“La idea sobre
la que les propongo escribir es bastante simple y muchas veces ha sido
explorada tanto en narraciones como en películas, pero igualmente creo que
puede dar cabida a muy diferentes historias de diversos estilos y matices. Así
que ya mismo les dejo el tema y l@s invito a volar con la imaginación”.
La autopista espectral
Nuevamente, Gabrielle y yo teníamos un
caso paranormal, una aparición espectral en una autopista. Gabrielle se
entrevistó con Camila, la testigo.
-Mi nombre es Héctor Lestrade –le
expliqué- Soy el intérprete de señas de Gabrielle.
Camila viajaba por una ruta
alternativa, cuando vio a una mujer haciendo dedo. Por lo que se acercó a la
banquina.
Camila frenó unos metros más adelante,
esperando que la mujer se acercara. Notó que el vestido de la mujer estaba roto y sucio.
Camila pensó que a esa mujer le huía
de algo muy malo. Por eso, descendió de auto, para ayudarla. Y entonces la
mujer se abalanzó sobre ella.
Camila logró zafarse, subió al auto y
entró al carril pago de la autopista. Contó la historia en la cabina del peaje.
-Y no me creyeron, pero le contaron la
historia a alguien, que me recomendó con ustedes.
-Necesitaría una descripción de esa
mujer –dijo Gabrielle a través de mí.
Cuando despedimos Camila, Gabrielle me mostró un relato hablado
de una mujer con los ojos grandes, ensangrentados. Y dientes muy largos.
-Tengo que revisar ciertos registros –dije,
al ver el retrato Si se confirman mis sospechas, viajaremos a ese camino
alternativo.
Gabrielle me ayudó a revisar mis
archivos de genealogías, en microfilmes, que la tecnología digital. Encontramos
el archivo de Luciana Febrero. Era la mujer de la autopista, pero bella y con
mirada soñadora.
-Está emparentada con una tal Lucía,
musa literaria. Murió en forma violenta, cuando estaba a punto de casarse.
Gabrielle hizo una acotación.
-De acuerdo. La próxima vez no se
detendrá. Tendremos que ayudarla lo antes posible.
Al día siguiente, viajamos por el
camino alternativo hasta ver a Luciana. Detuve el auto y me quedé en al
volante, mientras que Gabrielle se bajó.
La aparición corrió hacia Gabrielle,
quien tocó el guardapelo en que estaba un mechón de La Mulánima.
Un momento después, Luciana viajó en
el asiento de atrás, rodeada de símbolos ancestrales, que la mantenían
materializada.
La llevamos al lugar que necesitaba
ir. Y su apariencia fue cambiando. Y vimos a una mujer que parecía la bondad
personificada, rodeada de una luz azul. Y nos sonrió antes de esfumarse.
- Esa mujer fue cambiada por su estado
espectral. Tanto que atacaba a quien trataba de ayudarla. –le explicamos a
Camila- Necesitaba que alguien la llevara a cierto lugar, al que ella no podía
llegar. Y eso fue lo que hicimos.
Más autopistas en Neogéminis
Una historia espeluznante ambientada en una autopista que lo hace más cercana. Por suerte, tus personajes son entendidos en esas ciencias ocultas y lograron rescatarla. Me alegro que llegaras a tiempo para sumarte a la convocatoria, Demiiurgo. Muchas gracias por participar
ResponderEliminarTambién a mí me alegra el haberme podido sumar. Estuve buscando ideas y la inspiración surgió. Alguna musa pasó cerca.
EliminarMe gustó como lo resumiste, implica que está legible el relato. Confió en tu opinión.
Un abrazo.
Este relato de autopistas y apariciones espectrales me mantuvo completamente cautivado desde el principio hasta el final.La colaboración entre Gabrielle y Héctor Lestrade fluye bien, se acoplan bien. Me alegra la transformación de Luciana en figura de bondad.
ResponderEliminarEse es un logro para mí.
EliminarY eso que mencionás, que funcionen bien los dos personajes, colaborando entre sí, también lo es.
Entonces, cerré bien mi relato.
Gracias por el comentario.
me gustó aquello de que el espectro siga su camino y abandone esa especie de bucle maldito que la ligaba a este mundo.
ResponderEliminarsaludos.
Me gustó como lo resumiste.
EliminarY que bien que te haya gustado.
Saludos.
uy me gusto mucho tiene suspenso y en especial el final Te mando un beso.
ResponderEliminarQue bien que te haya gustado, en especial el final y que le hayas encontrado suspenso.
EliminarTe mando otro.
Solo necesitaba de alguien entendido que la ayudara de la forma en que ella necesitaba para volver a ser.
ResponderEliminarLo resumiste muy de acuerdo a la idea que me surgió.
EliminarLo cual implica que logré que el relato se entendiera.
Besos.
nunca es agradable un encuentro con seres dantescos que exudan sangre por los ojos, y si lo cuentas al primero que encuentras lo normal es que se hagan de nuevas a sabiendas que algo saben Un abrazo
ResponderEliminarCierto Es muy difícil que alguien lo encuentre agradable.
EliminarInteresante lo que comentás. Saludos.
Suerte que encontró quien la ayudara.
ResponderEliminarBesos.
Suerte para ella y para quienes transiten esa ruta.
EliminarBesos.
solo necesitaba enco trar a alguien que le diera un empujoncita y la volviera a colocar en la autopista correcta, que en este caso era la terrenal. Gabrielle le coloco en puente y el resto fue coser y csntar. A destacar la oportunidad y buen tino del agente de las autopistas de la derivó a Gabrrielle.
ResponderEliminarme asombra, como siempre, a la velocidad que haces correr la acción para describir en tan poco espacio una historia con tanto desarrollo temporal
abrazooo
Me gustó como lo resumiste. Así fue.
EliminarTal vez sea porque Gabrielle está teniendo cierto remombre entre mortales y seres sobrenaturales.
Es por el ejercicio de contar mucho en 350 palabras, aunque a veces me excedo de esa cantidad.
Great blog
ResponderEliminarGracias.
EliminarTodo un relato cargado de magia en plena autopista, sin olvidar a tus entrañables personajes! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarMe gusta lo de cargado de magia.
EliminarAgradezco lo de personajes entrañables.
Un abrazo..
A veces, lo mejor es enfrentarse a los miedos, para que encuentren su "salida", dejando de ser lo que son.
ResponderEliminarUn besote, paisano.
De acuerdo, a pesar de que no sea fácil.
EliminarTu comentario me hace pensar que es una metáfora en lo de la salida. Misterios de las musas.
Un beso, paisana.
¡Qué bien que Héctor Lestrade y Gabrielle ayudarán al espectro de Luciana a encontrar el camino hacia la luz, fuera de las cadenas, torturas y autopistas.
ResponderEliminarBesos, DeMI
Me gusta tu entusiasta comentario.
EliminarParece que logré un buen relato.
Besos, Myriam
Hola Demiurgo!
ResponderEliminarSolo falta el sonido de una música creepy y ya tenemos la parte fantasmagórica que precisa el título.
La ambientación me ha fascinado, porque Gabrielle ha logrado sumergirnos con su caso paranormal, donde el espíritu que vaga en la autopista donde murió necesitaba ayuda para alcanzar la redención. ¡Fue un placer leerte!
Un abrazo
Hola, Yessy.
EliminarDespertaste mi curiosidad como sería esa música, tal vez dark o hecha con theremin, al estilo de películas clase B.
Me alegra que te haya fascinado, implica que supe adaptarme al tema planteado. Me gusta como lo resumiste. Parece que Gabrielle está gustando como personaje.
Es un logro que sea un placer leerte.
Un abrazo.
A veces solo hay que dejarse guiar. Ellos conocían el verdadero camino para sacar de aquella espiral a la pobre mujer. El espectro necesitaba un poco de luz, y la halló.
ResponderEliminarUn beso enorme, Demi.
Feliz domingo.
Interesante lo que comentás, lo Luciana Febrero no sabía y llegó a saber. Sobre todo, Gabrielle, que tal vez resulte la más informada de la familia.
EliminarUna buena forma de resumirlo.
Un feliz domingo para voz. Un gran y especial beso.
Hola, Demiurgo: un relato del más allá en el más acá, espectros en autopistas, podría estar relacionado con el caso de la niña de la curva, jeje... Bromas aparte, muy buen relato, argumentado y usado el tema principal para dar voz a un relato a caballo entre las novelas policíacas y de terror. Muy bueno. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola, Merche.
EliminarMe gusta lo de relato del más allá en el más acá, tiene sentido. No es casual, estuve leyendo sobre historias extrañas ambientadas en autopistas, rutas, etc.
Que bien que te parez muy buen relato. Justamente, hay un cruce de géneros, de detectives de asuntos paranormales.
Un abrazo.
Ufff que susto terrible debe haber pasado Camila, con su buena intención de ayudar sin saber lo que se encontraría. De igual manera me deja pensando que ese espectro, o mujer de ojos sangrantes, también podría estar esperando ayuda y solicitándola para ir con los de su especie, jeje
ResponderEliminarPara eso estaban ellos Gabrielle y Hector...
Entretenido, desde que comienzas hasta su final.
Me gusto Demi,
Besos.
Miedo, pánico, como comentás, que tuvo Camila por ayudar.
EliminarEso es junto lo que pasó y el estado de desespareción la fue conviertiendo en peligrosa.
Para eso estában.
Es un logro para mí que te haya entretenido desde el comienzo al final, que te haya gustado.
Besos.
Acabo de visualizar a la chica de la curva. Creo que por España tendrían bastante trabajo con la cantidad de apariciones en carretera que hay, demasiados esperan ser sanados.
ResponderEliminarMuy buen relato Demi!
Un besazo!
En realidad, planeaba escribir sobre un mito local, sobre un ave gigante que sobrevuela sobre alguna casa precaria, dando círculos. Y quien duerma ahí, envejece de la noche al día. Pero no encontré el menor dato. Sino sobre la chica de la ruta, incluso alguna versión de por acá.
EliminarCreo que podrían delegar a otros personajes del Mar Verso, la misma Mara Laira, Ulises Lestrade y Sofía, etc.
Que bien que te parezca muy bueno.
Un gran beso.
Muy bueno. Yo no suelo viajar para evitarme este tipo de problemas. Me dicen aburrido, yo prefiero precavido.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Gracias.
EliminarEntiendo tu punto de vista. Que lo emocionante sea buscado por aventureros, arriegados.
Ser precavido tiene sus ventajas.
Saludos.
Quizás muchas veces, como tu espectro, necesitamos que alguien nos lleve a otro lugar donde ser felices, o al menos intentarlo
ResponderEliminarPaz
Isaac
Podría ser una conclusión para mi relato.
EliminarY ese estado fantasma sería una metáfora.
Saludos.
Muy buena tu historia Demiurgo, me gustó mucho.
ResponderEliminarA mí no me resulta fácil escribir una historia como escribiste vos, me encantó leerla y obviamente imagino el susto de quienes intentaban ayudar a esa "mujer", sin saber realmente lo que sucedía.
Saludos.
PATRICIA F.
Gracias por tu comentario, que bien que te haya gustado.
EliminarNo fue tan fácil como imaginás, me estuve planteado ideas. Y buscando en Internet. Creo que aparecieron las musas.
Esa es una de las ideas que quería manifestar en el relato.
Gracias por comentar. Saludos.
Muy bueno Demiurgo. Es una historia como la de los fantasmas urbanos pero con tu sello especial.
ResponderEliminarHace unos meses fui a recorrer el cementerio de Recoleta y hay demasiadas historias de mujeres fantasmas, pero según dicen han sido reales, creo que los años y los relatores las han convertido en leyenda.. Vida con destinos muy tristes.
Chau.
Que bien que te haya gustado. Valoro tu opinión.
EliminarInteresante lo que contás. Es una atmósfera para las historias de mujeres fantasmas, reales o fictiocias.
Saludos.
A veces la vida es como una autopista espectral: hay gente que no se deja ayudar y encima muerde; sus razones tendrá y un odio incubado sin duda; también es cierto que ojo cómo se ayuda: el paternalismo y la caridad cristiana no dan algo a cambio de nada, por citar ejemplos; y me quedo intrigado por dos cosas: esos símbolos ancestrales con los que va Luciana Febrero ¿cómo serían? ; me intriga también a qué se debió el cambio, ¿solo a ir al lugar que ella no podía?; y ese lugar ¿cuál sería? (prefiero no pensarlo); se ve que dejas el capítulo abierto...con lo misterioso que hubiera sido que Luciana siguiera siendo el espectro de la autopista
ResponderEliminarInteresante analogía, una autopista en que sólo se puede avanzar, no detenerse ni retroceder, sólo elegir entre los caminos. Puede ser algunas persones golpeadas por las circunstancias, pueden volverse agresivas.
EliminarEs también para pensarlo. Tal vez las personas vulnerables hayan pasado por malas experiencias. Lo que mencionas son ejemplos de quienes exigen mucho a cambio de la ayuda.
Símbolos conociddos por Gabrielle, en todo su aprendizaje. Héctor omitió ese dato. Tal vez necesitaba volver a lugar de origen. Y a la autopista era un obstáculo por su geometría. Suele ser el caso de los pentágonos o círculos, que sirven de protección a quienes permanecen dentro.
Gracias por el comentario. Saludos.
Hola, Demiurgo:
ResponderEliminarDe este relato me gusta sobre todo que deje tantas preguntas sin contestar. Puede crear un poco de desazón, pero también mantiene el misterio.
Un saludo.
Hola, Dorotea.
EliminarTendré en cuenta lo que comentás, para evitar el revelar demasiado.
Saludos.
Confieso que no me gustaría encontrarme con nada parecido... El relato engancha y estremece... y también me gusta mucho la mirada que le da Fackel y el símil con la vida...
ResponderEliminarBesos!
¿Quién podría desearlo? A excepción de investigadores de lo paranormal.
EliminarMe gusta que enganche y estremezca.
Es un interesante análisis.
Besos.
He visto muchos espectros en las rutas, pero nunca uno así.
ResponderEliminarPor algún extraño motivo recordé el cuento corto de Cortázar llamado "Cortísimo metraje"
Abrazos
¿Viste muchos espectros en la ruta? Eso despierta mi curiosidad.
EliminarEs porque tienen en común sobre el riesgo de detenerse en un camino, para llevar a alguien, en el auto.
Saludos.