cristianos. Debates de los que alguna
vea participaron los gnósticos. Lugar de la Gran Biblioteca Ptolemaica, a cargo
de Teón.
Hipatia su hija y discípula, matemática y filosofa, fundó una academia de filosofía neoplatónica.
He sido testigo de la devoción que despertaba en sus discípulos. Hermosa
como Afrodita y con la mente de Atenea.
El espectro calló. La forma femenina apoyó una mano vaporosa en un hombro del ser, que continuó hablando.
En el año 1168 de Ab Urbe Condita, la situación ha cambiado. Son malos
tiempos para la filosofía. La Biblioteca había sido saqueada, Hipatia y sus discípulos
lograron rescatar algunas de sus obras.
La propia Hipatia es centro de una persecución. Ella confía en la
protección del prefecto Orestes, quien había sido su discípulo. Pero al ser la
consejera del prefecto ha desatado ese odio hacia ella.
Los partidarios de Cirilo la llaman la perra lúbrica, estando ella
dedicada a sus estudios.
Yo y quienes obedecen juramos protegerla. Pero tal vez no sea suficiente.
Ella está rodeada, quieren apedrearla. Ordeno enfrentarlos.
Somos mejores con las espadas. Ordeno que la escolten, mientras otros nos
quedamos para enfrentar a los partidarios de Cirilo.
Son demasiados. Recibo una
herida mortal.
Pausa. El espectro volvió hablar.
- He dado mi vida por ella. Quisiera saber si logré salvarla.
- No hay respuesta segura- contestó el escritor. Pero es posible.
Se han encontrado los comentarios a las secciones cónicos, que algunos de
sus discípulos le atribuyen a Hipatia de Alejandría.
Su sacrificio ha sido recompensado.
Notaran que introduje algo de ficción. Aparte del elemento fantástico, Hipatia de Alejandria
fue víctima del fanatismo religioso.
Mientras te leía, Demiurgo, imaginaba un desafío distinto.
ResponderEliminarEs excelente tu relato, Demiurgo, como siempre
Un beso
Despertaste mi curiosidad. ¿Que desafío imaginaste?
Eliminar¿Excelente? Gracias por tu opinión.
Besos.
Sucede, Demiurgo que, cuando vengo a tu espacio mi mente se divide, por un lado te leo y asimilo y por el otro, a veces imagino historias y cuando las escirbo, pues toca no enviar el comentario porque sería absurdo, yo no he encontrado la relación de uno con el otro, en eso pensaba cuando te dejé el comentario, de desafío me hicieras entender por qué sucede, te anexo en otro comentario lo que escribí cuando te leía
EliminarBeso
Serena, con la cabeza recostada en la almohada, un libro abierto entre mis manos y las letras escurridizas que me hacen imposible continuar la lectura y es que, cuando el corazón está en calma y el insomnio presente, recuerdo y doy valor a lo que realmente vale la pena.
EliminarLos mejores momentos de una noche cualquiera
Buscar entre los poemas que se derramaron en el espacio en penumbras de mi lecho, también los que rellenaron con pesadez el interior de mi almohada y degustarlos lentamente.
El último pensamiento antes que me invadan los sueños y la mejor sonrisa de la mañana, es fresca, relajada, disfrutar el rocío de una rosa, también, ¿por qué no?, la llovizna que escurre por mis pestañas, esas gotitas salinas que bajan por mis mejillas ayudan a drenar el alma, no darme por vencida, no importa si todo va en contra, siempre hay una mano que conserva en su hueco una vela encendida y te la ofrece cuando no encuentras la salida, o, cuando caes en un abismo profundo, ella misma sostiene tu caída, cerrar los espacios donde pueda anidar el odio, llenar el corazón de todo lo bueno y arrumbar en una esquina lo que te hace daño, reinventar cada segundo la vida, el resultado es asombroso.
¡Vale la pena!
Ya te entendí. Se llama inspiración, algo misterioso en la forma que puede surgir, formas inesperadas. Me satisface que mis textos tengan algo que ver.
EliminarLo que escribiste ,me gusta mucho. Que bien que tus pensamientos sean no darte por vencida. Lo que escribiste es digno de aparecer en tu blog, en una entrada, como los versos que dejas como comentario, que publicaste en tu blog, recientemente.
Besos.
interesante escrito
ResponderEliminarescribir en grupos
escribiendo los jueves
Me asombra todo lo nuevo gracias por compartir
Que bien que te parezca interesante.
EliminarEs interesante participar en los jueves. Los temas que se proponen son buenos desafíos.
Gracias por el comentario.
Creo que aparte del fanatismo religioso, también del poder político porque era una influencia muy poderosa para aquel entonces..Me gusta ese pasaje de la historia porque relata con claridad la parte oscura de una de las religiones mas fuertes, pero en fin, tu relato ha estado muy convincente...bss
ResponderEliminarTambién lo creo. Y tal vez relacione con ese fanatismo, tal vez ese odio por una mujer que tenía influencia politica.
EliminarEs justamente lo que quería mostrar. Me impresionó esa historia la primera vez que la escuché.
Besos.
Buenos días, Demiurgo:
ResponderEliminarMe ha sorprendido tu relato por su argumento. Confiaba en que, incitado por el tema histórico, compartirías uno de tus personales relatos sobre realidades temporales, temática en la que me pareces muy brillante.
Gracias por sorprenderme y entretenerme con este texto. Pero sobre todo, Demiurgo, gracias por enseñarme a no dar por leido lo que áun desconozco.
Un abrazo.
Buenos días.
EliminarHice algo parecido sobre realidades temporales, en que Hipatia aparece como personaje secundario.
http://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com.ar/2013/01/este-jueves-un-relato-mi-relato.html
Me gusta haberte sorprendido y además entretenido.
Saludos.
Mi curiosidad no ha sido defraudada, has insertado magníficamente la fantasía en la historia de Hipatía.
ResponderEliminarTe felicito.
Que bien no haber defraudada a tu curiosidad. Y era el objetivo insertar la fantasía en esa historia. y es mi segundo relato en que aparece Hipatia.
EliminarSaludos.
Fanatismo religioso, me suena conocido. Poco ha cambiado el mundo por lo que leo en tu texto. Por más que le hayas dado detalles de tu creación, el centro es lo real y se parece bastante a lo que pasa de Siria.
ResponderEliminar.
Muy bueno.
mariarosa
Es que algunas forma de pensar o de no pensar persisten. Ironicamente, el neoplatonismo tiene algunos aspectos en común con la religión de esos fanáticos.
EliminarY la historia real me pareció tan injusta que quise cambiarla en ficción.
Que bien que te guste.
Saludos.
Eres muy bueno con las letras Demiurgo... muy bueno... has creado una historia increíble, sobre un personaje increíble... el fanatismo cristiano, político, cualquier tipo de fanatismo crea monstruos sin alma capaces de llegar al asesinato de inocentes...
ResponderEliminarHas mezclado realidad y ficción obteniendo un relato que me ha encantado... Mi enhorabuena!!!
Besines grandes....
Gracias. Que bien estar a la altura del personaje. Es cierto, por atreverse a buscar respuestas a las grandes preguntas.
EliminarEs lo quería lograr. Una vez más agradezco tus elogios.
Besos.
Fantástico relato, como siempre.
ResponderEliminarBeso
Trato de hacerlo bien. Así que agradezco tu elogio.
EliminarBesos.
Pudo pasar; pero para nuestra desgracia, las mujeres en esa época no podían estudiar ni ser cultas, en un mundo de hombre y eso nunca lo aceptaron y decidieron acabar con ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Y además era pagana y asesoraba a un gobernante. Y pasó lo que decís.
EliminarY eso que si se ponían a pensar el neoplatonismo tenía ciertas concidencias con el cristianismo.
Un abrazo.
Es impresionante la imaginación que tienes, amigo Demiurgo, la verdad es que admiro la capacidad que tienes para escribir relatos, que a veces, no sé ni qué decir, me quedo leyéndote, y algunas veces, vuelvo de nuevo a leer tu relato, pero hoy, sobre el fanatismo contra la mujer, me has erizado la piel.
ResponderEliminarChapó amigo, por tu relato, me encantó.
Un dulce beso de seda.
No sólo sobre la mujer, sino contra los que pensaban distinto, como lo fueron los distintos saqueos de la biblioteca de Alejandría. Y la persecución de los paganos. Ella era pagana y mujer, y además filosofa.
EliminarAgradezco tus elogios y tus besos de seda.
Besos.
Los relatos de El Eternauta también comenzaban de ese modo...
ResponderEliminarMuy bueno, todavía no vi esa película, estaba en mi lista, la cual se torna interminable a estas alturas...
Saludos
J.
Las influencias son inevitables y es deseable que así sean. No lo había notado.
EliminarEs recomendable, la vi. Te anticipo que es posibles que termines indignandote cuando veas el final. Y eso que está rebajado con respecto a lo que supuestamente sucedió.
Saludos.
Querido Demiurgo,
ResponderEliminarEstupendo relato. Siempre que sale Alejandría ya sea en texto o en películas, me encanta. El fotograma que has puesto me ha gustado mucho. Gran película es "Ágora" del director Alejando Amenábar, que hizo un buen trabajo plasmando la Ciudad más importante de aquella época.
Besos!
Estimada Eowyn:
EliminarHe visto esa película, luego de un tiempo de evitarla, porque sabía como terminaría. Coincido que es una gran película, gran reconstrucción de época. Y gran trabajo de la actriz.
Gracias por tu opinión sobre mi relato.
Besos.
Sigue viviendo, aquí, en este post, por ejemplo.
ResponderEliminarEl espectro no ha muerto en vano.
Ha salvado la memoria de su dama.
Estos también son malos tiempos para la Filosofía.
Besos mil.
¿En serio yo contribuyo a eso? Que honor.
EliminarInteresante planteo. No lo había pensado, se sacrificó por su dama.
Sería deseable que algo de la obra de Hipatia hubiera sido rescatada, más allá de la ficción.
Creo no tan malos, por suerte.
Muchos besos, mi apreciada SIL.
Qué bueno el relato, y la idea de la que parte. Me dan más ganas de adentrarme en el tema, la verdad es que no sé mucho al respecto, shame on me.
ResponderEliminarSaludos y gracias muchas por los comentarios, anduve un poco desaparecida.
Que bien que te guste.
EliminarPodes informarte, ya que te gusta el cine, viendo Agora. Con la aclaración de que no termina bien.
Un gusto que pases por acá y comentes.
Se puede relacionar con mi última entrada sobre "La Rosa Púrpura del Cairo". La Ficción entrometiéndose en la realidad y viceversa.
ResponderEliminarMe gustó eso de "la perra lúbrica".
Muy buen relato, buen final.
Abrazo!
No lo había pensado, pero puede ser. Me gusta eso de la ficción entremezclada con la realidad.
EliminarY la historia la conocí por La venganza será terrible, donde apareció lo de perra lúbrica como acusación de los fanaticos religiosos.
Que bien que guste el relato, con final y todo.
Saludos.
Ah mirá vos, no sabía que venía de La Venganza. Voy a estar atento si retoman el tema.
EliminarMuy buen relato. Despreciar y rechazar lo que no se entiende sigue siendo algo muy comun desgraciadamente. Era más fácil quitarsela del medio que esforzarse en entender.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias.
EliminarCreo que esa fue la tragedia de Hipatia, que no se haya esforzado para entenderla. De hacerlo, tal vez hubieran encontrado algo en común.
Pero la violencia extrema fue un recurso más fácil.
Saludos.
Me ha gustado mucho tu forma de mezclar ficción y realidad, además del final alternativo que le concedes a Hipatia.
ResponderEliminarLo que me entristece de esta historia (la oficial) es que cuenta como los prejuicios, el fanatismo (religioso o ideario) y otros defectos de los seres humanos, pueden destruir la inteligencia y el conocimiento. Esto sigue sucediendo en la actualidad en países menos desarrollados "democráticamente" y pienso que vamos a necesitar toda la ayuda que podamos conseguir.
Un abrazo y gracias por participar.
A mi me indignó. Que peligroso cuando los prejuiciosos, fanaticos tienen poder para imponerse. Y a Hipatia no sólo la mataron en un forma extremadamente violenta, sino que destruyeron su obra.
EliminarParticipar fue una oportunidad para contar esta historia, con un final alternativo.
Saludos.
yo no se como hacés para escribir sobre un tema que te sea dado, yo no puedo hacer eso.... y mas allá que le pongas cosas que te gustan, se me hace dificil entenderlo... pero bueno, podés ja... salu2 master....
ResponderEliminarCreo que yo tampoco sé como lo hago. Me esfuerzo para pensar sobre un tema y vaya saber como lo hago. Algunos temas me son propicios.
EliminarGracias por el comentario.
Tu relato me ha parecido muy, muy bueno. Me ha gustado muchísimo, tienes millones de ideas y cada día escribes mejor.
ResponderEliminarMuchos besos
Que bien, que satisfacción que esa sea tu opinión. Me gusta que te guste.
Eliminar¿En serio?
Muchos besos.
Nunca digo nada por decir, todo lo digo muy en serio :)
EliminarPrecioso relato.
Muchos besos
Mi Demiurgo, que maravilla....
ResponderEliminarNo me defraudas, tus relatos tienen un halo hermoso, un estilo muy único...
Besos, muchos besos!!!!
Me sorprendiste con semejante comienzo de comentario.
EliminarY con los elogios que me dejas.
Muchos besos.
¡Que peligrosa es la ignorancia! Ese es el resumen que saco de tu maravillosa historia, tan bien enlazas la realidad y la fantasía que cuesta saber donde empieza una y termina la otra .
ResponderEliminarUn beso
Sobre todo cuando la ignorancia está vinculada al poder.
Eliminar¿Maravillosa historia? Gracias por el elogio.
Saludos.
La historia de Hipatia es como la de muchos hoy en día, quizá con connotaciones menos violentas y sangrientas, pero no por eso menos real.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Abrazo
Es posible que tengas razón, con menos violencia, menos sangriento, pero puede que sea algo similar.
EliminarQue bien que te guste.
Saludos.
Me parece genial como has planteado este relato, resolviendo la duda de quien murió por una causa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me pareció que alguien que se sacrificó, tan heroicamente, merecía saberlo que tuvo éxito en proteger, que tuvo buenas consecuencias su sacrificio.
EliminarSaludos.
Te estoy aplaudiendo, muy bueno!!!
ResponderEliminarY yo agradezco tus aplausos.
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