Mar nos propone este tema:
“Hola,
jueveros. Lo primero, disculparme por el retraso en publicar la convocatoria;
lo segundo, atacar el tema para esta semana: Regalos de Reyes. ¿Qué otra
cosa podría ser dadas las fechas en las que estamos?
Compartamos
qué nos han dejado sus majestades, qué nos hubiera gustado que nos dejaran,
cómo se celebra la noche del 5 de enero en vuestra casa, pueblo o ciudad. Además
de los Reyes de Oriente, ¿conocéis alguna otra leyenda sobre personajes
que dejen regalos?
Espero
vuestros relatos desde la noche del miércoles a la del viernes. Ya sabéis que
no debemos excedernos de las 350 palabras”.
Tal vez haya surgido una idea, con Paula Lowell (Ver ficha de personaje).
Anotaciones de Paula Lowell
Paula Lowell suele anotar algunas ideas que le surgen, algunas relacionadas
con la coincidencia entre el día de Reyes y su cumpleaños.
Tenía sus inconvenientes, no podía compartirlo con alguna gente que conocía.
Pero en cierta forma, se sentía acompañada en esa fecha, por quienes celebraban
esa fecha.
A lo largo de los años, recibió regalos relacionados con su sueño, su
vocación. Junto a sus zapatos, encontró algún telescopio de juguete, libros
ilustrados.
Cuando su sueño se convirtió en profesión, Paula Lowell comenzó a
plantear algunas objeciones.
-No es que tenga aversión a los mitos-aclara la Doctora Lowell- Incluso
tengo una cierta fascinación por los mitos. Pero el concepto de magos se debe a
traducciones descuidadas. Eran eruditos, astrólogos, precursores de la
astronomía. Luego llegaría Hipatia de Alejandría. Y siglos más tarde, seguimos
mirando al cielo.
Paula Lowell hizo una nueva anotación. Esa noche soñó que era visitada
por una versión pasada de si misma, con ojos soñadores. Y que invitaba a la
pequeña Paula, a observar por su telescopio.
-…Y esa es la conjunción de Júpiter y Saturno. Fue lo que observaron esos…
astrónomos.
Más relatos en La Bitácora de Mar
Quizás deberíamos hacerlo, Demiurgo, soñar a nuestra niña y observar más la inmensidad del cielo.
ResponderEliminarAbrazo
Entonces tiene sentido ese final, que surgió a último momento.
EliminarGracias por tu comentario.
Abrazo.
Muy bueno y es real que fueron astrónomos, estudiosos de las estrellas, no magos, me gustó tu entrada del regalo de Reyes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bien que te guste. Por eso seguían a los astros.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado esta entrada. Hubo un cuarto rey mago. Y poco conocen su historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo agradezco. Algo me he enterado del tema.
EliminarMe alegra que te haya encantado.
Un abrazo.
Astrónomos, sabios... ¿magos o generoso? lo importante es que han cumplido ilusiones. Tu relato me gusta aunque le hayas quitado la magia. Abrazos
ResponderEliminarUn buen resumen.
EliminarO bien la haya transmutado. Que bien que te gusta.
Abrazos.
Sin duda el mejor regalo es el legado cultural de quienes nos precedieron, el conocimiento es el mayor de los regalos.
ResponderEliminarEstos Reyes se portaron muy bien conmigo, pero de todos los regalos, dos son los mejores y los dos tienen que ver con el conocimiento; uno es en forma de libro, el otro sobre el conocimiento que sobre misma tiene alguien que me ama.
Ojalá y nosotros podamos dejar como regalo a las generaciones futuras algo de sabiduría y conocimiento.
Besos, Demi.
Puede ser un buen resumen de mi relato.
EliminarQue interesante lo que contás. Un libro es un buen regalo. Y el otro es vital para vos, tiene su importancia.
Es un buen deseo.
Besos, Prozac.
No dejemos de mirar el cielo, sin perder la vista del suelo, no nos vayamos a caer.
ResponderEliminarSalu2.
Puede ser un buen consejo.
EliminarSaludos.
Es interesante lo que plantea la Doctora Lowell, además es acertado el interés de estos buscadores y quizás allí radique el regalo, el universo mágico por descubrir en ese caso y en este también, siempre hay algo por descubrir.
ResponderEliminarUn abrazo Demi :)
Que bien que te parezca interesante.
EliminarMe gusta lo que decís de que siempre hay algo pro descubrir.
Un abrazo.
Vas consiguiendo hacer que el personaje coja peso en la historia . Soñar lo que uno desee debe ser estupendo, pero cuidado con lo que se pide. A veces los sueños nos superan y se hacen dueños de la persona . Un historia interesante.
ResponderEliminarAbrazos Demi... Y pásalo a como dé lugar este finde.
Que bien. Parece que la inspiración me ha llevado a darle importancia a los personajes secundarios.
EliminarBuena observación, parece que Paula Lowell ha sabido elegir bien su sueño.
Que logro que te parezca interesante.
Que tengas un buen fin de semana. Abrazos, Campirela.
Qué tierno, Demiurgo!
ResponderEliminarMe quedo con este párrafo: Luego llegaría Hipatia de Alejandría. Y siglos más tarde, seguimos mirando al cielo.
El cielo nos atrae a todos en un momento u otro de nuestra vida. Esa es la verdadera magia, no sabemos lo que hay más allá y es lo que nos fascina. A Hipatia le costó la vida y Paula Lowell pudo hacer su sueño realidad. He aquí lo contradictorio.
Un abrazo
Gracias.
EliminarMe gusta tu mención a ese párrafo.
Es cierto. A veces sigue atrayendo, puede ser que es por lo desconocido, como comentás. Trágico. Tal vez no sea contradictorio, sino que ha habido avances significativos.
Un abrazo.
Los Astrónomos, Magos o Reyes, da igual como se les llame, nos devuelven cada año la ilusión de volver a ser niños aunque sea por una noche.
ResponderEliminarAbrazos Demi querido.
Me gusta eso que comentás, es importante la ilusión.
EliminarY coincide con el final del relato, Paula volvió a ser niña.
Un abrazo, mi estimada Lucía.
No sé de donde salió lo de "Magos". Hace poco leí una historia sobre el cuarto rey mago, el astrónomo Arbatán que pretendía regalar al Mesías tres joyas: un zafiro, un rubí y una perla (se estiró más que los Reyes con su incienso y la mirra) pero se perdió por el camino. La última de las joyas, la perla, decidió entregársela a una esclava que iba a ser juzgada a pocos metros de donde acababa de ser crucificado Jesucristo.
ResponderEliminarSaludos, Demiurgo!
Borgo.
Tal vez de nadie individualmente, sino con las diferentes transcripciones de la historia. Algo he repasado, buscando en google. Me encontré con la historia de Arbatán.
EliminarSaludos, Borgo.
El mejor regalo es esa estrella que nos ilumina y nos acompaña, no solo desde el cielo, sino desde el alma, cuando la sentimos tan adentro, y soñamos, y nos inspira, y nos hace tan felices, al compartir nuestras emociones, porque soñar despiertos es un regalo que nos viene del cielo. Y no solo el saber ocupa lugar, sino el sentimiento, la emoción, "el corazón".
ResponderEliminarDivina tu entrada, tan mágica y tan bella, que me ha encantado y me ha llegado muy adentro.
Besos especiales.
Me gusta lo que plantéas. Soñar despiertos, me gusta.
EliminarMe sorprenden las emociones que producen mis relatos. Y agradezco que me lo comentés.
Besos especiales.
Nunca se me hubiese ocurrido de ser visitado por otra versión de mí mismo, uno cuando sueña o piensa se imagina que venga otra persona, alguien importante o querido no?
ResponderEliminarMe gustó eso especialmente del relato, saludos master!
Una versión pasada de uno mismo podría ser como otra persona. Y acabo de recordar una película de Bruce Willis.
EliminarQue bien que te haya gustado. Saludos.
"-…Y esa es la conjunción de Júpiter y Saturno. Fue lo que observaron esos…
ResponderEliminarastrónomos."
Conjución visible en días previos a la Navidad...¿por qué no sería posible que ellos la vieran tantos años atrás?
Gracias por participar.
Bss.
Me gusta que cites ese fragmento.
EliminarY parece que fue lo que ellos vieron, es una teoría aceptada.
No fue fácil, pero llamé a las musas. Y se hicieron presentes.
Besos.
Tiene su lado tierno esa visita del pasado, y es que la infancia tiene la cualidad de mirar todo con ojos nuevos. Hay deseos que ya forman parte de una personalidad y esta del propio futuro.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte, Dem.
Mil besitos y muy feliz finde.
Parece que ha gustado. Y explicás bien el motivo.
EliminarEso es un logro para mí.
Que tengas un muy buen fin de semana. Mil besos.
Bien aprovechado el momento de la conjunción para esta historia.
ResponderEliminarPaula Lowell es un personaje que me encanta, ya te dije que la imagino como Jodie Foster en Contact.
Estuve siguiendo la conjunción desde unos días antes, por suerte todos esos días fueron despejados y pude ver como los satélites de Júpiter se iban acercando a los de Saturno (a nuestros ojos, claro). Fue una buena conjunción verlos ahí bailando juntos.
Abrazos Demiurgo!
Me pareció que era compatible con el tema.
EliminarMe lo comentaste más de una vez, es porque es astrónoma. Tal vez influye porque juega un poco a la impostura.
Que interesante lo que contás. Confirma que te agrade el personaje.
Saludos.
Un legado maravillosamente inconmensurable, y que no deja de sorprendernos…
ResponderEliminarQué bonita y enriquecedora profesión…
Muy bonita historia, y con un final “estelar”
Me ha encantado, querido amigo.
Voy regresando poco a poco por los blogs…
Abrazo grande, y muy feliz finde.
Ese podría ser un buen, elogioso, resumen de mi relato.
EliminarEstoy de acuerdo. Con mucha matemática, que puede ser una aliada de lo poético. Me gustó esta calificación para mi relato.
Que satisfactorio.
Y es un placer leerte.
Que tengas un destacado y feliz fin de semana. Un gran abrazo.
Cuando escribimos y en el último momento podemos sorprendernos a nosotros mismos, se produce magia, y esa es la que nos has transmitido.
ResponderEliminarY en esa conjunción de astros existe un romanticismo especial, unas matemáticas que nos conducen los pasos de la vida...
Un auténtico placer leerte,Demi.
Un beso muy muy grande.
Interesante lo que decís, me ha pasado algunas veces.
EliminarMe gusta eso. También las matemáticas tienen su magia.
Y eso implica un gran logro para mí.
Un gran y especial beso.
La realidad cobra otra dimensión según sea cómo se la observa. Puede que la estrella de Belén haya sido la conjunción de dos planetas pero bien puede haber sido válida la interpretación más mágica. Un abrazo
ResponderEliminarEs interesante lo que planteás. La percepción cambia según el punto de vista. Y a lo mejor hay distintas visiones de lo que es mágico.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito, esa noche del 5 de enero pero de 1979 yo nací. Sin duda muy especial para mí madre. Un beso
ResponderEliminarQue bien que te parezca así, que interesante lo que contás.
EliminarSin duda.
Un beso.
y aún hoy seguimos mirando el firmamento en busca de algo inusual que nos sorprenda.
ResponderEliminarpaula lowell tuvo suerte, pues no todos pueden hacer que su sueño de siempre se convierta en su profesión en el futuro. como dicen algunos favorecidos: "me gusta lo que hago y encima me pagan por hacerlo".
saludos.
Es cierto. Y hay quienes lo encuentran.
EliminarEs cierto. Tuvo suerte, como el talento para convertirse en astrónoma. Es un privilegio poder decirlo.
Saludos.
Para pequeños astrónomos, quién sabe qué futuro les espera, tal vez en el espacio.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Tal vez sea lo que decís, ¿por que no? Incluso ya hay telescopios espaciales.
EliminarFeliz día y buen comienzo de la semana. Un abrazo.
¿Y como terminó Hipatia?
ResponderEliminarNo aprendemos más...
Saludos,
J.
Muy mal.
EliminarPor suerte, los tiempos cambian, en algunos aspectos. Tanto que los dos usamos ese termino gnóstico.
Saludos, colega demiurgo.
Con los pies en el suelo y la cabeza en el cielo. Para mí, la astronomía en general e magia, hay tanto conocimiento olvidado...
ResponderEliminarBesotes Demi
Me gusta esa idea, que planteás.
EliminarEs una interesante idea, compatible con el argumento de Paula Lowell.
Besos, Morella.
Gran despedida la que nos dieron Júpiter y Saturno (digo despedida porque ya no alcanzo a verlos en la noche, andan demasiado "cerca" del Sol). Un auténtico regalo de Reyes/Navidad.
ResponderEliminarMala suerte, creo yo, cumplir años en fechas tan señaladas, porque se desdibuja algo la celebración personal.
Besos y feliz año, Demiurgo
Interesante lo que contás, un gran regalo.
EliminarTiene sus desventajas.
Gracias por pasar por acá.
Que tengas un feliz año. Besos.
Hola Dmiurgo
ResponderEliminarParece que Paula Lowell ya sabía lo que quería lograr cuando fuera grande, los regalos especiales que recibió a lo largo de su vida, realizaron de una forma sus anhelos. Una ternura de visita, nina/adulta compartiendo el refulgir de los astros.
Un abrazo y feliz tarde.
Hola, Yessy.
EliminarMe gusta tu visión de relato. Hay quienes lo saben desde temprano que lo que quieren lograr. Muy acertados regalos.
Ese podría ser un buen resumen.
Gracias por tu visita. Un abrazo.
No sabría decirte, cuando miro las estrellas en medio de la nada me parecen indistinguibles de la magia....
ResponderEliminarY sin embargo, dijiste algo muy literario.
EliminarSaludos.