Max Estrella, desde su blog Diariodel Último Bufón, nos propone, desafía, a escribir, sobre lugares
fantásticos, imaginarios, como lo descriptos en Los viajes de Gulliver.
Aprovecho para aclarar que no se trata de un libro infantil sino una sátira
contra la humanidad. Y que los viajes fueron cuatro.
Mi historia intenta basarse en algo del tercer
viaje.
La isla volante
A pesar de su pensamiento misantrópico,
las crónicas de mi antepasado Lemuel Gulliver, siempre tuvieron mi admiración. Por su narrativa y por haber sobrevivido a naufragios.
Era algo en que reflexionaba, mientras estaba en una situación
similar, aunque sin estar seguro de
sobrevivir.
Pensé que estaba alucinando cuando
vi a una isla en el cielo. Pero Laputa, la ciudad volante mencionada en las
crónicas, era real. Fui rescatado y llevado a la ciudad.
Cuando estuve en condiciones, fui invitado a Lagado, la capital de la
isla. Mi estado de abstracción hizo que tuviera una reputación de intelectual.
Reputación que arriesgué, conversando con mujeres, que seguían tan
subestimadas, igual que en la estadía de mi antepasado.
Una de ellas resultó ser hija de Munodi, descendiente del noble que había
conocido a mi antepasado.
Con ella como traductora, Munodi me preguntó lo que pensaba de la
ciudad.
- Es algo asombroso. Y han avanzado técnicamente desde entonces. Pero en
algunos aspectos, existen los mismos prejuicios.
- Me gustaría hacer algo para cambiarlo-dijo y me habló de sus ideas, que
podrían transformar la isla en algo utópico.
- Pero me mantienen fuera del
Consejo, por mi ineptitud para la música y las matemáticas.
- Tal vez pueda ayudarlo con eso, tienen tecnología pero no aplican a la
música. No tienen samplers, cuyo funcionamiento es un principio matemático.
Ante la curiosidad de ambos, les expliqué los conceptos matemáticos, que
hicieron posible la tecnología de los samplers.
Munodi enfrentó a sus enemigos políticos, presentando como propio, el
desarrollo matemático,.
Cualquier función periódica, con periodo T , se puede
representar como suma de senosoides de frecuencias f, 2f, 3f,. . . , llamadas
armónicos…
Luego explicó la relación con un hipotético instrumento musical, al que
llamó climenole.
Nadie pudo rebatirlo, adquiriendo
prestigio en. las academias de música y de inventores.
Tenía su agradecimiento y también de su hija. Creo que me casaré ella y me quedaré en la isla.
Una razón por la que no habrá crónicas de los viajes de Leonard Gulliver.
Me gusta mucho, tienes una imaginación muy prolífica.
ResponderEliminarEs curiosa una isla en el cielo... :)
Muchos besos
Lo de la isla en el cielo es mérito de Johnatan Swift.
EliminarEl mío es haber leído el libro.
Gracias por tu opinión.
Muchos besos.
Las mejores historias son las que nunca se cuentan...las que permanecen ocultas en los corazones de quienes las viven...va a resultar una verdadera pena no conocer los viajes de Leonard, pero estoy seguro que como si fuera un cuento..vivirá feliz para siempre..Bss
ResponderEliminarNo lo había pensado. Interesante idea. Tal vez contribuya a que la isla sea un lugar mejor.
EliminarBesos.
¿Por qué el hecho de casarse le impediría contar las crónicas de sus viajes? ...¿por qué no viajar en dos y escribr las dos visiones?
ResponderEliminarComo siempre quedo impresionada de tu imaginación, Demiurgo... mis felicitaciones.
Un besote.
P.S.: controlá que hay dos, o tre, errores de sintaxis... besos!
Bien planteado. A lo mejor está el desafío de implementar cambios. A lo mejor lo nombran embajador ante otras naciones mencionadas en el tercer viaje de Gulliver.
EliminarBesos.
PD: Trataré de descubrirlos. Besos.
Bueno, quizás fue un cambio que valió la pena.
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia.
Un abrazo
Tal vez sea así.
EliminarTe gustó más que a mí.
Un abrazo.
No seas modesto demiurgo, sabes que es muy bueno el cuento. A veces necesitamos una historia que nos guste, para que despierte otra en nuestra imaginación. Me gusto.
ResponderEliminarmariarosa
Entonces te creo. Tu opinión es confiable.
EliminarSaludos.
Te ha pasado como a mí. Te ha encantado tanto la idea que has vivido esta historia del modo en el que la has plasmado.
ResponderEliminarUna isla en el cielo... Pero en cambio, tiene una isla en el corazón...
Un beso.
¿En serio? Interesante teoría.
EliminarEs curioso que la idea de la isla en el cielo haya sido imaginada por alguien tan despectivo con la humanidad, como Jonathan Swift.
Interesante planteo el tuyo. Me soprende.
Un beso.
Una isla en el cielo! Me encanta! A veces creo que estoy entre la realidad y la ficción. No sé si sueño dormida o despierta.... Fantástico, claro y directo, cuento.
ResponderEliminarUn beso!
Esa idea no se me ocurrió a mí. Está en el tercer viaje de Gulliver.
EliminarQue interesante sensación la tuya.
Y que bien que te haya gustado mi relato.
Besos.
Sé que esa idea está en el tercer viaje de Gulliver. Pero todo el post es de lo más interesante. Creo que esa sensación que tengo es porque quiero escapar de la realidad o no! Quién sabe! Vamos, que ni yo misma me aclaro.
EliminarBesos!
Que original, me gustan mucho los relatos!!!
ResponderEliminarUn saludo.
¿Original?
EliminarQue bien que te gusten.
Saludos.
no se, pero cada vez que leo alguna de tus historias escucho esas voces que te relatan alguna de esas peliculas viejas o algo asi
ResponderEliminarsaludos
Me gusta eso, que elogio significa para mí.
EliminarSaludos.
Me superó la fórmula matemática, pero me alegra que tu intervención hay permitido su ascenso en el mundo de la política (por cierto, en el párrafo inmediatamente anterior a la fórmula, hay una repetición que se te escapó!)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Ya lo corregí, como otra repetición, que no había notado.
EliminarNo es fácil esa fórmula. De hecho, su dificultad permite el desarrollo del relato. Tal vez me haya influido un recurso mencionado por Rod Serling, creador de La dimensión desconocida, el personaje que se plantea no se saldrán con la suya.
Un abrazo agradecido.
Me ha gustado tu relato y la forma en la que la ignorancia de los otros hace que el personaje suba su estatus.
ResponderEliminarUn saludo.
P.D.: No sabía lo de los sombrereros y el mercurio, he estado mirándolo y me ha parecido muy interesante. Gracias por la información.
Que bien que te haya gustado. Fue una idea de último momento.
EliminarQue bien que te haya interesado el dato.
Saludos.
Leí los Viajes de Gulliver cuando era pequeña pero solo recuerdo el país de los gigantes y el de los liliputienses. No conocía nada de este otro viaje. Me ha gustado, tendré que volver a leerlo.
ResponderEliminarUn beso
Tal vez hayas leído una adaptación infantil, que haya omitido el tercer y el cuarto viaje, que es una isla donde los caballos son civilizados y los humanos, salvajes, con todos los defectos de de la civilización.
EliminarQue bien que te haya gustado.
Besos.
Yo me quedaría en esa isla. Lo de la fórmula me ha dejado a cuadros. Sigo diciéndote que admiro tu imaginación.
ResponderEliminarUn beso.
Y lo agradezco. Interesante tu idea de quedarte en la isla.
EliminarUn beso.
Perdona mi incultura en el tema elegido,¿me puedo sumar a la explicación que vas a dar?
ResponderEliminarSi te referís a la formula, es complicada, involucra integrales.
EliminarEn cuanto al relato, me inspiré en parte del tercero de Los Viajes de Gulliver.
Gracias por tu interés.
Tienes una gran imaginación, Demiurgo, me ha gustado la historia que nos has contado de la isla, es fácil volar contigo y tus letras. Me gustaba mucho en mi infancia los viajes de Gulliver.
ResponderEliminarUn placer estar aquí.
Un beso.
Gracias por tu generosa opinión. Que bien que te haya gustado.
EliminarUn placer que me visites.
Besos.
Hola, por esas casualidades de la vida aterrizo hoy en tu blog.
ResponderEliminarMe pregunto si la idea de la isla-ciudad la habrás tomado de una película de anime llamada "Laputa, el castillo en el cielo". Es maravillosa, una obra de arte.
No entiendo mucho lo que pasa en tu narración, creo que me he perdido capítulos anteriores, pero ya me iré poniendo al día. Como sea, de todos modos me parece interesante lo que tienes para contar.
Saludos.
Lo tomé de Los viajes de Gulliver, especialmente del tercer viaje, que incluye una visita a esta isla.
EliminarNo hay capítulos anteriores. Es un relato individual. Pero podés ver mi blog, que encontrarás otros relatos, algunos de los cuales integran alguna saga.
Saludos.
Me ha parecido magnífico el relato y la idea de partida y de llegada...que no haya libro de los viajes del protagonista porque allí se quedó a vivir...muy buena la mezcla de realidad y ficción, porque lo de la fórmula y el invento del climenole...
ResponderEliminarMuy buen relato. Un abrazo y gracias por participar
Que bien. Hay reclamos por más historias. Así que la inspiración lo dicta...
EliminarQue bien que te haya gustado esa combinación y parecido bueno el relato.
Saludos.
Qué no habrán crónicas de sus viajes por estar casado? Se puede, se puede, puede contar sus aventuras de la mano de su amada, o en solitario, quien sabe... Muy buen relato Demiurgo, a pesar de usar un lugar ya creado le has dado ese toque tan tuyo que a mi me gusta mucho, enhorabuena...
ResponderEliminarBesines...
Me lo han mencionado. Es que el personaje no tiene intenciones de seguir viajando. Pero podrían haber historias futuras, con alguna intriga politica o el personaje actuado como embajador ante alguna de las naciones fantásticas.
EliminarGracias por tus elogios.
Besos.
Muy buena la historia y también algunos detalles como la matemática aplicada a los samplers musicales. Me agarraron unas ganas tremendas de escuchar Momo Sampler y de leer Los Viajes de Gulliver.
ResponderEliminarLa historia pareciera la mezcla de dos libros de Julio Verne: La Isla Misteriosa y La Ciudad Flotante
Me llamó mucho la atención el nombre que elegiste para la ciudad ¿alguna connotación?
Abrazo!
No leí La ciudad flotante. Recomendable Los viajes de Gulliver, libro que se conoce en versiones infantiles, sin el tercer y cuarto viaje. Y no lo es, hay una crítica feroz a la humanidad. Y en viaje a Brondingnag, hay alguna cierta escena, en que las mujeres gigantes se desnudan delante de Gulliver y tienen cierto juego sexual con él.
EliminarY el nombre de la isla es invención de Jonathan Swift, el autor. En algunas ediciones, le cambian el nombre a Laput. El autor burlonamente propone algunas posibles etimologias.
Que bien que te haya gustado el relato. Y la matematica de los samplers.
Y escuchalo, es un buen disco.
Saludos.
Tu narrativa me parece caótica, pero quizás en eso radica su gracia: obligas al lector a completar con su imaginación las partes que faltan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Curiosa opinión, también interesante.
EliminarSaludos.
El hecho de no tener la intención de seguir viajando no debe ser obstáculo para que cuente historias de viajes, como esta en que el conocimiento matemático da a la protagonista femenina prestigio y fama entre sus conciudadanos.
ResponderEliminarSería fantástico que existieran esas islas flotantes en el cielo. De hecho, creo que la tierra y todos los cuerpos celestes podrían tener la condición de tales.
Un fuerte abrazo.
No es la protagonista femenina, sino su padre. Pero entiendo lo que decía.
EliminarTal vez nombrado embajador el personaje narrador. O se encuentre en medio de una intriga politica. No prometo nada pero tampoco lo descarto.
Saludos.
Parece que le vino al pelo al amigo Leonard tener algún conocimiento de las técnicas de sampleo. Enganchose a una de las hijas!
ResponderEliminarTal vez por su intervención cobren protagonismo las damas.
Abrazo
Justamente es lo que sucedió.
EliminarTal vez suceda eso.
Saludos.
Justamente es lo que sucedió.
EliminarTal vez suceda eso.
Saludos.
He entrado a ese mundo que nos has regalado, Demiurgo....
ResponderEliminarUn beso...
Pd: Ando corta de palabras hoy... Pero tenía que ponerme al día...
Pero escribiste palabras muy efectivas.
EliminarQue bien que haya parecido un regalo lo que escribí.
Besos.