Va mi relato para mi propia convocatoria.
La Reina de los Espejos
Octavia estaba en su despacho, dentro de la mansión de la Facción
Fantaso, junto con Marco Casio Murano, su aliado y amante. Hablaban de diversos
temas.
-Todavía me ocultan algunos secretos oníricos, como los revelados Lilith Blue. Que hasta atrajo Atal Ulthar, el padre de
Duality.
-Octavia, conozco esa historia. Tu amiga tuvo un fin trágico.
-Pero la muerte no es el fin, con ciertos conocimientos. –agregó Octavia-
Lilith debe de estar en el Plano Onírico, adorada por Atal Ulthar.
-Rivalidad entre mujeres. No es nuevo. Voy contarte una historia con
repercusión en el presente.
“Hace algunos siglos, vivió una reina llamada Greta. Con una belleza
majestuosa, aire de misterio.
Algunos años después de su coronación, decidió casarse con un noble, que
tenía una hija llamada Rachel.
Greta la educó para obligaciones reales. Y Rachel aprendió demasiado bien.
Cuando el rey consorte murió, Rachel planificó un golpe de palacio.
Cuando Greta estaba en su estudio de alquimia, unos esbirros irrumpieron.
Cuando salió del estudio, custodiada por guardias, su caminar había perdido
elegancia.
Rachel la obligó a bailar al ritmo de la música de palacio. Y se burló del
dolor de Greta, en cada paso de baile. Luego de divertirse, hizo que la
llevaran a una celda inhóspita.
Greta fue rescatada. Y llevada a un palacio oculto...de la Sociedad de
los Espejos. Sí de la Sociedad Secreta a la que pertenezco.
Greta fue confirmada como socia y le asignaron un rango superior al de
Guardián Interior. Le dieron un espejo mágico de observación. Con la Sociedad a
su favor, logró recuperar su trono. Rachel abdicó, siendo vigilada.
Greta se casó con Guardián Interior. Tuvo una hija, cuyas descendientes
fueron nobles. Algunas se casaron con Maestros Vidrieros, quienes tenían privilegios
como esos. Y eso originó mi linaje”.
-Murano, me asombra que seas su descendiente. Pero no entiendo el sentido
de la historia.
-¿Alguna vez te preguntaste por qué nos
caemos?
-Para que podamos aprender a recuperarnos.
-Eso dicen,
Octavia. Pero también para descubrir en quién para evitar algunas caídas. Y acá
estamos los dos, para respaldarnos mutuamente.
Y en ese día,
Octavia y Murano pensaron en algunos planes.
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