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viernes, 10 de enero de 2025

Este jueves, un relato: Ensalada de pimientos

 

Desde su blog, Mari nos presenta este reto:

“Para este jueves 9/01/2025 les traigo como propuesta "Ensalada de pimientos" y a que voy con esto: les propongo que elijan un pimiento o más si quieren y deben incluirlo en el texto que desarrollen, la historia puede o no ser referida a la cocina pero en ella debe estar incluido el pimiento en cuestión y una leve descripción de sus características particulares. Dejen volar la imaginación y veremos que surgen de estos sabores dulces, picantes, de los colores, texturas, aromas, etc... En lo posible no excederse de las 350 palabras y a medida que me vallan pasando los relatos los iré cargando en la lista”.




 La actriz y la bruja

Anya, la actriz, estaba en un hotel de Francia, esperando que alguien la guiara a ese lugar misterioso, que no sabía que existía más allá de algún relato de terror.

Se debía a su primera película, basada en una leyenda sobre brujas, que se había relanzado. Algo que se había especificado en los títulos de la película, para evitar quejas. Pero  había sido suficiente.

Estaba inquieta, a la vez ansiosa, cuando recibió un llamado a su habitación. Anya conocería a una bruja auténtico.

 

Y ahí estaba Sephora, con ropas que podría tener una bruja en el cine, con el estilo. Una mujer morena con un báculo, con atractivo misterioso.

-Podemos hablar en castellano –le dijo Sephora- Lo aprendí de alguien que fue mi pareja, un franco argentino.

-¡Es como yo! –comentó Anya- Tiene más de una nacionalidad.

Sephora sonrió.

 

Sephora guió a la actriz por ese laberinto, que era el bosque. La bruja usaba su báculo como un bastón, hasta que llegaron a una cabaña, muy cómoda.

-Anya, no hechizo a la gente, soy más una boticaria. Y tengo alguna habilidad que puede interesarte.

Anya siguió a Sephora hasta una huerta, con pimientos morrones, con creciente interés. Sephora fue un vértigo cocinando, ingredientes como morrón, cebolla, carne cortada a cuchillo, amasando una masa. Y luego la fritura de…unas empanadas.

Anya se quiso disculpar pero Sephora dijo que las probara.

-Nunca comí esas empanadas tan… ¿Cómo sabías que me gustan?

-Todavía me entero de algunas cosas. Y quien te mencionó  me visitó, me contó varias cosas del mundo exterior.

-¿Me das la receta? Es para mi familia.

Sephora sonrió.

-Es más de intuición de bruja que de receta. Pero el secreto está en elegir el morrón.

Las dos se quedaron conversando.

-Creo que aprendí mucho sobre las brujas. ¿Podrías acompañarme al hotel?

-¿Ya te vas, Anya? Preparé postre. Y antes de que preguntés, no tiene manzana. Sino…dulce de leche.

Y fue así como Anya tuvo una impresión positiva sobre las brujas.


Más pimientos en Hacia el último escalón de la magia…

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