Este jueves, un relato: EXCUSAS

 Desde su blog, Neogéminis nos presenta el siguiente tema:

Nuevamente me corresponde conducir el próximo encuentro juevero y esta vez les propongo escribir sobre el tema de las EXCUSAS: "Razón o argumento que se da para justificar una cosa, en especial una falla, un error o una falta o para demostrar que alguien no es culpable o responsable de algo". 

Cabe reconocer que tod@s, en algún momento, solemos recurrir a este tipo de argumentos falaces para intentar disimular o zafar de alguna situación vergonzosa e indeseada de la que no deseamos hacernos cargo o para disminuir la culpa o la irresponsabilidad que no deseamos asumir. Sabrá cada un@ el caudal de excusas que lleva a cuestas y en el que puede bucear para inspirarse en este nuevo reto que les propongo y que, como siempre, no deberá extenderse -en la medida de lo imprescindible- más de las 350 palabras. 

Tengan absoluta libertad para elegir el tono, el estilo y la forma que crean adecuados, encabezando el post con el título y tema del evento, la imagen que les dejo a continuación y el link del blog anfitrión (en este caso el mío). 

A partir del miércoles pueden publicar sus textos avisándome y dejándome sus respectivos enlaces, con los que el jueves iré armando la lista de participantes. Recuerden que se recomienda la retribución de visitas, lecturas y comentarios. 

Ojalá les entusiasme la propuesta. L@s espero! (no vale excusarse!)”.

 

 

Lo técnico contra la inspiración

Era un día como otros, para un aficionado a escribir, cuyos relatos estaban despertando interés, tenían más lectores. Estaba frente a la computadora, con algunas ideas dispersas que se fueron agrupando.

Entonces, el teclado comenzó a resistirse. Tuvo que presionar varias veces la tecla de la letra. Y la letra apareció multiplicada en la pantalla. Lo que fue útil para escribir.

Durante varios días, se las arregló con ese inconveniente. Pero otras letras se sumaron a la rebelión. Así que tuvo que llevar la computadora a un servicio técnico.

Ya desde el principio, tuvo que dejar la computadora para otro día, porque el técnico no estaba en ese momento. Había que hacer un presupuesto, como previo a la reparación.

El día sábado, al mediodía, fue con ansiedad al servicio técnico. Para pagar la limpieza de la computadora. Y enterarse que había que reemplazar el teclado, que era algo importado, que tardaría. Además, no está claro el precio.

Así que el aspirante a escritor compró un teclado externo, lo que hacía menos portátil a la computadora. Pero le permitía escribir.

Eso duró unos días. Hasta que el teclado comenzó a fallar. Escuchó decir que algunas marcas no eran tan confiables. Parecía que comprar un teclado más caro era la solución. Pero se hizo evidente para alguien poco conectado con la tecnología, que el problema era otro.

 La computadora permaneció varios días más en el servicio técnico, lo que fue un costo extra.

El protagonista sublimó la frustración, escribiendo algo nuevo.

 

-Y fue por eso que tardé en entregar los relatos –explicó unos días después.

 

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