Etiquetas

viernes, 18 de octubre de 2024

Este jueves, un relato: ¡El Lobo Feroz!

 

Nuria de Espinosa nos presenta el siguiente reto:

 

Convocatoria juevera, cada jueves un relato, 17 de octubre: 

           ¡El Lobo Feroz!

 

La leyenda del lobo feroz ha sido contada a lo largo de generaciones: un ser astuto, temido y lleno de misterio. Pero ¿es el lobo realmente el villano que todos creen? ¿O detrás de sus afilados colmillos hay una historia que aún no ha sido contada? Te invito a reimaginar este icónico personaje. Queremos conocer tu versión del lobo feroz: puede ser un depredador, una víctima, un héroe inesperado o incluso algo más allá de la imaginación. Todo vale, siempre que el lobo se mantenga en el centro de tu historia.

Extensión máxima 350 palabras, si es posible y no afecta al relato para hacer más amena la lectura de los participantes.

Esta es tu oportunidad de darle una nueva vida al lobo feroz. Atrévete a desafiar los cuentos y a mostrar la cara oculta del lobo. ¿Estás listo para contar su historia?

¡Espero tus aullidos literarios!

 

 


En piel de lobo

En una noche tenebrosa, una pálida y sombría adolescente levita, sosteniendo un abrigo, con una capucha.

--Soy Letanía, una anunciadora de muerte. Y también una narradora de cuentos inquietantes.

Les contaré una historia que empieza un viernes…

 

 Lobo tendió una piel de lobo en la tierra. Pronunció unos conjuros que sólo funcionan con séptimos hijos varones. Y luego se arrojó sobre la piel, sobre la cual dio varias vueltas

Se transformó en  un lobo repulsivo, sin cola, pelo largo sucio. Con salvaje voracidad, fue en busca de inmundicia, presas fáciles, tal vez algún cadáver.

 

 

Ella era una adolescente, vestida con un abrigo con caperuza, color rojo, que se chocó con Lobo.

-¡Caramba! ¿Qué hace una chica tan sola y tan distraída en este bosque? Están los Especulares, podrían llevarte.

Miró al ser, que andaba encorvado, casi en cuatro patas. Y le contestó:

-¿Te conozco?

-Creo que no. Me llamó Lobo.

- Yo soy Ingrid Rojas. Tengo que llevarle comida a mi abuela. Está tan sola en esa cabaña. Y tengo miedo por ella.

-

-¿Por qué la dejaron sola?

-Se está escondiendo. La acusaron de ser bruja y de colaborar con los Especulares.

Lobo se ofreció a proteger a la abuela de Ingrid, hasta que ella llegara. Era un lobizón, sólo devoraba cadáveres. Ella le explicó el camino.

 

Lobo irrumpió con facilidad en la cabaña. Y se sorprendió al ver una mujer más joven de lo que esperaba.

-Supongo que vas a comerme, lobizón.

-Ahora no estoy convencido pero sos una bruja, estás maldita. Y sólo puedo comer a los malditos.

-Dame una oportunidad –dijo la mujer, seductoramente.

Lobo la abrazó, la besó en la boca. La saborearía antes del final. Ella lo abrazó, pasó una mano por la espalda. Y entonces le clavó un pedazo de vidrio, en el cuello.

-Vidrio de plata –dijo ella

Lobo cayó muerto. Y recuperó su forma humana, quedando envuelto con piel de lobo.

 

-Muy bien, Lydia. Conseguiste la piel –Ingrid Rojas, que llegaba a la cabaña- Ya estaba cansada de esta capucha.

--Y de personificar a tu abuela joven –contestó Lydia, transformándose en una mujer más joven, de ojos grandes.

 

Ingrid se quitó el abrigo y tomó la piel de lobo, en la que se envolvió.

- Ahora que tengo la piel de un lobizón, seré Saga Sigrid. El ama de las pesadillas.

 

Letanía concluyó:

-Y fue así como surgió Saga Sigrid, la bruja de las pesadillas. Con la ayuda  de Lydia Corman, la intrigante cambia formas.

 

Más lobos feroces en Bitácora literaria

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario