Este jueves, un relato: Me perdí en la noche

Para participar en esta convocatoria, recurro a dos personajes que tal vez conozcan. Así que les presento a

La noche que el Guardián Exterior conoció a la Mujer Felina

Me perdí en la noche.
  Un interesante lugar nocturno, con público extraño e interesante.  Esa noche se volvía a abrir, luego de unas reformas, con la presentación de Regina Clámor, La Reina del Grito.

Pero yo tenía que vigilar ciertas anomalías extrañas, indicios de un intento de Así me encontraba en un museo cerrado para el público. Dudoso privilegio de un Guardián Exterior.

No estaba sólo había alguien más.

-Momento, tengo que hacer algo.

Me dirigí hacia un rincón, saqué un frasco, lo abrí y volqué sobre una sombra. Se escuchó un grito no humano, la sombra se retorció y huyó, ocultándose en la noche.

-Ya podes salir. Y no hace falta el sigilo. Desconecté…

- ¿Qué fue eso?-dijo la voz sensual de una mujer. Una mujer felina que surgió por detrás de mí.

Y yo que creí que nada podía sorprenderme.

-Un indicio de una invasión de los seres de los espejos. Y desconecté la alarma.

- Lo noté. ¿Es una invitación?-dijo sensualmente. Lamentablemente se refería a una alianza para enfrentar a lo extraño.

Se presentó como Duality. Modelaba para un dibujante, a quien contaba sus historias para que las convirtiera en comics.

Comparábamos información. Habían sucedido ciertos hechos extraños. Como la falla de ciertos relojes que adornaban ciertos edificios. La mansión que custodio, del museo y de cierto lugar que Duality había saqueado.

-Me informaron sobre una niebla que otorga poderes, como abrir portales.

-Nos están señalando hacia un lugar.

Buscamos los edificios en un mapa y trazamos líneas, en dirección que marcaban las agujas de los relojes, en la hora señalada. La triangulación nos indicó un lugar desolado, una calle de tierra.

-Es un lugar que suele evitarse, por lo peligroso- le comenté a Duality- Está cerca de Me perdí en la noche ..

- …donde se presenta Regina Clámor.

Cuando llegamos, Regina había sido capturada y puesta sobre un improvisado altar de sacrificio, atada. Un hombre enmascarado entonaba unos conjuros.

Duality se encargó de enfrentar a los esbirros, mientras yo desataba a la Reina del Grito, que se veía  muy sugestiva con su ropa rota.

La niebla apareció sobre el altar y no encontró lo que buscaba. Así que envolvió al conjurador, que estaba huyendo. Un vórtice se abrió, absorbiendo a la niebla y al conjurador.

-¿Por qué siempre me quieren sacrificar a mí?-Nos pregunto Regina.

-Parece que ese es tu destino.

Algo en común. Nos habían elegido para algo, que tal vez no hubiéramos elegido.

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