Mientras llega la solución del enigma
pasado, me sumo a la convocatoria, con un relato escrito con escritura
automático, o casi, relato que he titulado…
La fuga de Daídalos
Demasiado lejos queda su pálido y mortal rostro, y
demasiado remotas las nieves de su pecho letal como para que mis ojos puedan
contemplarlos jamás. Pero hay veces en que me llega su susurro, como un helado
viento de ultratumba, debilitado después de atravesar los golfos que separan a
los mundos, y que ha surgido sobre los últimos horizontes de desiertos rodeados
de hielo. Y me habla en un idioma que nunca he oído, pero que siempre he
conocido; y me habla de cosas mortales y de cosas maravillosas, fuera del alcance
de los deseos estáticos del amor. (…)
Pero al oír su susurro lejano y poco frecuente, me
imagino una visión de vastas auroras, sobre continentes más grandes que el
mundo, y mares demasiado extensos para las quillas de las empresas humanas. Y a
veces balbuceo los lazos extraños que nos trae, si bien nadie los recibirá con
agrado, y nadie creerá en ellos, o los escuchará. Y en algún amanecer de los
años desesperados, me adelantaré y seguiré hasta donde me llama, para buscar el
beatífico nado de sus distancias nevadas, para perecer entre sus inescrutables
horizontes.
La Musa De Hyperbórea, 1934
Hyperbórea
Clark Ashton Smith
Como contarían las historias, Daídalos
el inventor llegó a Creta, donde Minos tenía el poder. Daídalos fue recibido
como el gran inventor que era, colmado de honores y vigilado estrechamente, con
el pretexto de protegerlo de sus enemigos.
Construyó un laberinto donde fue encerrado un minotauro. En
eso no mienten las leyendas. Salvo en el detalle que Daídalos lo construyó con
un diseño matemático, con un orden desconocido para los demás. Una precaución,
en que caso de ser encerrado en su propio
laberinto, podría escapar sin demasiada dificultad. Sólo le reveló ese secreto
a Ariadna, hija de Minos, que usó ese secreto para ayudar a Teseo, héroe que
mató al minotauro, como cuentan las historias.
Daídalos fue vigilado más
estrechamente, cuando su situación se hizo más incómoda.
Pero en el pasado…
Había encontrado herida a una mujer de
belleza poco común, una mujer que pertenecía a una raza ancestral, una raza
alada, la estirpe de las sirenas. Que en historias distorsionadas, en algunos
idiomas futuros, se afirmarían que eran mujeres acuáticas. Esta mujer estaba
emparentada con Partenope, la más célebre de las sirenas.
Fue entonces, cuando Daídalos fue
visitado por la mujer alada y el hijo de ambos, Ikaros, que también tenía alas. Muy
diferente a lo que cuentan las historias. La mujer llevó volando a Daídalos,
acompañada por Ícaro.
Pero la vigilancia era muy estrecha. Y
Minos era muy influyente. Los fugitivos aéreos fueron perseguidos por aves de
bronce, que pronto serían exterminadas, demasiado tarde para los fugitivos.
Ícaro guió a un grupo de sirenas, que
se sumaron, para enfrentar a las aves de bronce. La lucha fue cruel. Las aves
de bronce podían desprenderse de parte de su plumaje de metal, convertido en
armas arrojadiza letales. Hubo gritos de dolor.
Hasta
que Ikaros se separó del grupo, para que las heridas fueran rescatadas por las
ilesas.
Daídalos fue llevada a una isla
secreta, por lo menos en ese entonces.
Y ahí las historias se vuelven
confusas. Probablemente, el inventor vivió hasta edad avanzada, construyendo a autómatas
que defendieron la isla de las sirenas.
Ikaros nunca fue encontrado. Puede suponerse
que murió enfrentando a las aves de bronce. Puede suponerse que cayó al mar,
donde se ahogó, llevándose consigo a sus enemigos. La raza que solía dejarse
llevar por el viento, estaría segura un poco más.
Esta es la historia que más se parece a
la verdad, historia que la musa de Hiperborea reveló al algún selecto grupo de
narradores.
Y me quedo reflexionando sobre si realmente existe la verdad. Cuanto de uno ponemos en nuestra verdad.
ResponderEliminarCL
Que buen planteo. Me base en que algunos mitos y leyendas se ha modificado por conveniencias locales.
EliminarGracias por el comentario.
Me ha encantado este libre devenir de imaginación, leyendas y letras impulsivas!...has creado una historia flechada del encanto irreal que pueblan las fantasías clásicas, adaptando la trama al espacio mínimo de un post bloguero jejeje
ResponderEliminarUn abrazo con alas!
=)
Muchas gracias, quería escribir algo al estilo de lo clasico. No estaba seguro de lograrlo. De nuevo, muchas gracias.
EliminarQue interesante que toques temas de mitologia. Cultura general no le caerian mal a nadie.
ResponderEliminarMe ayudaron más de una vez en los relatos.
EliminarGracias por el comentario.
Me gustan tu relatos mitológicos traídos por el vientos egeos.
ResponderEliminarGracias, suceden por curiosas asociaciones de ideas.
EliminarA veces las musas no son tan esquivas.
Muy bien relato, cualquier historia a la que se le añadan toques de mitología siempre es interesante
ResponderEliminarSí, sucede en los comics. Buena observación.
EliminarWooommm!!!!
ResponderEliminarEXCELENTE HISTORIA la verdad me ha encantado y eso de la mitología vaya... muy bien
Muchas gracias por tu comentario.
Eliminar-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió (Borges)
ResponderEliminarBrillante Demiurgo! le hacés honor a tu nombre
No lo recordaba, pero tal vez me haya influido.
EliminarY lo de demiurgo es por Borges.
Todos los bardos mienten, inventan y sueñan.
ResponderEliminarDe la mano de los mitos, como yo he hecho, he volado con Dédalo e Ícaro desde el laberinto, digo que por derecho propio me place creer que está el joven alado en compañía de sirenas, afirmo que Dédalo acabó sus días entre los brazos de la Musa construyendo maravillosos inventos mecánicos muy provechosos, también algún juguete que se mueve con cuerda.
Siempre es grato dejarse llevar por el viento de los mitos, poco importa que no sean ciertos. !Salve!
Como la historia se vuelve confusa, puede suponerse que así sucedió. Dédalo acabando sus día en brazos de la Musa, parece que tengo temáticas recurrentes, que me funcionan. Puede ser lo de los juguetes de cuerda. Que buen comentario.
EliminarHas coincidido con otros amigos en utilizar la mitología para tu relato, en todos los casos creo que han quedado excelentes escritos.
ResponderEliminarLo has escrito con gran habilidad con ese toque de fantasía que te caracteriza. ¡Salve a los alados!.
Un beso al vuelo.
Salve a los alados. Así que tengo un estilo. Gracias.
EliminarLo bueno de las historias mitológicas,es que cada pueblo, cada raza, añade o quita...Segun sus creencias, o conveniencias, pero todas son deliciosas para leer, o contar. Me gusta tu jueves.
ResponderEliminarBesos amigo.
Gracias, me gustan los mitos.
EliminarVientos mitológicos han soplado por aquí. Qué bueno, cuando una puede recrearse, mezclarse con lo cierto y lo incierto, con lo que más nos gusta creer de cuanto ha llegado a nuestros oídos en base al tiempo y las leyendas, y ese toque, personal, que uno puede otorgarle. Muy bien contado!
ResponderEliminarBesos al viento!
Gaby*
Mi proposito era darle un toque personal a un mito. Parece que funcionó, segun los comentarios de tan buenos lectores.
ResponderEliminar¿La mezcla de mitologías crea una mitología nueva?Buen trabajo. Un abrazo.
ResponderEliminarPuede ser. Bien planteado. Gracias.
EliminarUn toque muy personal que da un nuevo giro al mito. Me ha gustado, siempre simpaticé con Ícaro y este final me parece más adecuado para quien se atrevió a soñar. La mitología parece invitar a no buscar el imposible.
ResponderEliminarAbrazos.
Me pareció que merecía algo más heroico.
EliminarGracias por el comentario.
Si esto fuera una empresa, alguien diría que esto es innovar porque has creado una nueva mitología mirando hacía atrás y hacia adelante.
ResponderEliminarUn abrazo emprendedor
Gracias por el comentario, mi pretensión era darle un papel más heroico a Icaro, menos ingenuo. Y darle participación a las sirenas. Gracias por el comentario.
EliminarUn mito está formado por todas las versiones que existen de él, así que ésta se suma al gran concierto de la saga de Dédalo.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Gracias por tu comentario. Buena definicion del mito.
Eliminar¿Como llegaste a mi blog?
Llegué a tu blog porque una amiga (creo que neogéminis) me lo indicó como uno de los buenos dentro del alicaído mundo virtual.
EliminarPor cierto, acabo de leer en el blog de Magah que dijiste que tenés más seguidores de los que merecés, me sentí tocado por ser el último que se apuntó, no querría incomodarte o afectar el concepto que tenés de vos mismo, así que me quito. Jamás querría molestar.
Otro abrazo.
Me da curiosidad como tengo nuevos lectores, gracias. Por ejemplo, ahora me entero que me recomendó Neogeminis. Me alegro porque valoro su opinión.
EliminarCreo que hubo un malentendido. No lo dije por nadie eso de que tengo más seguidores de lo que merezco. Fue por un momento de autocritica, que tengo. Nunca sé si es bueno lo que posteo. Pero suele gustar a los buenos lectores que tengo.
Gracias por tus comentarios. Valoro lo de tener seguidores.
Un saludo.
Bien pudiera ser así la historia o leyenda mitológica y no como nos la han explicado. Tienes mucha imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo
Los mitos ayudaron, desencadenaron una asociación de ideas.
EliminarLos mitos tiene más de una versión, así que podría ser.
Gracias por el comentario.
Una historia sumamente interesante y totalmente nueva para mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta hacer conocer historias.
EliminarGracias por el comentario.
Fantasía y mitología unidas han recreado una historia que en su contexto es perfecta, estos dioses alados invitan a soñar.
ResponderEliminarabrazos
Muy buena definición. Gracias por aplicarla a mi relato.
EliminarIcaro volando, tan alto, tan alto... me has recordado a la canción de Aute y eso es bueno :)
ResponderEliminarNo es la musica que escucho pero gracias por tu comentario.
EliminarTejes un relato interesante haciendo uso de la mitología y la imaginación (serán lo mismo?) Disfruté leyendote.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Gran elogio que recibo.
EliminarMuchas gracias.
Me encantan tus relatos,que habilidad para narrar historias. Un besote.
ResponderEliminarEs interesante que tan buenos lectores piensen que tengo habilidad. Hay lectura, temas que tomo prestados.
EliminarGracias por el comentario.
Desafortunadamente, me hago un lío considerable con la mitología y la ciencia ficción, creo que cuando ellas están aquí un servidor se encuentra en Hiperbórea, y viceversa :( Aún así, tu relato me ha entretenido e interesado :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Está bien, si te interesó y entretuvo, para mí está bien.
EliminarGracias.
Que bonito!!!! cuanta imaginación, nada que envidiar a los clásicos, pobre hermanas mías, claro que yo soy del mar y no tengo alas si no escamas, puede que algunas acompañaran a Ikaros al fondo del mar y de ahí vengamos las sirenas acuaticas, mmmm, me haces un favor?, puedes seguir investigando?, así vienes luego y me lo narras al oído, a ver si averiguo de donde vengo ya que no se a donde voy, jejeje, miles de besosssssssssssssss
ResponderEliminarEso sí que no lo esperaba. Es decir, he recibido elogios, pero no bonito. Gracias. Una teoría parecida fue planteada en la película She creature, con Carla Gugino, donde tu especie es mostrada como peligrosa.
EliminarTal vez tu especie haya rescatado a Ikaros y tus hermanas aladas. Vaya a saber. Tal vez investigue algo, o me lo revele la musa de Hiperborea o alguna otra.
Que buen comentario.
Haces una buena mezcla, desde luego leerte es sumergerse en un otro universo,ni por asomo se me ocurren estas historias, esto es lo bueno de leernos, uno aprende de los otros, me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ayudaron los mitos, y tal vez el cuento Asterion, que alguien mencionó antes. Me gusta que te haya gustado.
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