Me sumo a la propuesta de Sindel, con
la palabra hojas. Y con la palabra musa, de alguna semana anterior.
Entre quienes aspirar a dibujar o escribir, a partir
de propias experiencias, plasmar visiones oníricas, está el temor de las hojas
en blanco.
Un temor que se evade cuando las manos se deslizan
sobre el teclado de una computadora o las hojas de dibujo.
Pero tarde o temprano, las visiones oníricas se
hacen esquivas, las experiencias vitales se hacen distantes. Y llegan las hojas
en blanco, o grises, de tantas tachaduras.
Y surge el deseo de volver a conectarse con la
inspiración. Con suerte, alguien sabrá de ciertos rumores sobre una musa,
que frecuenta algunos de estos lugares. Con suerte, la verá entrar tan bella
como una celebridad, sabrá que es ella.
Su mirada buscará a quien la necesita. Al
encontrarlo, se sentará en su mesa. Mirará los papeles en blanco o con
tachaduras. Dirá algunas sugerencias, que no bastarán a su invocador. Y ella le
pedirá que la invite a un café, con algunas masas.
Y mientras degusta del cortado, de una lagrima, de un capucchino, ella
despertará la inspiración. Las hojas se desbordarán de prosa o poesía, de
sueños y pesadillas. En algún momento, ella ya no estará.
El precio será dormir mal, despertar a la noche, con
inspiración, con deseos de llenar hojas vacías.
A veces, ella está requerida, es necesario citarse
con ella, a una hora, cierto día de la semana. Y tal vez ella exija un
encuentro, el mismo día, a la misma hora, en la siguiente semana.
Bien utilizadas ambas palabras tanto Musa como Hojas . Si te das cuenta ambas van unidas de una manera especial ya que si la musa esta activa llenaras hojas con tu inspiración. Un abrazo y feliz noche.
ResponderEliminarEs cierto lo que comentás, las musas colaboran para llenar hojas.
EliminarQue sea también para vos. Un abrazo.
Qué bueno que te sumes esta semana y juntando las palabras anteriores. Es verdad la hoja en blanco tan temida por los artistas, los escritores y los que esperan algo. Es un bloqueo que desvela y que hay que tratar de tomar con calma. Cuando menos se espera la inspiración llega. Saludos
ResponderEliminarMe gustó sumarme.
EliminarTiene sentido lo de tomarlo con calma.
Un abrazo.
Me ha gustado tu propuesta, ese momento en que la creatividad no fluye y produce algo de desconsuelo (pánico si vives de eso!).
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto lo de esa sensación, que puede llegar al pánico.
EliminarQue bien que te haya gustado.
Un abrazo.
Me encanta la descripción de esa musa, cómo hacerla aparecer y agradecerle su inspiración.
ResponderEliminarBesos.
Un logro para mí que te encante.
EliminarBesos.
Según Isaac Belmar, la inspiración no existe, Picasso que nos tenía que encontrar trabajando, en tu caso te ha llegado de la mano de una musa que te esperaba para completar la propuesta de Sindel. Abrazos
ResponderEliminarCreo que pienso más como Picasso, que algo debía de saber sobre las musas y como esperarlas.
EliminarMe parece que sí, que una musa intervino.
Abrazos.
No hay que temerle al síndrome de la hoja blanco, sino admirar su hermosura, que la tiene.
ResponderEliminarEs un buen punto de vista. Aunque también es cierto que puede producir cierto descontento, como comentó Noelia.
EliminarUn abrazo.
Hay que tener arte e inspiración para hacer un texto sobre la temida hoja en blanco que solo con trabajo y estando en el lugar adecuado puede conjugarse con el poder de las musas.
ResponderEliminarSaludos, Demiurgo.
Agradezco el comentario, tan elogioso.
EliminarCreo que fue inspirado por alguna musa.
Me gusta la idea de estar en el lugar adecuado para conjugarse con el poder de las musas.
Saludos.
Te felicito, Demi.
ResponderEliminarMe ha gustado como usaste las dos palabras.
Para los artistas imagino que enfrentarse a una hoja en blanco sin la compañía de la musa debe ser frustrante, pero las musas son caprichosas y aparecen cuando ellas desean, no cuando uno las llama.
Besos
Gracias.
EliminarCreo que es así. Quelas musas se comportan de esa manera. Y pesar de eso, son amadas.
Besos.
Creo hay que ser gentil con la Musa, porque a veces viene pero si uno no se pone a trabajar entonces la inspiracion muere. Creo las musas son bastante celosas en ese sentido. El que no las escucha finalmente pierde todo talento
ResponderEliminarCoincido con eso. Es el culto que las musas exigen.
EliminarPor eso, conviene escucharlas.
Saludos.
Qué alegre y romántico texto,Demi.
ResponderEliminarTe felicito porque lo he disfrutado muchísimo.
Un beso enorme 😘😘😘
Me parece un logro que te parezca alegre y romántico, también que lo hayas disfrutado.
EliminarUn gran y especial beso.
Es la musa como el gato en la noche que llega sigiloso, que no te deja dormir que juega contigo, como un ratón alargando el placer de comerte de un zarpazo, a cuenta gotas te atrae y te hipnotiza... para cuando estas en sus redes, te suelta sintiendo libertad, para al final sentir abandono... y así como puede que no vuelva, llega cuando menos nos damos cuenta...!! Saludos
ResponderEliminarMe gusta esa descripción de las acciones de una musa,
EliminarAlguna no me dejado dormir, reclamando mi atención.
Saludos.
No recuerdo quién lo dijo, pero la inspiración te tiene que pillar trabajando. Las musas, puñeteras ellas, sólo aparecen cuando has probado cien fotos, has rellenado diez hojas de nada o te has quedado parado ante un lienzo lleno de líneas sin sentido. Hay que insistir, golpear mil veces a la misma puerta cerrada hasta que la musa, cansada ya, se digne a entregarnos un mísera dádiva...
ResponderEliminarSegún un comentario anterior, fue Picasso.
EliminarMe parece que es así, como lo describís. Y a veces, ellas aparecen por su propia voluntad, en momentos inoportunos, cuando se pretende descansar.
Saludos.
Nunca busqué hojas en blanco, parecen nunca estar delante de mi, y cuando llegan, las lleno rápidamente. Cuando leí la convocatoria, decidí que mi hoja no sería de papel, sino, la idea que cayo del cielo, de un árbol inspirador.
ResponderEliminarLa idea que cae del suelo, de un árbol inspirador. Que poética imagen.
EliminarSaludos.
Si a Papá Noel le ponemos unas galletitas y leche, quizás con la musa habría que esperar su llegada con la hoja en blanco y un lápiz dispuesto.
ResponderEliminarUn muy original texto de la hoja en blanco, Dem
Beso
Me parece que es la forma adecuada para esperarla.
EliminarQue bien.
Besos.
Las musas son caprichosas cuando nos visitan... ellas saben guardar el secreto y la cita. Me gustó mucho leerte, amigo.
ResponderEliminarMil besitos para ti y muy feliz día.
Así son las musas, caprichosas y también fascinantes.
EliminarQue bien.
Que tengas o estés teniendo un muy feliz día. Mil besos.
La inspiración es un sentimiento del que florece el arte. Atreverse al primer paso es fácil que los siguientes le sucedan...La fuente de la inspiración viene de un silencio profundo de cuyo manantial bebemos los nos dedicamos a escribir.
ResponderEliminarUn saludo
Me gusta lo que comentás. Estoy de acuerdo con eso.
EliminarSaludos.
Dicen que las musas solo acuden cuando te ven trabajando...Me ha encantado tu relato, yo también suelo ver a mis musas sentadas en mi portátil y mirando hacia la pantalla, por si acaso la hoja no asumiera sus inspiraciones...Saludos
ResponderEliminarEso dicen, estoy de acuerdo con esa idea.
EliminarY me gusta esa imagen de las musas sentadas, mirando hacia la pantalla.
Saludos.
Qué bien describes ese miedo que nos da enfrentarnos a una hoja en blanco y a las musas esquivas, aunque éstas, por suerte, nos salvan de esas situaciones.
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato y feliz día.
Parece que lo logré, eso es algo de lo que quería escribir. Son esquivas pero suelen aparecer después, en muchas ocasiones.
EliminarQue tengas un feliz día, gracias por tu comentario.
Si la "inspiración" no llega, lo mejor es cambiar de actividad, pensar en otra cosa, relajarse. Más tarde, volverlo a intentar. Y a intentar...
ResponderEliminarSalu2.
Puede ser algo efectivo, para recupera la inspiración, para que llegue la idea.
EliminarSaludos.
no sólo están presentes ambas palabras (hojas y musa) sino que también el texto tiene sentido y se aprecia muy bien.
ResponderEliminarsaludos
Que bien. Me gusta haberlo logrado.
EliminarSaludos.
Excelente relato, más poético que lo que sueles escribir. Y también un poco llevado al "ensayo", ¡me ha gustado mucho!
ResponderEliminarMe ocurre a veces que cuando tengo que empezar un lienzo en blanco, no sé si esperar a que la musa me inspire o si arrancar haciendo algo (total después se puede tapar y reconvertir) y como dijo Picasso "que la inspiración me encuentre trabajando".
También está eso de que el rsultado no es como lo imagino, incluso en últimas instancias, ya que en mi cabeza proyecto que terminará de una manera determinada, y la musa en el medio tuerce el destino y el resultado es otro.
Me gusta esta manera diferente de relato. Me gustaría leer cada tanto algo así por acá.
Abrazos, Master
¿Nada menos? Gracias. Sí, es un tanto distinto a lo usual.
EliminarInteresante lo que contás, aporta mucho a lo que escribí. Y hay quien ha mencionado esa frase de Picasso.
Así son las musas, caprichosas y admirables.
Surgirá cuando las mencionadas musas me lleven por esos lugares.
Un abrazo.
Una alegría cuando llegan las musas, pero cuánto les cuesta venir a veces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, concuerdo con tu comentario, son como divas que llegan cuando lo desean.
EliminarUn abrazo.