Moly del Canyer nos presenta este reto
“A
veces pienso en la enorme diferencia que existe entre los niños de hoy en día y
entre los que vivimos en décadas anteriores y una especie de pena y añoranza se
posa en mí. Ya sé que en los jueveros hay personas de diferentes generaciones,
por eso he elegido imágenes antiguas de juegos con y sin juguetes. Porque hoy
mi propuesta se centra en estas imágenes que dejó a continuación y que cada una
de ellas representa un juego. Lo dejo a vuestra elección, vuestro relato se
basará en el juego que elijáis (bueno relato, poema...) Así es como hoy os
invito a jugar y ¿cómo se juega? Pues....
¡JUGANDO!”
Sombra
en la noche
Era de noche, en la mansión de la Facción Fantaso, de la Sociedad
Onírica. Octavia estaba inquieta, estaba amenazada por la Facción Fóbetor.
Oculto entre las armas de un árbol, Erekon observaba a esa intrigante y
bella mujer.
-Ya llegué. Podés volver con tu amiguita- dijo una mujer.
Era Duality, la mujer felina. Quien trepó al árbol, con agilidad felina.
-Gracia, hermanita –contestó Erekon- Pero tengo que quedarme.
-¿Tanto te gusta Octavia? Pensé que preferías a La Amante del Bosque.
-Yo la llamo Fresia contestó Erekon-
Estuve con ella, me regaló el poder de la invisibilidad.
-¿Tenés un poder? Tenés que contarme de eso.
-No sé qué recordás de esos años con nuestros padres. Para mí fueron los
mejores tiempos. Recuerdo cuando jugamos juntos a la escondida.
“Me ganabas siempre, porque te trepabas a los árboles, te escondías
mejor. Y la vez que te encontré, debajo de una mesa, fuiste más rápida que yo. Eso
me hacía enojar. Pero cuando…, comenzaron a ser momentos felices.
Y luego llegaron los peores tiempos, cuando nos separaron para
protegernos.
La educación que recibí consistió en un entrenamiento, para llevarme al
mayor potencial. Era riguroso, sin palabras amables, me desviara nada que del entrenamiento.
Recordé nuestros juegos, para ocultarme. Y me encontraron enseguida.
Lo que logré fue recibir entrenamiento, en camuflaje, sigilo, acechar sin
ser visto. Y un día me convertí en un vigilante nocturno.
-Y así te encontré, invadiendo mi territorio –acotó Duality.
-Fue cuando me comenzó a molestar ser sólo un humano. Pero Fresia…
La historia quedó interrumpida por la irrupción de enmascarados, que
podrían haber sido humanos. O algo distinto.
La mujer felina se arrojó del árbol, seguida por Erekon. Duality golpeó a
los esbirros, los rasguñó, haciendo que se esfumara. Alguno levantó su espada,
en forma amenazante. Y entonces, se interpuso Erekon, quien lo atravesó con una
de sus espadas. Luego eliminó al resto de los enemigos, sin que ninguno
intentara defenderse.
-No está mal para un humano. ¿Cómo lo hiciste?
-Es el regalo de Fresia. Puedo ser invisible para ciertos seres, que están
entre nuestros enemigos. Aunque no funciona con los humanos, necesito ese juego
de la escondida, que es el sigilo"
En la mansión, Octavia escuchó gritos. Se acercó al ventanal. Y vio a
esbirros de la Facción Fantaso, esfumarse, al ser vencidos por Duality. Y
alguien que no llegaba a ver, oculto entre sombras.
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