Asuntos paranormales RM/ No es oro todo lo que reluce

Empecé a escribir este relato para Este jueves, un relato para No es oro todo lo que reluce, la propuesta de Teresa Oteo.

Pero fue desplazado por otro relato. Me pareció interesante desarrollar el relato dejado de lado que, por su extensión, queda excluido de los jueves. Así que se los presento ahora.

El segundo caso

En algunos momentos me cuestionó el haberme convertido en  un detective de Asuntos Paranormales. Habíamos resuelto nuestro primer caso y como premio…

-…nos dieron este caso de verificación.

- ¿De qué se trata? -preguntó mi bella asistente-

- Duarte, escribano de un municipio de Colombia.  Según lo que la crónica que tuve que leer, sin estudios destacados, pero aficionado a la lectura. Se casó muy joven con una mujer que murió en el parte. Años después murió su hija.

Años después de esa muerte, una represa hizo que el cementerio fuera mudado. Y encontraron a la hija intacta, como recién muerta. Como si el tiempo no hubiera pasado.

- ¿Tenemos que certificar si la historia es real?

- Esa parte está verificada. El pueblo juntó dinero para enviarlo de viaje, a tramitar la santificación de su hija. Lleva años sin conseguirlo, pero despertó la atención de un Centro Experimental de Cine, que ha pedido un asesoramiento a la agencia.

- Por eso estamos en este hotel en Roma. ¿Tenemos que entrevistar a los testigos?

- Es parte de la investigación paranormal. Pero también lo es revisar este informe, con datos cuestionables.  Y copia una carta manuscrita, unas 60 hojas. Uno de los dos tendrá que recorrer esta ciudad, mientras que el otro….

El otro fui yo. No sirvió como argumento mi experiencia en la ciudad, porque la agencia garantizaba el transporte, con un guía confiable.

Debo reconocer, lo enfatizo en el informe, que mi asistente hizo un buen trabajo. Tuvo que esperarme, porque había arrojado a un costado la copia de la carta. Y había ido en busca de una testigo.

Luego de un breve intercambio de reproches, comparamos notas.

Rafael Ribero, residente de la pensión en que se alojaba Duarte, era uno de los testigos confiable.  Y reconocido tenor, luego de uno de sus ensayos diarios, confirmó datos del informe previo. Había el estuche de pino, donde la hija de Duarte parecía estar dormida, no muerta desde hace años.

- Tengo otros testimonios, pero ese fue el más completo. ¿Estuviste entrevistando a una testigo? ¿A esa testigo en especial?

¿Cómo se habrá dado cuenta?

-Espero que no hayas sobrepasado la cuenta de gastos.

- Entrevisté a la muchacha que el tenor metió en la habitación de Duarte, que la recibió con poco entusiasmo. Y le mostró el estuche y levantó la tapa. Creo que la muchacha se asustó, según me comentó, cito literalmente: Mi si geló il culo.

- Se asustó al ver a la muerta.

- No creo. Esas muchachas suelen entrar en casas embrujadas, para complacer a fantasmas. Hay mujeres encuentran atractivos en no humanos…

Mi compañera luego me dijo que me vio pálido, creyó que me sentía mal. Fue un buen momento para mí, que ella se preocupara por mí.  Pero el momento tenía que terminar, ella esperaba mi respuesta.

- Resolví el caso.

Había unos detalles que confirmar.
 Para lo cual recurrí a la ayuda de Judith, una bruja gótica, cuyos especiales conocimientos la convertían en una eficaz asesora independiente. Por internet, intercambiamos opiniones. Ella estudió la información que le envié. Y confirmó lo que yo sospechaba. 

Consultamos a la agencia. Que nos autorizó el golpe dramático.

Centro Experimental del cine.

Llegamos cuando el célebre guionista estaba discutiendo con estudiante, quien planteaba que no creía posible la historia que el guionista había planteado.

- Yo tampoco lo creo- dije.

Me controlé. No podía dejar que mi indignación arruinara el momento de revelar la solución.

- Desde el principio noté algunas falacias. La idea del escribano con pocos estudios me pareció una contradicción. Sobre todo, al leer una copia de su carta manuscrita. Me revelaron unos estudios muy especiales, y un estilo muy elegante para llenar páginas de retorica vacía. Y su estilo humilde, su ropa es una pose.

Y su hija no está muerta. Está en un estado de hibernación, estado que ha sido prolongado artificialmente por Duarte. Quien no es su padre verdadero.

- En una película habría que confrontar al sospechoso- dijo el guionista.

Lo hicimos. Fuimos a la pensión. Rapidamente, Duarte  abandonó su pose humilde. Y exigió una explicación.

- Usted sabía que su joven esposa había estado con alguien más que no era humano. Algo que usted habría tolerado, pero tuvo una hija de ese ser. Quien reveló tener algunos rasgos de su padre. Como estar en un estado de ninfa, previo a su estado adulto. Un estado que sus vecinos confundieron con la muerte.

Sus planes habrían triunfado pero el traslado del cementerio, hizo que los cuerpos fueran exhumados. Sus vecinos vieron el supuesto cadáver. Pero creyeron en un milagro. Y usted, señor Duarte, se limitó a creerles para ocultar la verdad.

- Suponiendo que fuera cierto, ¿de que se me acusa?.

- De prolongar el estado de no muerte de una niña o adolescente inocente, aunque no sea humana, sea una lamia.

- Lo comprobamos- acotó mi asistente- Esas flores que se conservaban en el ataúd tenían la misión de retrasar el cambio a la etapa adulto.

- Una venganza contra la infidelidad de una esposa.

- Nemo me impune lacesit- gritó Duarte en perfecto latín.

 Intentó alguna represalia física contra mí. Mala suerte para él.

Trabajar para Nausicaa tiene sus ventajas. Pero también sus desventajas.

- ¿Por qué esa cara?- Me preguntó mi asistente.

- Ya pasó otras veces. Yo resuelvo el caso, otro detective lo cierra oficialmente y recibe los aplausos.

- Pero hicimos algo importante.  Desmentimos la farsa de alguien que pretendía que usaba a una niña como blanco de una venganza absurda. Y que lo disimulaba con el pretexto de pedir su canonización.

- Es cierto. No es justo usar a una menor como blanco de una venganza, sea humana o sea una lamia. Por eso me indigné.

- Yo diría que es casi una adolescente. ¿Que pasará con ella?
- La agencia se ocupará de ella. Llamarán a una bruja local, para que se encargue de ella. Tal vez la adopte o convoque al padre verdadero.

- ¿Y qué pasará por Duarte?

- Volverá a su pueblo, para reconocer su farsa. O se quedará acá en Roma, simulando esperar un reconocimiento que no llegará. Y temerá la represalia de fuerzas extrañas, en que le quede de vida. Que podría no ser mucho.

- No sé si me acostumbraré a esto- dijo mi asistente- Tengo dudas sobre continuar con este.

- Podes acompañarme para aclarar esas dudas. Me ofrecieron con gastos pagos,  hasta que me asignen un nuevo caso.  Me quieren lejos de este caso y en otra ciudad.

- ¿Cuál es esa ciudad?

- Una ciudad de misterios. Venecia.

Tal vez hayan notado que me basé en La santa, cuento de Gabriel García Márquez, incluido en 12 cuentos peregrinos. Su lectura me despertó el deseo de una explicación alternativa al misterio, que además no fuera elogiosa para el protagonista. Y quien mejor que unos personajes, que había dejado de lado. Espero que no les disguste.

Remarco la participación de Judith, ilustre seguidora de mi blog.

Aguardo sus críticas. Y sus sugerencias. ¿Les parece que el protagonista, el detective de lo oculto se llame Ulises Lestrade? ¿Alguna idea para el nombre de su ayudante?

Les dejó enlaces, para leer las otras historias escritas.

Prologo

Asignación 1: El legado de Ludovico

Asignación 2: Segundo caso

Asignación 3: Como alquimia para combustión espontanea