Este jueves, un relato: Un convento

La musa de Hyperborea me susurra a veces historias extrañas, para los relatos jueveros. Y me exigen dedicación para escucharla. Y que ponga empeño, en consideración a los anfitriones, como Rhodea Balson, en su primera participación como anfitriona. Esta  temática será con su inspiración, con personajes que han participado una vez.

                                     El legado de Ludovico

Luego de años de preparación me convertí en un detective de asuntos paranormales. Y fui asignado para un área de trabajo que nadie deseaba, con una asistente no muy convencida de serlo.  Nuestra primera asignación fue en un castillo en Italia, propiedad de un escritor, que jamás leí.

Fue muy amable. No mostró los distintos lugares del castillo, que había pertenecido a un tal Ludovico. Guerrero, conquistador. Con una leyenda trágica, de matar a su dama y matarse, lanzando a sus perros contra él. Nos mostró nuestra habitación, porque era una misión encubierta, fingíamos ser una pareja.

Por supuesto ella durmió, con ropa de cama de lo más discreta. Y yo me desvelé sentado en una silla, al lado.

Hasta que me despertó.

- Estamos en la habitación de Ludovico.

- No. Estamos en la misma habitación. Estás teniendo una visión inducida por una fuente anterior. Eso significa un caso.

El paso siguiente fue ir a la habitación. Había diferencias entre la visión de mi acompañante y la habitación. Lo cual nos permitió encontrar un compartimiento secreto, con libros del siglo14 y un mapa.

Mapa que nos guió hasta las ruinas de un convento.

-Tiene sentido Ludovico tuvo una obsesión por un tal emperador llamado también Ludovico, que pagaba generosamente, para copiar libros.

- Hasta que algo pasó en este lugar.

- Sí. Y voy a descubrirlo.

Uno de los manuscritos me guio hasta una entrada oculta tras un espejo. Había una biblioteca, que parecía estar incendiada. Pero los libros estaban intactos.

-Resolví el caso- dijo ella- que había encontrado  otra entrada.

Era una crónica de los sucesos que habían pasado ahí. Demasiadas intrigas por el acceso a la biblioteca, asesinatos mediante un libro envenenado.

Mi bella asistente había encontrado el pasaje usado para dejar entrar a algunas mujeres. En secreto.

- Yo también encontré algo.

Era un libro sobre creación de fantasmas.

Luego de discutir, llegamos a una conclusión.

Los creadores de la biblioteca usaron ciertos ungüentos que producían fantasmas, los visitantes no autorizados veían sus temores materializarse. Lo que no tenían en cuenta es que alguien podría sentir temor a un incendio.

Ludovico supo de la biblioteca perdida. No tenía demasiado interés para leerlos. Pero estaba interesado por aquello que pudiera considerarse valioso. Fundó una clase de sociedad secreta que se reunió en las ruinas. Hicieron reconstruir la biblioteca, usando los ungüentos fantasmales, para mantener el secreto. Fue una imprudencia. El mismo Ludovico fue afectado paulatinamente por un ungüento. Una de las veces en que regresó a su castillo vio materializar su mayor temor. Vio unos perros feroces irrumpir. Ludovico los enfrentó para que no atacaran a su dama, pero no pudo.

- Y entonces la mató, para evitarle una muerte terrible, que él tuvo- concluyó mi asistente- Pero no entiendo sus visiones guiadas.

- Por lo que sé, la sociedad se disolvió y los libros quedaron perdidos. Ludovico se culpó de haberlos ocultados, para especular con su valor. No descansó hasta que alguien entendiera su mensaje. Ahora, podrá descansar ahora se han descubierto esos libros y manuscritos, como las crónicas de Adso de Melk.

-Creo que tendremos que cambiar de alojamiento.

-¿Por qué?

-Sos muy ingenuo, para ser un detective. No creo que agradezcan que dejemos un castillo sin su espectro.