Este es el tema propuesto por El Tintero de Oro:
- Tema: Un relato donde un personaje
destape la corrupción de un gran estamento.
- Extensión: Máximo 900 palabras.
- Plazo: Del 1 al 15 de diciembre de
2024.
- Participación: Abierta a todo el mundo y parte
del exterior. Eso sí, deberéis contar con un blog donde publicarlo y
añadir el enlace en los comentarios de esta entrada.
- Votación: Los autores participantes deberán
votar siete relatos otorgando siete puntos al que más os guste; seis, al
segundo; y así sucesivamente. Se enviarán por correo electrónico a eltinterodeoro@hotmail.com del
16 al 25 de diciembre. No enviar los votos supondrá la descalificación del
relato.
- Premios: El 31 de diciembre se celebrará la
Gala de Premios anunciando los ganadores. Los tres primeros relatos
recibirán un diploma digital acreditativo del mismo.
- Importante: No utilizar inteligencia
artificial o cualquier otra herramienta de ese tipo para la creación del
relato. En el caso de detectarse, el escrito será eliminado.
El precio del
silencio
Palas, en el
Cinturón de Asteroides. Un lugar de intrigas y de espionaje, propicio para el
trabajo.
Soy Eón Parsec,
detective del ciberespacio, En mi
oficina virtual, ambientada con el estilo de género policial, estaba recibiendo
al desagradable Germanio Gaiger.
-…un contador
glorificado, que tiene el control de cierto laboratorio, en que fui empleado de
seguridad.
-Parece que tiene
un informe sobre mí, señor Parsec.
-…Y por su manejo
de presupuesto, hubo una falla de seguridad, que dejó escapar una plaga
biotecnológica.
-Un informe
tendencioso.
-Y por eso estoy
acá, mientras mi cuerpo está congelado. ¿Así por qué pensó en contratar a
alguien que no está agradecido?
-Me han dicho que
es competente y cínico.
-Competente, sí.
Cínico, no. Sino alguien que renunció a la inocencia.
-Con eso me basta –fue
su respuesta- Quiero contratarlo para que rescate a mi hija Megara. Y lo antes
posible…
Con impaciencia,
arrojó una carpeta virtual sobre mi escritorio, también virtual. Toda una serie
de datos pasó por mi mente, en forma vertiginosa. Ventajas de la virtualidad.
-Podría ser un
rapto romántico…planeado por su hija –comenté- Una forma de rebelión filial.
-También me
hablaron de sus aficiones literarios –respondió molesto Germanio Gaiger, el
contador- Mi hija es una idealista, que se apropió de información confidencial.
-Que no debe caer
en las manos equivocadas. El contrato usual en Cíber Aúreos más gastos.
-El contrato usual,
si hay resultados.
Con descontento,
acepté el contrato. Lo siguiente fue hablar con Dina Newton, mi secretaria.
-Dina, tenemos un
cliente hostil. Por lo que necesito que me contactés con Gaia Gaiger, la jefa
tiene que saberlo.. Y una cita confidencial con Alexa.
-¿Negocios o
placeres?
-Negocios
camuflados de placeres.
Megara era una
ciber comunicadora, exclusiva para ciertos círculos. Con ciertos contactos, la
encontré. No se alegró de verme. Con cierta razón. Irrumpieron unos esbirros.
Los eliminé pero el daño estaba hecho.
Megara había sido
eliminada. O más bien, su avatar, su doble en la red.
-Me siguieron para
rastrearla –le comenté- Un error de aficionado.
-Por suerte, sólo
fue su avatar. ¿Y ahora qué sigue?
-Tengo que
encontrar a la original. Necesito un holo dron y confirmar la cita con Alexa.
Necesito sus contactos con el mundo real.
Me gaste una gran
parte del anticipo en la cita con Alexa, la asistente virtual. Tragos,
habitación de hotel. Luego de la intimidad, ella me habló de sus actividades en
el mundo real, reproduciendo música a pedido, regulando la temperatura y humedad
en habitaciones. Y me dio datos sobre ciertos cambios de hábitos en algunos de
sus contratantes.
-Muchas gracias,
Alexa. Tu ayuda ha sido vital.
Al regreso a la
oficina, Dina me ayudó a conectarme con el holo dron. Un dispositivo que me
representaría en el mundo real. No tenía una apariencia muy humana sino de un
esqueleto con placas extras y cables sueltos. Pero un holograma actuó como
camuflaje, dándome una identidad falsa, recurso de detective clásico.
Me infiltré por
esas viviendas, con estética de los antiguos centros comerciales. Unas
preguntas discretas a gente indiscreta me permitieron a encontrar a Megara. Que
no estaba prisionera, salvo de las emociones.
Tuve alguna
reacción hostil de Nibble, su apasionado admirador. Que neutralicé rápido, con
un cromo defasador.
-¡¿Qué hiciste,
maldito?!
-Ya pasará, Megara.
Estoy con ustedes.
Con cierta desconfianza,
me escucharon. Me presenté como Eón Parsec, el detective contratado por su
padre.
-No es mi padre. Mi madre se casó con él.
-Es verdad lo
verifiqué. Hizo algunas maniobras para alterar ciertos datos.
-Parece que es un
buen detective, Megara.
Un elogio que no
merecía. Había sido usado por un cliente hostil. Y además…
-Tengo mis
conexiones. Les repito que estoy con ustedes. Así que podemos compartir
información.
-Mi nombre es
Megara Volta. Perdí a mi padre muy temprano. Galena, mi madre, se sintió sola y
cometió el peor de su vida. Y ahora está congelada, por recibir contagiarse
cierta plaga.
-Estoy en una
situación similar –contesté- Este no es mi cuerpo.
-Un avatar corpóreo
–comentó Nibble- Nunca había visto uno.
-Son muy caros usarlos.
¿Cuáles son sus planes?
-Difundir toda la
información que tenemos sobre los manejos de las empresas de mi padre,
vigilancia ilegal, fraude en Aúreo Cíber. Fallas de seguridad en laboratorios.
Ya no tendrá sentido para mi padrastro enviar esbirros…o detectives.
Silencio tenso.
-Oigan, estoy con
ustedes. Pero sería un error ir contra lo establecido. Es cierto que ciertas
acciones bajarían, cierta gente tendría que dar explicaciones. Y entonces
recurrirían a un recorte de gastos.
Lo que autorizaría
trasladar capsulas criogénicas. Podrían pasar ciertos accidentes. Accidentes ocasionados
e irreversibles.
Mi sinceridad fue
vital. Megara Volta se abrazó a su amado.
-¿Qué aconseja? –preguntó
Nibble.
-Negociar el precio
del silencio.
Gaiger fue en busca
de resultados y los encontró.
-Primero, no me
gusta ser utilizado como sabueso de rastreo. Segundo, encontré a Megara Volta.
Como su verdadera biografía. No me interrumpa.
Aceptará
acompañarlo en ciertos eventos empresariales. Y luego seguirá con su vida. Sin
temer el ser acechada.
-Parece que tendré
que aceptar ese acuerdo. Pero a cambio de discreción.
-Puedo
garantizarlo. Por el contrato usual y un pago especial.
-¿En qué está
pensando?
-Una fuerte
inversión la investigación contra plagas tecno biológicas. La cura de la madre
de Megara sería algo positivo para todos.
En ese momento me
convertí en el ser más odiado por él.
-Ha ganado…por
ahora.
Suficiente para mí.