Este jueves, un relato: IMPROVISACIÓN

 

Neogéminis nos presenta este desafío.

…les propongo entrecerrar los ojos frente al teclado, suspirar profundo dejándose llevar por las alas de la imaginación y desplegar sin tapujos las artes de la IMPROVISACIÓN, buscando narrar una historia interesante desde el punto de vista literario de tema y características libres, intentando no sobrepasar las 350 palabras. A partir del miércoles espero sus respectivos links para armar la lista de participantes. Recuerden que la convocatoria es abierta a tod@ quien  desee sumarse respetando las normas de Tésalo, bajo el título CADA JUEVES UN RELATO: INPROVISACIÓN. L@s espero!”

La musa que llegó del aire

Un dibujante estaba en estado de desánimo, mirando el imponente edificio de un canal de televisión, tan cercano y a la vez, tan lejano. No creía una sola palabra de los noticieros. Pero estaba ella, la bella conductora, a la que notaba tan a disgusto, con lo que le obligaban a decir.

Se veía tan bella, que el impulso fue dibujarla, Fue algo inspirador. Y ella solía salir del escritorio, para caminar por el estudio, así que podía dibujarla de cuerpo entero.

Solía soñar con ella. Sueños que no compartía con nadie. Una de esas veces, tuvo un extraño sueño. Que se repitió. Y lo llevó a un acto absurdo.

 

Mientras tanto, la conductora recibió esa comunicación escrita, tan temida. No se estaba ajustando a la línea editorial, por lfue conducida por unas empleadas de seguridad, hasta el lugar temido. Se retorció entre ellas, tratando de zafarse. Pero fue inútil.

Y entonces vio a ese ser de pesadillas, que recordaba al Saturno, de ese inquietante cuadro de Goya. Por más que se resistió, fue despojada de la ropa, que era como un uniforme. Ropa que alguna otra usaría, quedando solo con la ropa propia.

Y no pudo escaparse del monstruo, que la tomó entre sus brazos. Y la llevó a su boca, como si fuera a devorarla. Pero suspendió ese acto. Y la llevó a la terraza, donde estaban las antenas. Entonces tomó impulso.

Ella suplicó, no tanto como Regina Clámor, la famosa Scream Queen, pero se hizo escuchar. Lo que fue inútil, porque el Saturno del canal la arrojó hacia el aire.

 

El dibujante miraba la pila de colchones, pensando lo insensato de comportarse por un sueño. Y entonces escuchó un estampido y el grito de una mujer.

No lo pudo creer, era ella. Aturdida por la caída, atenuada por los colchones.

-¿Te gustaría ser una modelo de dibujo?

 

Claro que es ficción.

Se trataba de una historieta, con una periodista recién despedida. Que antes había sido modelo. Y que lo miraba mientras terminaba los últimos trazos.

-¿No te parece demasiado fantasioso?

-Tomálo como una metáfora visual.

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