Reto películas de terror: Lovecraft Vs. Stuart Gordon

Advierto que esta entrada no es para todos, es para quienes les guste el cine de terror. Porque reconozco que, tal vez sea mi lado oscuro, que me gusta este género, no sólo el gótico, dado por el clima, sino el estilo violento.

Dicho este, me sumo al reto propuesto por Judith, seguidora en uno de sus blogs, Zona Excéntrica.

Decidí sumarme a este reto de ver películas de terror. Ocasionalmente o no contaré con la colaboración de Mara Laira.

Comienzo con una adaptación de un relato de Lovecraft, perpetrado por Stuart Gordon.

En el relato original, un personaje narrador sin nombre es invitado por su conflictivo amigo Crawford Tillinghast, a presenciar un experimento con una máquina que aumenta el poder de percepción de la glándula pineal. Lo que permite ver a la realidad como es: invadida por seres monstruosos, magistralmente descriptos por Lovecraft. El detalle es que con la máquina encendida, estos seres pueden ver a los seres humanos. Y el científico quiere usarlos para castigar al narrador, por su escepticismo.

Pero este personaje dispara a la máquina, cortando la conexión. El inventor muere y el protagonista queda libre de culpa, pero en la locura. Un recurso de este autor. Ciertos conocimientos traen la locura.

From beyond, con la dirección de Stuart Gordon, es una secuela del relato, en una versión muy libre.

Pretorius  (Ted Sorel), el nombre que se le da al personaje sobreviviente, está en un psiquiátrico, sospechoso de la muerte de (Jeffrey Combs).

Y la Dra. Katherine McMIchaels (Barbara Craptom), una psiquiatra interesada en ayudarlo.

Mara Laira: Es una clase de personaje que no se da en la obra de Lovecraft, donde casi no hay personajes femeninos y las pocas mujeres que intervienen son desagradables y malvadas.

Es distinto en la obra de Clark Ashton Smith… Paciencia, Demiurgo.

Esta doctora es atractiva, por lo menos es del gusto del Demiurgo.

La idea, tal no muy buena, es reconstruir el experimento con el policía Buford “Buba” Browlea (Ken Foree), como testigo. Y acá todo se sale de control. Aparecen los monstruos, nada que ver con la sutileza de Lovecraft, son burdos, poco presupuesto y menos idea de diseño. Y también un frenesí sexual entre Pretorius y Katherine McMIchaels.

La máquina no resulta fácil de apagar. Pero los experimentos se se repiten, en búsqueda de evidencia. Hasta un momento, se desata un nuevo desastre. La máquina tiene un efecto inesperado sobre la glándula pineal. Que es representado como una transformación burda. A los personajes afectados les sale una clase de tentáculo en la frente.

La Dra. reacciona comportándose como una reina del grito. Grita y escapa por la ventana. Sobrevive pero el cambio está latente en ella.

¿Por qué cuento el final? No sólo porque la película es de 1986, sino porque es un ejemplo de una mala adaptación. No la recomiendo.

Se repite parte del elenco de una película anterior. Jeffrey Combs y Barbara Craptom actuaron en Reanimator (1985), una versión de Hebert West Reanimator, de Lovecraft.

Esa adaptación merece una entrada especial.

PD: Algún comentario me ha hecho dudar de la calificación de mala adaptación. No soy infalible. Aunque sigue sin convencerme la transformación de los personajes.