MOLÍ DEL CANYER nos propone este tema:
“Seguro que hay muchas palabras que definen lo que
hacemos cada jueves en nuestros encuentros. Tan seguro como que cada uno de
nosotros lo definiríamos con una palabra distinta. Hay un algo, digámosle
musas, sueños, imaginación, anhelo...que nos trae cada semana a un encuentro
que todos vivimos con ilusión. Esta semana mi convocatoria la defino con una
palabra, a partir de esta pueden surgir muchas cosas: relatos con historias
ajena a nosotros, poemas, historias que salen de nuestra propia vida...Pues
aquí os dejo la palabreja a ver qué es lo que sale.....”
La musa de los ilusionistas
Hace algún
tiempo me encontré con una idea en la que suelo pensar. Sobre el precio que
pagan los magos, para ejercer el ilusionismo. Al conocer los mecanismos de los
trucos, se pierde cierta inocencia, el poder creer que la magia es real. Y eso
es algo que podría aplicarse al crear ficciones, en forma de dibujo, o al
escribir. Algo en puede ser necesario tener algunas nociones, como el giro
argumental, la organización en introducción, nudo y desenlace, el desarrollo de
personajes. No sé si es lo mismo que ser solamente un lector.
Y al mismo
tiempo, creo que existe en la inspiración. Que en a Grecia clásica se atribuyó
a las musas. Una idea que está en mi mente. Tomo muy en serio, la existencia de
las musas.
Tanto en las metafóricas, las mujeres que pueden ser inspirados, en las que las musas se encarnan. Me ha pasado al dibujar a una modelo, que surja alguna idea para escribir. Ignoro si por casualidad, pero algún relato ha surgido de esa forma.
Están las musas, que son actrices, cantantes, modelos, que despiertan inspiración, en quienes las conocen a distancia.
Y creo
también en las mitológicas, en musas de nombres desconocidos, que están
alrededor de quienes escriben prosa, verso, palabras al azar.
Recuerdo algo
visto en algún programa de televisión, en que la conductora invitó a actores
que hacían de villanos. Y la conductora invitó a los actores a hacer un gesto
de maldad. Los invitados se levantaron y la rodearon, ocultándola de la imagen.
Corte publicitario. Fin de la escena. Creo que hay potencial de ficción, pero
me sigue pareciendo un enigma.
Yo he
intuido alguna vez, o he imaginado, la cercanía de una musa. No la he visto, ni
siquiera la he vislumbrado. Pero he sentido la inspiración como un sutil
impacto. He sospechado que se trata de una musa un tanto temperamental, tal vez
disgustada por haber sido asignada a un demiurgo.
Creo en las
musas, que posiblemente desean que se les rinda culto. Y que una forma de
hacerlo es escribiendo ficciones, poesía o prosa.
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