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miércoles, 31 de octubre de 2012

Personajes de Asimov: Elijah Baley- Gladia

En la novela El sol desnudo, las ciudades de la Tierra son subterráneas. Sus habitantes evitan salir al exterior. Hay planetas habitados por descendientes de terrestres, que reniegan de su origen, se consideran espaciales. Elijah Baley, el detective de Bóvedas de acero, investiga un asesinato en el planeta Solaria. Es ayudado por su amigo R. Daneel Olivaw, un robot con apariencia humana. La sospechosa es Gladia Solaria, la muje del asesinado. Porque en Solaria, los habitantes prefieren mantenerse muy lejos unos de otros. Se supone que sólo ella pudo haber estado cerca.  El detective descubre el misterio y se despide con una caricia, algo audaz en Solaria, donde el contacto íntimo es algo restringido, con la vigilancia de los robots.
Gladia es baja de estatura, delgada, con cara triangular y pomulos. Baley frecuentemente sueña con ella, luego de regresar a la Tierra. Sus sueños son sobre la incapacidad de alcanzarla.

Tiene esa oportunidad en Los robots de Amanecer. Elijah Baley es llamado para investigar el “roboticidio” de un  humaniforme  en Aurora. El detective analiza minuciosamente cada palabra que escucha, con la ayuda de R. Daneel Olivaw y R. Giskard Reventlov, otro robot. Se enfrenta a un ambiente hostil y  una conspiración para excluir a la Tierra de la exploración espacial. Se encuentra nuevamente con Gladia, dueña del robot humaniforme.
A Gladia le resulta molesta la presencia de Daneel, por su parecido físico con R Jander Pandell, el humaniforme bloqueado. Si piensan que entre Gladia y el humaniforme…tienen razón.
El detective, tiene muchos factores en contra, como la aversión de los terrestres a los espacios abiertos y la hostilidad que recibe. Los espaciales desdeñan a los terrestres, desconociendo que sus antepasados vinieron de ahí. Pero a su vez, consideran como una semidiosa a la robopsicologoa Susan Calvin, olvidando que era terrestre. Pero el detective vence a la conspiración contra la Tierra. Descubre quien fue el responsable del bloqueo del robot. Y su secreto. También tiene un encuentro romántico con Gladia, descrito algo explicito y literario.
Pero se despiden, porque el detective no es bien recibido en el planeta. Gladia no lo sigue a la Tierra, porque el detective está casado. Aunque ella descubre que puede tener contactos muy íntimos, algo restringido en Solaria. Y que puede darle una oportunidad a un admirador, algo distinto a los demás habitantes.

Robots e imperio transcurre años después. El detective ha muerto. Gladia, que no es tan joven, estuvo casada con quien fue su admirador. Ha heredado a R. Daneel Olivaw y R. Giskard, que trabajan para ella. El pasatiempo de pintar a robots se ha convertido en una actividad, la de diseñar su aspecto externo.
La visita de alguien que será un conspirador, la hace recordar un encuentro romántico con el detective, el segundo y último.
El tiempo ha pasado para el Elijah Baley, no para Gladia, que tiene la expectativa de vida de los espaciales.
En la época actual de la historia, Gladia no es tan joven, tiene más años de los que podría tener un terrestre, pero logra llamar la atención D. G., un descendiente del detective. D.G. es un colono, proveniente de Baleymundo, planeta fundado por el hijo del detective. Es parte de una segunda ola de exploración de planetas, sin robots. A diferencia de los espaciales, de la primera ola, su expectativa de vida es igual a los terrestres y consideran a la Tierra como el planeta de origen con el que están conectados. D.G. tiene aversión a los robots, pero planea comerciarlos. Necesita la ayuda para comerciar con los robots de Solaria, el planeta de origen de Gladia, que ha sido abandonado.
Hay un incidente con Landaree, la exuberante capataz de lo robots, vestida una túnica transparente, como una única ropa…y armada con un látigo neuronal, arma que causa dolor, un desintegrador. A D.G. no parece importarle que se una humaniforme, una androide con apariencia humana. Landaree respeta la ley de no dañar a un ser humana y también la de obedecer ordenes. El detalle es que sólo considera humanos a quienes tienen el acento de Solaria, como Gladia. Además es más fuerte que Daneel. Lamentablemente este personaje termina mal, no vuelve a aparecer.
Gladia es aclamada en Baleymundo.  Un planeta donde son populares los nombres Daneel y Giskard, por ser amigos del detective, y el nombre de su esposa. Pero no se usa el nombre de Gladia, porque el detective nunca creyó que pudiera haber otra mujer igual. Hay una historia de otra conspiración contra la Tierra. Pero puede ser contada en otro momento.
Aun así, aparecen las emociones humanas, muy importantes en las historias de Asimov. Los robots alientan la afinidad, entre Gladia y D.G. Con total éxito. 

jueves, 25 de octubre de 2012

Este jueves un relato: Colores

En una ciudad, un dibujante y guionista es respetado por el ambiente del comic, por su diseño de personajes. Y también envidiado por sus historias, que a veces comparte con otros. Y lo envidiarían aun más, si supieran que le son contadas por una misteriosa visitante.
Tal noche de la semana sabe que será visitado por una mujer rubia, que él cree rubia, esbelta, con un traje estilo felino, enmascarada. No sabe si es buena o mala, no le importa.
Ella suele modelar para él, en distintas posiciones, que le ayudan a bocetar, o a pintar con detalles, en distintos estilos.
Ella le cuenta historias sobre héroes y villanos, también sobre algunos que son como ella. Omitiendo las partes más secretas, como debilidades y dobles identidades, algunos fracasos como el robo de una máscara teatral. Él completa con juegos de palabras.
En apariencia, hay una diferencia entre una mujer que vive las historias y alguien que las cuenta.
Pero tienen en común: el interés por los colores.
Ella le habla sobre el significado que tienen para quienes tienen poderes sobrehumanos. El verde representa el poder de la voluntad, que alguna corporación metahumana usa para enfrentar a otros. Otros que usan el miedo como fuerza, manifestada como amarillo. Algunas veces el verde no puede contra el amarillo. Otros usan el rojo de la ira, el azul de la esperanza, no tan efectiva como la voluntad.  Para complicar las cosas, ese criterio es compartido por todos. Los velocistas, que corren rápido, usan el rojo, sin tener ira. Los que tienen poderes o tecnología congelantes usan el azul, siendo a veces villanos. A veces la piel es de ese color. Una vez le habló de un heroe, que es un dibujante y de una villana que pinta cuadros sombríos que cobran vida.
El historietista le habla de los significados que tienen  en los comics, los distintos colores. Les habla de colores fríos, como el verde, y de colores cálidos, como el amarillo. Les habla de colores tristes, como azules y grisáceos. Y de los colores del miedo, como la gama de azules. Y de colores violentos.
Es un intercambio de experiencias, él tiene historias para compartir y ella adquiere experiencia para que los que son como ella usen trajes con estilo. No sólo es cuestión de poderes y entrenamiento, sino de métodos teatrales. Métodos teatrales, que usa para irse, tan misteriosamente como llega.
Él se queda pensando en que desperdició una oportunidad de conquistarla. Tal vez la semana próxima.
Es un misterio lo que piensa ella.

Retomo un personaje, para la convocatoria juevera.

martes, 23 de octubre de 2012

Personajes de Asimov: Susan Calvin

La obra de Asimov puede ser leída como una saga sobre la historia futura.
El comienzo es Yo, robot, que se plantea como un reportaje a Susan Calvin, cuando tiene 75 años y está a punto de retirarse de su actividad en U.S. Robots  & Mechanical Men INC. Es una científica estereotipada, capacitada para estudiar el comportamiento de los robots,  diseñados para comportarse bajo Las tres leyes de la robótica.
Se sabe que ha nacido en 1982, se graduó en 2003 y se dedicó a la cibernética. Es una robopsicologa (Idea original de Asimov),  le corresponde entender el comportamiento de los robots y su cumplimiento de Las leyes de la robótica. Tiene fama de ser poco humana, el mismo Asimov la describe en su juventud, como una muchacha fría.
Las diferentes preguntas del reportaje van desembocando en distintos relatos.
El primer relato, Herbie, corresponde a 1996, con una Susan Calvin muy joven, más bien infantil, como testigo muy  secundaria. Es sobre un robot sin capacidad de hablar, con función de niñera y los injustificados prejuicios contra los robots.

Otra de las preguntas desemboca en Embustero, historia de ilusión y desengaño.
Por una anomalía en su montaje, el robot Herbie puede leer el pensamiento. A Susan Calvin le asignan estudiar al robot.  Este sabe del interés de su interés por Milton Ashe, el empleado más joven. Herbie afirma que él está más interesado en su intelecto que en la apariencia de una rubia esbelta. La robopsicologa lo cree, incluso se maquillaja, con cierta inexperiencia. Pero un dialogo con Milton Ashe revela que este planea casarse con la rubia.
El robot trata de convencerla que no es real, hasta que ella descubre que se debe que la primera ley, que indica que un robot no debe dañar a un ser humano. Eso incluye a las emociones. En caso de un robot que lee el pensamiento, implica decir lo que se quiere escuchar.
Entonces, le plantea a Herbie que haga lo que haga, herirá emocionalmente a quienes lo consultaron. Lo que deja en un bloqueo irreversible. Y amargamente le dice: “¡Embustero!”

No es la primera vez que la robopsicologa procede drásticamente con un robot.
En Pequeño robot perdido, se experimenta con robots cuya primera ley robótica ha sido debilitada. Hay un robot problemático que se esconde entre los demás. Susan Calvin lo descubre, aprovechando su complejo de superioridad, recomendando su destrucción.





El robot completo es una versión aumentada, con otros como Intuición femenina. Clinton Maradian desarrolla una serie de robots, considerado femenino, por su capacidad de intuición. La versión más lograda, Jane 5, logra localizar una estrella que probablemente tenga un planeta habitable.
Pero un desastre se interpone en el medio. Entonces, llaman a Susan Calvin, que hace una investigación, basándose en la personalidad de Maradian y la reacción a los robots. Pero con cierta maldad, no revela todo el resultado, dejándolos que completen por si mismos la investigación.


Sueños de robot, de la antología homónima, sobre una joven robopsicologa Linda Rash, muy intimidada con la leyenda que es Susan Calvin, que crea a Elvex ,un robot con capacidad de soñar. El robot tiene un sueño repetido en que un hombre reclama por la libertad de los robots. Susan Calvin destruye al robot, cuando contesta que es el hombre de esos sueños. Agradece a Linda Rash por haber descubierto el peligro de que los robots no obedezcan del todo a Las tres leyes de la  robótica y le dice que de ahí en adelante trabajara siempre supervisada.

No siempre es así con los robots. En Lenny, un accidente en una visita guiada, con el propósito de contrarrestar los perjuicios contra los robots, ocasiona que un robot prototipo quede inutilizado. Susan Calvin descubre que puede ser aprovechado para ser estudiado y desarrollar robots versátiles. Pero no le creen demasiado, piensan que es una racionalización, que el robot tiene una función que no tendría para otra mujer.
“- ¿No oíste como la llamó el robot?
(…)
- Mami, te quiero. Mami, te quiero.
Y se oyeron pasos de Susan Calvin, apresurándose por el laboratorio para ir a atender a la única clase de niño que ella podía tener y amar.”

Según Yo, robot, Susan Calvin muere unas semanas después de su retiro.

En el futuro, los personajes la mencionan con admiración. Como R. Daneel Olivaw, que desea haber sido contemporáneo. En Los robots de la Aurora, se la considera una semidiosa, tanto que tienden a desconocer que fue terrestre. Un personaje recuerda el incidente con Herbie.


La película Yo, Robot tiene es diferente, tiene algo de Sueños de robot. Hay una historia policial, hay acción. Susan Calvin es más joven, menos estereotipada, más atractiva y menos protagonista. El protagonista es un detective que no estaba en el libro. Pero es recomendable.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Este jueves un relato: De libros…

En el bar de dardos Kid Bill, Mara Laira se encontró con alguien que no había visto hace bastante tiempo.
- Sí,  hace mucho tiempo que no te veo. Y quería preguntarte por ese conocido tuyo, me llama la atención de la forma en que se hace llamar.
- Ah, ese. No lo tengo claro. Me contó alguna vez que leyó alguna vez algo que decía “la biblioteca es obra de dioses y demiurgos”.
- Entonces, es alguien leído.
- Sí. Le gustan los mitos y la ciencia ficción.
- Entonces, le va interesar la historia de mi llegada a un mundo paralelo. Yo te lo cuento y vos se lo contás.
- Dale.

Tuve un tiempo en tuve interés en los cuentos y novelas sobre un personaje que decía que “una vez que se descarta lo imposible, en lo que queda, aunque improbable, está la verdad. Aunque me interesé más por la ciencia ficción. No tanto sobre esas historias de invasiones extraterrestres, sino sobre viajes en el tiempo, como La máquina del tiempo, alteraciones de la continuidad…

Alguna vez pensé en escribir, pero todavía no logré nada. Por diversión, me interesé en ese tema de computadoras, programación, reparación y algo de diseño. Me contrataron más de una vez en una comiquería, donde no me pagaban mucho, pero tuve acceso a comics, que también trataban sobre mundos paralelos.
Comencé a tener  la sensación de que algo extraño pasaba, nada inquietante, más bien prometedor. Fue entonces cuando mis lecturas me ayudaron. No me sorprendí cuando vi un vórtice. Un momento después tuve un viaje accidentado por un agujero de gusano, junto con unas cuantas historietas, que atenuaron mi caída.
 Por un momento creí que había viajado al pasado. La región o ciudad  parecía de la antigüedad clásica, por lo que supuse que me hablarían en griego o latín. Pero les entendí bastante y me entendieron bastante bien. Ahí me sirvió de cuando se descarta lo imposible…
No era exactamente lo que había pasado. Sucede que se trataba de un mundo paralelo, muy parecido a este, por eso nos pudimos comunicar. Curiosamente, se interesaron por lo comics, de eso estuvimos hablando bastante. Era algo que conocían a medias. Sucede que se dedicaban a analizar evidencias, a cuestionar  lo supuestamente incuestionable. Para eso habían creado esa ciudad o región, que llamaban La Zona Iconoclasta.
- Eso me lo contaste la vez que volviste.  Lo que no me contaste es por que no fuiste bien recibido.

- Cierto. Sucede que en ese mundo paralelo estaba hecho de restos de mundos anteriores, devastados por alteraciones del tiempo-espacio. Que era algo inestable, había muchos vórtices. Pensaban que mi presencia agregaba más inestabilidad. No todos pensaban así, llamé la atención de una mujer atlética, muy atractiva, que era la preferida de todos. Fue ella quien empezó a llamarme El Viajero Interdimensional.

- ¿Se llama Atalanta?
- ¿Cómo adivinaste?
- Supuse que tenía un nombre mítico.
- Supusiste bien. Tienen mitos muy similares a los mitos la antigüedad clásica. Por alguna coincidencia, ella tiene algunos elementos en común con la Atalanta de los mitos. Ella insistió para que yo pudiera volver cuando me expulsaron la primera vez. Pero sería largo de contar.
- Parece una historia de ciencia ficción. ¿Leiste a Philip Dick?
- Sí, pero más a Asimov, en novelas como El fin de la eternidad.

En ese momento, llegó la mujer atlética que El Viajero Interdimensional había descrito. Lo sorprendente es que su llegada no sorprendió como se podría haber supuesto. También que Mara Laira la conocía, en cierta forma. Era algo que El Reinicio no había borrado. Esa es una historia que tal vez se cuente en otra ocasión.

...que pude hacer. Incluí en esta historia algunos libros que he leído, ya sea mencionados o aludidos. Espero no haber fallado en esta convocatoria juevera.

martes, 9 de octubre de 2012

Un truco de demiurgo

…y si El Reinicio (1) tiene consecuencias molestas para mí, lo es aun más para Mara Laira, que tiene que afrontar una alteración en su pasado. Como parte de la búsqueda para recuperarlo o adaptarse a la nueva continuidad, Mara Laira fue a un lugar que recordaba: el bar de dardos Kid Bill. Tal vez no le entusiasmaba demasiado ese lugar, pero recordaba haber descargado su ira.
Entonces fue reconocida por alguien, que había hablado con ella de pronósticos deportivos. Había alguien más que ella no conocía. Fueron presentados.
Interlocutor: - Les estuve hablando de la vez que me mandaron por email 4 pronósticos acertados. Y me explicaste de que se trataba de un truco. ¿Te acordás como era?


Interlocutor: - ¿Podrías explicárselo?
Mara Laira: - Lo primero es tener un interesante número de personas, podrían empezar con 1024, con interés en los resultados…
 Interlocutor: - Eso me lo acuerdo.
Mara Laira: - El siguiente paso es enviar 512 correos con un resultado, y 512 con otro.
Interlocutora: - Pero 512 estarán mal. No tiene sentido.
Interlocutor: - Siempre tan negativa. ¿Y ahora que sigue?
Mara Laira: - Enviarles correos a los 512 que recibieron los pronósticos correctos, 256 con un resultado y 256 con otro. Y así uno tercera y cuarta vez. Así 64 de los 1024 originales habrán recibido 4 pronósticos acertados, en forma consecutiva.
Interlocutora: - Ya entiendo, 64 personas crearan que quien envió los pronósticos es infalibles.
Interlocutor: - Pero sólo es un truco de demiurgo.
Mara Laira: - Buen título para un articulo.

Epilogo 1
Mara Laira: - Esto tuvo algo de ingenio. ¿Fue idea tuya?
Demiurgo: - Lo vi en Científicos industria argentina y en un capítulo de Los Simpsons?
Mara Laira: - Eso me pareció. Mi memoria está funcionando bien.

Epilogo 2
Es el momento para revelar que el personaje de Mara Laira está inspirado en al menos dos mujeres de los medios. Y tal vez alguna de ficción. Podría revelarlo. Pero antes quiero consultar si prefieren saberlo o si prefieren mantener cierto misterio.

(1) Es la manera que tengo para referirme a la perdida del blog anterior, y de entradas que no me tomé la precaución de guardar, como la fecha de la primera aparición de Mara Laira. Este posteo ya apareció una vez, pero me pareció un principio para recuperar el pasado de Mara Laira.

jueves, 4 de octubre de 2012

Manual de Zonceras terrestres: sentido común (Refutado por la cinta de Moebius)

Hay algo que suelo denostar, se trata del sentido común. Hay quienes le tienen confianza y reclaman su uso.

Gran error. Tengo varios ejemplos.
Según el sentido común, los objetos pesados caen más rápido que los objetos livianos. Galileo Galilei fue el primero en demostrar experimentalmente que, si se desprecia la resistencia que ofrece el aire, todos los cuerpos caen hacia la Tierra con la misma aceleración. En una cámara de vacío todos los cuerpos caen hacia la Tierra con la misma aceleración, independientemente de su masa.

Y hay algo más que puede refutarlo.
Según el sentido común, cualquier superficie plana, como una hoja, tiene 2 lados. Si se toma una cinta de papel y se pegan extremos, el resultado es una superficie de dos lados.
Pero si se toma una cinta de papel, se le da media vuelta y luego se pegan ambos extremos el resultado es, una superficie de un solo lado. Esto se conoce como cinta de Moebius.


 El astrónomo August  Ferdinand Moebius fue quien realizó los primeros trabajos sistemáticos en la topología. Esta especialidad estudia las propiedades  de un objeto que permanecen constantes al margen de las distorsiones que sufra el objeto.
Si se corta la cinta de Moebius a lo largo, por la línea central, el resultado es una cinta grande, no dos cintas. Si alguien lo pone en duda, puede hacer la prueba.
Pero si se corta siguiendo una línea que pasa a un tercio del ancho, se darán dos vueltas y el resultado es una cinta grande y otra chica, entrelazadas. La cinta chica puede cortarse por la mitad para obtener una cinta grande, aun entrelazada con la otra.




La botella de Klein (por El matemático Felix Klein) es unilateral como la cinta de Moebius,pero no tiene bordes.

El sentido común puede llevar a conclusiones equivocadas. Puede significar no ir más allá de lo conocido y perderse hechos interesantes.