Este jueves Un relato: Una vida insípida/ Las palabras de Sindel: Deseo

Esta semana en tema es Una vida insípida.

Aprovecho para sumarme a Las palabras de Sindel, con la palabra “deseo”.

La historia podría empezar con científico algo estereotipado, que ha heredado una cierta obsesión por la película La mosca. Esa obsesión que llevó a su padre a llamarlo Seth, por el científico de la película,

Pero sentía que su vida era insípida, muy alejada de esas ficciones, para las cuales era contratado como asesor científico. Deseaba un escape para esa vida insípida, tan lejana a su imaginación. Que  incluía a hermosas mujeres. No tanto con las modelos y actrices famosas, que no desdeñaba, sino con las jóvenes científicas, trigueñas, de sutil nariz aguileñas. Muy jóvenes, generalmente bioquímicas. Y con la astrónoma Amy Mainzer.

 Por ahí se centraba su deseo. Le hubiera gustado visitarla, pero seguro que vivía lejos. Y tal vez tendría que hacer algo con su imagen.

Casualmente, se había interesado por las redes sociales, especialmente por los blogs.

Se encontró una vez con una lista de 10 mejores películas de ciencia ficción, que dos blogeros habían armado en conjunto. Pero no estaba su película preferida. Así que pasó por alto esa lista y siguió con su paseo virtual.

Y ahí se encontró con algunos blogeros, que deseaban visitarse mutuamente, venciendo las distancias. Algo  fácil, si pudiera desarrollar su proyecto. Pero se necesitaba un inversor, un gran inversor. Y contar con una red de satélites. Como los que conectaban Internet. ¡Un momento!, pensó. Podría funcionar.

Podría realizar el deseo de esos blogeros. Y tal vez el propio.

Una serie de acontecimientos insípidos lo llevó al encuentro con un grupo de responsables, o por lo menos  representantes de los responsables. Tenía una oportunidad de presentar su idea.

- Tengo un proyecto que puede renovar su red social y hacer que sea más popular que Twitter y Facebook- dijo Seth, mientras miraba ostensiblemente a una mujer que supuso que era secretaria - Tienen usuarios con un deseo común: conocerse. Pero las distancias físicas no son tan fáciles de vencer, como las virtuales. Salvo que se haga realidad mi proyecto.

Una pausa para énfasis.

- Y ese proyecto es la teletransportación.

Silencio. Necesitaba más argumentos.

- Ustedes podrían brindárselo a sus usuarios…

- Está bien. Nuestra asesora científica comprobará sus planos.

- Estoy interesada en discutir algunos detalles- dijo la que creía la secretaria y se dedicó a hojear el informe escrito por Seth-

- ¿Por qué recurre a nosotros?-dijo uno de ellos-

- Primero, necesito financiamiento. Y segundo, el proyecto necesita satélites artificiales como referencia. Como los que se usan para conectarse a Internet…

- Podría crearse una aplicación para que los usuarios se localizen y se visiten, mediante la teletransportación- intervino la asesora científica, mirándolo con admiración

- Exactamente. Claro que tengo algunas condiciones. Necesito que mejoren los servicios. No quiero que haya accidentes con la teletransportación. Y además…

Pausa.

- …deseo que aflojen con ciertas restricciones.

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