“Buen domingo,
juever@s!
Luego de
agradecer a la querida Nuria por el pase, nuevamente me corresponde organizar
la próxima convocatoria y esta vez se me ha ocurrido elaborar una especie de collage
de palabras elegidas al azar que deberán incluirse (todas o la mayor cantidad
de ellas) dentro de una trama literaria cuyo tema, género y estilo serán de
libre elección. Recuerden destacar visualmente los vocablos utilizados
para evidenciar su inclusión.
Como siempre a
partir del miércoles podrán ir publicando sus relatos intentando no sobrepasar
las 350 palabras, avisándome y encabezando el post con el título y la imagen
cabecera que les dejo e invitando a leer todos los aportes que iré enlazando a
partir del jueves en una lista de participantes. Recuerden sostener el
intercambio de atenta lectura y comentarios.
Espero les
divierta e inspire la idea”.
La enviada de Urania
Bienvenidos
al laberinto de la imaginación, en que se materializan los pensamientos, como
imágenes y sonidos. El laberinto de La Dimensión X.
En la medianoche, una mujer pelirroja ajusta
su telescopio, para mirar las estrellas. Contempla las estrellas,
interrumpiéndose sólo para disfrutar de almendras.
Ajusta los controles del telescopio y exclama:
-¡La constelación de Cetus, la ballena!
Tan concentrada está contemplando un fragmento
del Universo que nota a otra mujer. También pelirroja pero de menor
estatura. Es Dana Serling, quien empieza a contar;
-Paula Lowell, Doctora en astronomía,
conductora de un programa de televisión. Persiste en su soñar, el
contagiar su pasión a sus televidentes, para que se suban sus terrazas, a ver el cielo. Pero pronto
ese disfrutar terminará, debido a ciertas injusticias.
Y entonces usará un recurso secreto,
relacionado con la Dimensión X.
Al día siguiente, Paula Lowell está grabando
un programa especial sobre la historia de la astronomía.
-…Y esos primeros astrónomos serían conocido
como magos.
Pausa. Fito Cromo, productor del programa, se
acerca para hablarle. Tiene cara de preocupado.
-¿Qué tan serio es? –pregunta Paula.
-Muy serio. Las nuevas autoridades en el canal
dicen que tenemos poco rating. Y nos reemplazarán por un programa de Mila
Milanga.
-Podría ser peor –suspira Paula- Me gustan su colección
de disfraces, el gótico, el oriental.
-No, Paulita. Mila Milanga es terraplanista. Y
quiso invertir en el canal, para contrarrestar el mensaje científico –contesta
Fito Cromo, con un gesto de disgusto- Me ofrecieron ser el productor
pero…
-Acepta, Fito. De algo tenés que vivir,
aunque no te gusta.
-No hay nada de delicadeza en ella,
tiene un instinto agresivo. Quiere que sea inmediata su posesión
de este estudio.
Unos días después, Paula Lowell está en su
casa, mirando el programa de Milanga, hermosa según la visión masculina. Eso no
la molesta, sino el mapa terraplanista que presenta, sin el mínimo sentido.
-¡No! Ese océano no está ahí.
Paula Lowell va hacia un armario. Abre una
puerta, donde hay un cofre. Resiste la tentación de abrir. Pero sucumbe.
Abre el cofre, pulsa un botón. Aparece una mujer de piel olivar, con una
fragancia marine, un aroma a frutas.
-Soy una enviada de Urania, musa de la
ciencia. Concedo a deseos a quienes tengan el legado ¿Cuál es tu deseo?
Paula Lowell señala hacia el televisor.
-Es un problema mayor que lo que
pensás. Pero voy hacerme cargo.
En el canal, Mila Milanga concluye.
-…Y es un argumento más para desmentir la
mentira de los científicos.
La enviada de Urania se materializa entre
cables, que están sobre Mila Milanga. De
sus manos surgen rayos que los cortan.
- La Tierra es
plana –concluye la terraplanista.
Y en ese momento, es aplastada por una
lámpara.
Corte por emergencia.
Paula Lowell se sobresalta, a ver a la
aparición, de regreso.
-Ya está solucionado. Darán indicaciones
para que haya medidas de seguridad más efectivas.
-No debería decirlo –contesta Paula- Pero gracias.
Viendo a través de un telescopio, Dana Serling
concluye.
-Una científica de mansas costumbres,
Paula Lowell, revela un lado oscuro, conectado con la Dimensión X.
Más collage de palabras en
Neogéminis
una terraplanista aplastada... jajaja.
ResponderEliminarmi imaginación se fue a los dibujos animados de looney tunes. me imaginé una terraplanista que al ser aplastada termina tan plana como una pizza. al final murió en su ley. no se puede quejar, je.
saludos.
Me sorprende ese jajaja. Y me alegra.
EliminarMe halaga esa analogía. Casi que visualizo lo que imaginaste.
Es cierto, murió en su ley.
Saludos.
Y la dejaron plana, jeje, pero a ella, no a la Tierra.
ResponderEliminarLa medida fue un poco drástica, pero efectiva.
Besos
Parece que este relato despertará risas.
EliminarA ella sí pero a la Tierra, no.
Besos.
Te has lucifo. Demiurgo y lograste cumplir el reto con creces. Me cuesta creer que, como ñas brujas, los terraplanistas existen. Aunque nos cueste creerlo jaja. Un abrazo y muchas gracias por sumarte
ResponderEliminar¿Nada menos? Me gusta haberlo logrado.
EliminarIncluso creo más que que existan las brujas, tiene más sentido.
Es un gusto sumarme a tus convocatorias.
Un abrazo.