Esta vez
Censura XXI se encarga de conducir un jueves, que fue planteado por Lucía
M. Escribano. El tema tiene algo que ver con los juegos infantiles. No me
queda otra que desviarlo a un personaje sobre el que escribo a veces. Quien es
visitado por sombras, que le cuentan historias.
Contra mi voluntad, despierto de un
sueño prometedor. La nívea sombra, que es mi traductoria, me sacó de mi sueño.
- Estaba soñando con la doctora Steele,
una muy sugestiva científica de una serie que veía hace años…- le digo-
- Ese casi es el tema de esta semana. Está
relacionado con la infancia, pero con los juegos.
- No es un tema para mí.
- Tal vez tu visitante puede ayudarte.
No puedo enojarme con mi intérprete.
Pero no alegra ver a la sombra enfrente de mí. Hace años que no lo trataba y
esperaba no volver a ver a este pequeño ser, que había tomado una leche chocolatada,
de una marca que yo no veo hace años.
Por la insistencia de mi traductora,
juego al metegol, que está de adorno, con mi visitante. Lo dejo ganar.
Por un rato habla de esa serie, habló
de la científica secreta, con un
laboratorio en un teatro de showgirls. Algún día sabrá la razón de que le guste
ese personaje. Perol visitante infantil se desvía a otros temas.
El dibujar con un pedazo de ladrillo
una pista de carreras sobre la vereda. Y jugar competiciones con autos de
colección, que solían salirse de la pista.
El juego de las bolitas, que según mi
intérprete, suelen llamar canicas en otras partes del mundo. Por lo que
recuerdo de mi visitante, sus triunfos no eran muy frecuentes. Lo que no lo
tomaba con buen humor. Mejor evito el tema.
Él mira con atención a mi traductora. Algún
día sabrá los motivos. Tal vez esté empezando a saberlo.
Pero el tema cambia a sus temores. Sus pesadillas
con un puente del que sale una voz grave. Miro un poco molesto a mi traductora
Tengo que recurrir a mi habilidad, para
contarle que el puente es algo insignificante, nada digno de ser temido. Que la
próxima vez que tenga ese sueño, puede burlarse de esa voz.
La sombra comienza a tomar forma. Llego
a ver una versión infantil de mi mismo.
- Por suerte, se fue.
- Y con un temor menos. Va a dormir tranquilo
A pesar de que es una sombra no
definida, noto que mi traductora está enternecida.
- Voy a recompensarte por eso.
Por su influencia, entro en un sueño
sugestivo. Estoy en un laboratorio de ciencia ficción retro. Frente a mí, veo a
una de las sugestivas científicas…
Pero esto es algo que no contaré.
Más juegos en los de Censura
XXI
Nuevamente, me refiero a un personaje, personificado por una actriz llamada Ellen Weston, Personaje que apareció en tres capítulos de Get Smart. Y que para mi gusto merecía mayor participación.
Estos juegos del futuro no vas tan mal encaminado , pero no ves siempre hay algo del pasado en ellos , tus científicas son la mar de sugerentes y nos deleitan con muy buenas historietas.
ResponderEliminarMuy bueno lo del juego de las bolitas.
Un saludo amigo .
Son juegos del pasado.
EliminarY mirá que recordar un personaje que apareció en tres capítulos y nada más.
Saludos, amiga.
Sonrío ... eso de adelantarse el pensamiento al final no me ha funcionado, ya en la parte final dije de acompañarte en tu sueño y creo que estaría demás allí, según percibo :)
ResponderEliminarMi beso, Dem, te me cuidas
No sería mi sueño, sino el del personaje. Aunque sí tendría un sueño como ese. Que creo que podes imaginarlo.
EliminarTe mando un beso de vuelta.
Tu infancia reflejada en ese pequeño personaje, al menos eso es lo que veo, y eso de dejarte llevar por la interprete me parece genial. Por lo menos le has podido ayudar a superar uno de sus miedos. Me gusta mucho como llevas el relato, te ha quedado genial, besos.
ResponderEliminarPodría ser una interpretación. Me pareció que podría plantear que la infancia no es algo necesariamente despreocupado.
EliminarTal vez se necesita algo o alguien para dialogar consigo mismo.
Tenía dudas de como iba a resultar. Gracias por el comentario.
Entrar en los sueños, verse a sí mismo de niño, jugar a los juegos que tenemos en el recuerdo y encontrar seductoras científicas debió ser un sueño agradable.
ResponderEliminarUn beso
Encontrarse con uno mismo puede ser algo molesto, aunque tal vez necesario. Lo de las seductoras científicas, concuerdo con lo que decis.
EliminarUn beso.
Me ha resultado muy atractivo leerte. Tal vez haya algunos rastros interesantes que me cuesta captar, de un niño jugando a las bolitas (sí, como decimos acá).
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bien. Tal vez sea así.
EliminarUn abrazo.
Se ve que desde chico tuviste ese tipo de conexiones entre lo onírico y lo real tejiendo esa red de personajes en la que habitualmente nos atrapas! jeje Buena excusa para hablarnos de los juegos en que te dejabas llevar por esos años de niñez. Si nos fijamos, más allá de la diversidad de nombres y localismos, todos -más o menos- hemos jugado en su momento a los mismos juegos. Eso explica quizás la cantidad de cosas que compartimos pese a habernos criado en puntos tan distantes.
ResponderEliminarUn abrazo
=)
Lo onírico es parte de lo que me interesa, una fuente de inspiración. Me gusta que te pareciera buena excusa.
EliminarSi, he notado eso de los mismos juegos. Tal vez compartamos más de lo que creemos.
Historias infantiles....?
ResponderEliminarYo recuerdo algunas, pero ya han pasado de moda.
No nos cuentas tu sueño con la bella científica y nos quedamos sin saber que sucedió con ella. Tal vez en otra entrada....
mariarosa
Pero no estaría mal que las contaras.
EliminarTal vez cuando se produzca ese sueño-
Un abrazo.
Esa salida abrupta del sueño llevo a tu personaje a enfrentar la sombra, esa casi olvidada por el indomable tiempo. Y pudo a través del interlocutor evocar los recuerdos de su niñez, conseguir una buena lectura y además para sanar, avanzar y crear. Me gusto tu inspiración.
ResponderEliminarTe envío un beso
Me gusta tu resumen, mejora mi relato.
EliminarTe envío un beso de regreso.
Juegas Demiurgo o a compañas en el juego, mientras todo se desarrolla en un sueño, original planteamient. Otra forma de jugar...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo.
Pues no te ha quedado nada raro, es interesante el que una persona sirva de diálogo, incluso si es imaginaria. Los conflictos de la infancia planteados como algo serio me ha parecido un tema muy, pero que muy sugerente. Bravo. ha quedado muy bien. Muchas gracias por participar. Un abrazo, compi.
ResponderEliminarQue bien, entonces.
EliminarPuede ser que sea así.
Fue un gusto participar.
Un personaje interesante. Alguien visitado por sombras que le cuentan historias... Me gusta mucho la idea.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Una personaje que he usado y que tal vez vuelva a aparecer.
EliminarGracias por tu opinión.
Un abrazo.
A veces uno se ha de enfrentar con su infancia para comprender la mayoría de las cosas que nos pasan de adultos. Es una manera de enfrentarte, gracias a la traducctora.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin pretenderlo, desarrollé esa idea. Eso le pasa al personaje, que tal vez haya tomado algo de mí,
EliminarUn abrazo.
No importa de qué personaje se disfrace la niñez, los juegos serán siempre el nexo de unión entre la realidad y la fantasía.
ResponderEliminarUn beso
Buena definición de los juegos. Me gusta.
EliminarUn beso.
¡Hola! Aquí se conocen a las bolitas como canicas, de niña tenía bolsas llenas que perdí en alguna mudanza :,D
ResponderEliminarPrecioso relato, me gusta como enlazas los juegos con los sueños y ese final intrigante con la científica, la cuál, desconocía a decir verdad, tanto la actriz como el programa, así que tuve que ponerme a buscar.
¡Un abrazo!
¿Vos tuviste? Que interesante lo que contas.
EliminarAgradezco tu opinión.
¿Y encontraste algo?
Un abrazo.
Pienso que la sombra puede ser la memoria, la conciencia o los sueños, entidades que habitan dentro de nosotros y son capaces de trasladarnos a cualquier época anterior de nuestra vida, también a la infancia y a sus juegos infantiles. Ya adultos, tal vez sea mejor soñar a jugar con la científica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante teoría. Y yo lo planteé sin haber pensado en eso.
EliminarTal vez se sigue jugando pero se cambian los juegos.
Suena interesante lo de jugar con la científica.
Saludos.
Los juegos son recurrentes en la vida y en los sueños, pero eso de dejarse ganar al metegol... ¡me tienen que cortar los dedos para que me deje ganar!!
ResponderEliminarAbrazo!
Pero el personaje se dejó ganar por una versión infantil de si mismo. Es algo distinto.
EliminarGracias por el comentario
Mmmm ese final me ha encantado y es que me has dejado con las ganas de saber qué le ocurrirá al final al personaje en ese sueño con la científica, qué intrigante.
ResponderEliminarRecuerdo las canicas que usaban los niños en los juegos que había antes.
Me encantó tu relato juevero entre juegos, sueños y sombras, y el toque final tan intrigante que dejaste abierto, estaría bien lo continuaras en otra historia.
Besos muy especiales.
Parece que eso de las canicas-bolitas es algo muy recordado.
EliminarTus Mmmm produce emociones.
Tal vez no tenga tu talento para escribir. Un soñador y una científica secreta con una identidad de vedette, muy sugestiva. ¿Que podría salir de un encuentro as{?
Besos destacadamente especiales.
Y no llegué... Y eso que era mi intención participar esta vez... Manteneme al tanto igual para el jueves que viene... Abrazo 🙋
ResponderEliminarA veces la inspiración no llega, no se tiene tiempo. Hubiera sido interesante.
EliminarTe aviso.
Saludos.
Cualquier juego o forma de jugar nos remonta al instante a la infancia. ¿Qué hacen sino diez veteranos que se juntan a jugar un picadito?
ResponderEliminarEl encuentro con uno mismo a través del juego es un viaje que no tenemos que abandonar.
Ayer justamente estuve jugando al metegol, y me sentí por un rato con diez años
Abrazo!
Es cierto.
EliminarNo lo había pensado pero puede ser. Puede ser que incluso lo haya planteado en este relato.
Que interesante.
Saludos.
Bueno, siento decirte que yo me he perdido un poco, pero lo que saco en claro es que en los sueños te viste en tu niñez jugando a las canicas o "bolitas"y a competiciones de coches de colección...juegos normales en cualquier niño. Lo que me fascina es que siempre llevas los relatos a tu terreno.
ResponderEliminarUn beso
Son juegos bastante extendidos o al menos lo fueron.
EliminarFue un desafío plantear este relato.
Un beso.
Ciertas sombras nos visitan y no quieren irse jamás, ¿qué hacemos con las que no aceptan dejarnos por más que se lo pidamos de mil maneras diferentes?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Que buena pregunta, colega demiurgo.
EliminarTal vez implique que ciertas formulas no están completas sin conocer como deshacer los efectos.
Saludos.
Pues se ponía interesante, jeje. Vale, ese es tema para otra convocatoria, el de la semana lo tienes bien cumplido.
ResponderEliminarHay coincidencias en la curiosidad sobre que pasaba después. Lo dejo en libertad de quien pueda escribirlo.
EliminarGracias por el comentario.