Este es el tema que nos
propone Neogéminis:
“La propuesta es la siguiente: aludiendo de alguna
forma en el texto a la presencia determinante de la LLUVIA (ya sea como marco,
referente o protagonista) cada participante deberá narrar una historia de tema
y estilo libre, intentando no superar las 350 palabras. En la trama se tratará
de utilizar en forma coherente y literaria la mayor cantidad de las palabras
ESDRÚJULAS indicadas en la imagen de cabecera, resaltándolas de alguna manera
en el escrito para que se adviertan a simple vista. Siguiendo las habituales
consideraciones, a partir del miércoles pueden ir enviándome sus links con los
que el jueves armaré la lista de participantes. Espero les interese y
divierta la propuesta”.
Interludio en Thot
Luego de un largo viaje, con peligros e intrigas, Eva Siontec y yo
habíamos llegado a Thot, en el sistema estelar Osiris- Horus.
A pesar del espíritu pacífico, Eva Siontec fue recibida con desconfianza. Una agente de la Corporación fingiendo ser una desertora
era un tópico pero era verosímil.
Yo fue conducido a una cámara con
una ventana para ver la lluvia caer, algún relámpago. Y
era un consultorio.
-Este fue un mundo inhóspito –dijo
una mujer- Pero el proyecto de un lunático lo volvió más húmedo.
Era una mujer pálida con
uniforme, un paso rítmico.
-Soy Tiye. Soy la Médica asignada
para revisarte.
-¿Cómo está Eva?
-Impaciente con los trámites de Aduana –contestó Tiye- Pero no te
preocupés por ella.
Un dispositivo analizó mi brazo derecho.
-Nanobots de cuenta regresiva –dijo con desaprobación- Un recurso tétrico.
-Están desactivados.
-Pero podrían ser reiniciados. En lo demás estás saludable.
-¿Tengo el alta?
-¿Algún apuro por irte? –dijo Tiye con una actitud seductora- El juramento
de Hignódica me permite involucrarme con pacientes espciales.
-¿Soy paciente especial? –pregunté fingiendo estar impávido.
-Sin duda…si no te molesta mi lengua bífida
Una mutación que el planeta había propiciado. Que no impidió un beso. .
Ni el siguiente.
La consulta se prolongó.
-Aún no puedo darte el alta. Podés quedarte acá, es cómo. O podrías ir
conmigo a un lugar de tu preferencia.
–Y yo soy lúdico.
¿Hay lugares de esos?
-Tengo una alternativa.
El planeta resultó tener
importantes bibliotecas en lugares del mundo, como en Hipatia.
-Está biblioteca tiene las grandes novelas y relatos del género fantástico. Y tiene libros que en la Tierra se consideran
perdidos.
-¿Cómo el tratado de la comedia, de Arístoteles?
-¡Exactamente!
-¿Es apócrifo o auténtico?
Tiye me contestó la historia de místico, que tuvo una revelación o alucinación
que le ordenó preservar libros de la destrucción. Ya sea copiándolos o
memorizándolos. Sus discípulos heredaron la tarea. Hasta el surgimiento de la
Corporación y los planetas rebeldes.
-Lástima que no puedo quedarme, para leer algunos de esos libres.
Ella me miró con malicia.
-Podría transferirte algunos para que los leas en ese viaje con tu socia.
Pero no te podés antes de unos controles
de rutina.
Estaba claro que Tiye no era tímida. Y
que tendría que quedarme unos días más de lo planeado.
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