Como parte de su
intento de restablecer el paganismo, Juliano el Apostata se ocupó de recolectar
esas historías mitológicas, para que no se perdieran. Como esa historia en
sobre la diosa Core.
En tiempos ancestrales, ella pasaba una tarde
apacible, junto con sus amigas. Antes de
que la tierra se abriera y surgiera de
unas grietas un carro arrastrado por temibles caballos, conducido por un ser
sombrío.
La ninfa Ciane
trató de convencerlo, de que recurriera a la seducción, en lugar de a la
violencia. Pero este ser desoyó sus palabras. Y llevó a la raptada Core junto
con él. Aunque la ninfa no pudo
evitarlo. hay que reconocerle que se atrevió a enfrentarlo, incluso a llamarlo
por su temido nombre.
Demeter, diosa
olímpica, supo por Ciane que el raptor de su hija era Hades, dios del
inframundo. Demeter reaccionó con furia, impidiendo que las plantas crecieran.
La desolación amenazó al mundo.
Zeus, príncipe del
Olimpo, tuvo que mediar entre Hades y Demeter. Las historia es conocida. Hubo
un acuerdo por el cual Core permanecería seis meses con Hades, en el
Inframundo, meses en que la naturaleza decaería y seis meses con Demeter, en
que la naturaleza renacería. Habían surgido el otoño y el invierno. A partir de entonces Core fue llamada Perséfone,
la que lleva los muertos.
Tiempo después,
Teseo y Pirítoo juraron casarse con hijas de Zeus. Luego de raptar a Helena de
Esparta para que se casara con Teseo, consultaron a un oráculo, que mencionó a
Perséfone. El intento de rapto terminó en un total fracaso.
Tal vez Perséfone
hubiera vivido el rapto como un rescate. Otras historias rescatadas contaron de
ciertos conflictos con Hades. La Doncella, así la llamaban quienes preferían no
pronunciar su nombre, eligió ser compasiva cuando Hades se mostraba implacable.
Tal vez se
pregunten que tienen que ver estas historias con el otoño. Tal vez el trato,
que le dio origen, sigue vigente, tenga un cumplimento conflictivo. Tal vez un
otoño que se adelanta, con intensas y melancólicas lluvias, implica que ella ha
regresado anticipadamente al inframundo. Y un otoño que parece imitar al
verano, que Perséfone ha conseguido quedarse un poco más con Demeter. O con
alguien que la haya conquistado con mejores recursos, como cuentan otrashistorias de Juliano el Apostata.
Alguna vez vi unos documentales que me encantaron, me hiciste recordarlos, hablaban de cosas que siempre están en nuestro entorno, desde la brisa, las olas, montañas, en fin, todo lo que abarca bellamente la naturaleza, hermoso otoño nos regalas, en ocasiones apetece el inframundo, para saltar un poco la monotonía de la rutina.
ResponderEliminarUn beso Demiurgo
Me sorprenden los efectos que produzco con mis relatos.
EliminarUn beso, ame.
Este es uno de mis mitos favoritos. ¿Mejores recursos que la señoría de todas esas almas? ¡Habrá que ver! :D
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un mito muy logrado. Interesante planteo. Puede ser una de las razones de un potencial conflicto entre Hades y Perséfone.
EliminarUn placer leer aportes que mezclan la mitología con el texto de cosecha propia. Me encanta la mitología: aunque a mi me vaya más la nórdica y a nivel de aficionadillo, mi esposa se doctoró, al finalizar Clásicas, con una tesis que tiene que ver con los mitos griegos. Y tengo que decir que me ha transmitido la pasión por el asunto olímpico. En resumen, me ha encantado tu aportación, Enhorabuena.
ResponderEliminarY ya sobre el asunto, el tema del reino de Hades, el Cancerbero y sobre todo el barquero Caronte, siempre me ha fascinado. Luego intenté algún paralelismo con Melkor y algunos de sus Maiar, como Sauron, pero la cosa no acaba de cuadrar.
La mitología nórdica tiene influencia de la griega, como la nornas que se parece bastante a las parcas. Que cultura la de tu esposa.
EliminarGracias por tu opinión. No estaba muy seguro del relato.
Hola!
ResponderEliminarLas historias mitológicas tienen su encanto, me gusta el nombre Persefone, tiene personalidad. Un drama intenso que hace que el otoño se vuelva invierno.
Besos
Supuse que te iba a gustar. Me gusta mucho la mitología.
EliminarSupuse también que te gustaba el nombre de Perséfone, con esa connotación oscura. Interesante resumen, gracias por eso.
Besos.
Cuanto sabeis de Mitología. Es un tema que desconozco casi por completo, escepto claro está lo más básico. Y me gustaria ahondar en ello,pero me temo que ya no tengo edad.... Saludos.
ResponderEliminarWikipedia ayuda bastante, ahí encontré la imagen.
EliminarGracias por el comentario.
Me ha encantado, he disfrutado de la lectura :)
ResponderEliminarYo voy a entrar en la primavera, mi adorada...
Muchos besos.
Me gusta que hayas disfrutado de la lectura. Es un logro.
EliminarTambién me gusta la primavera.
Muchos besos.
Ahora aquí está a punto de entrar...
EliminarMe hace más feliz la primavera.
Muchos besos, es muy bonito tu relato de hoy.
Ah, mi amiga Dímitra. En Eleuisis me asomé al agujero de la entrada al Inframundo, te aseguro que impresiona...
ResponderEliminarBuen relato, qué chulo. Gracias.
Cafelito.
Interesante dato.
EliminarSi decis que es bueno, debe serlo. Está muy informada en mitos.
Gracias.
Me encanta la mitología. Sobre todo la griega y nórdica. Así que, puedo decir que me agradó muchísimo que tu relato tocara el tema.
ResponderEliminarAdoro la historia de Perséfone y Hades. Yo quiero creer que en algún momento, ella encontró algo en el Dios del Inframundo que la enamoró tanto para dejar de luchar por su libertad.
Esta historia de Hades y Perséfone me hace recordar también a la de Orfeo y Eurídice. Una historia muy triste por cierto.
En fin, espero pronto encontrar otro de tus relatos haciendo mención a la mitología. Me encanta.
Besotes :)
Tengo un gusto similar por las mitologías.
EliminarTal vez haya surgido una relación pasional incluso. Pero vaya saber como podria ser una relacion entre inmortales, tal vez tengan sus momentos de distanciamiento y de acercamiento.
Según lo que dicte la musa de turno.
Me gusta tu avatar.
Besos.
Me ha encantado esta especie de Teogonía romántica.
ResponderEliminarA Hesíodo le hubiera fascinado la teoría del Apóstata.
A mi me fascinó.
Besos mil.
¿Todo eso merece tu relato?
EliminarMe parece todo un logro haber recibido semejantes elogios de tu parte.
Mil besos.
No, al contrario, un placer.
ResponderEliminarA los griegos le faltaba ese toquecito romántico, vio... yo que nací becqueriana y en mi rosa chicle ley moriré, creo eso.
Los comentarios me llegan a e mail, por eso contesto acá.
Otro beso.
Seguro que es así, el otoño se adelanta porque Core se va al inframiundo con Hades. Es una historia muy romántica, ¿Por qué no? una nueva versión es posible.
ResponderEliminarUn abrazo
Fue la idea que traté de plantear. Parece que lo logré.
EliminarGracias por el comentario.
adoro la mitología, aunque siempre me cuestan miles de datos e historias por conocer, para no hablas de los nombres. Tiene una forma de explicar la vida, maravillosa, poética y fantasiosa que subyuga.Mu y buen aporte, Demiurgo.Lo he disfrutado mucho
ResponderEliminarMe fascina la mitología, cuando me enteré del tema, no pude pensar en otra cosa. Y tal vez la mitología le haya fascinado al emperador que sería la inspiración de un blogero, siglos después.
EliminarUna entrada muy documentada y que siempre es un gozo leer de tu mano.
ResponderEliminarGracias.
EliminarLo que tú tan brillantemente narras o que el traspunte del cielo sea olvidadizo.
ResponderEliminarUn abrazo.
En una de esas, una musa me dictó algo de eso.
EliminarQue frase más torpe.
Gracias por el comentario.
Pareciera ser que desde esa época las manifestaciones de ira o descontento no siempre estaban dirigidas a presionar al culpable -o al principal responsable del problema. Como los piquetes por aquí, afectaban a la mayoría de los mortales que no participaron en el entrevero! jejeje...eso de impedir que las plantas crecieran no creo que Hades le hubiera importando demasiado! y en cuanto al acuerdo logrado por el dios supremo, qué decir!...la mujer suele acceder a lo que se le impone para evitar males mayores...en todo caso, para la naturaleza y nosotros funcionó...qué aburrida sería la vida sin cuatro estaciones!
ResponderEliminarUn abrazo!
=)
Creo que no fue para negociar, sino como manifestación de su ira.
EliminarInteresante planteo, se puede pensar que Core accedió, hasta que su nombre fuera cambiado por Perséfone, para evitar males mayores. Es lo que insinúan algunas ficciones. O podría ser lo que planteó Marifer Pizzani, comentarios atrás, que haya encontrado algo en Hades, que le haya atraído. Vaya saber.
Tenés razón sobre las cuatro estaciones.
Que gran comentario. Un abrazo.
Esto es mitologia con tu toque personal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me preocupaba que mi toque personal fuera a estropear la historia. Pero parece el relato gustó.
EliminarMe gustan estos relatos mitológicos,
ResponderEliminarson inspiradores,
un saludo
Tengo afición por los mitos.
EliminarGracias por comentar.
Me encantó tu enfoque. Ese llamado de Hades, Perséfone, y esa historia que en lo personal, es la que más me atrae de la mitología griega, ha sido muy oportuno. El final, deja reflexionando, y tal vez, las razones de esta especie de desarreglo estacional, estén bien fundamentadas... al menos, suena mucho más poético que el tema del cambio climático como consecuencia de la falta de coherencia y respeto para con el planeta. Me quedo con tu teoría!
ResponderEliminarBesos y que el otoño traiga la alegría de una Perséfone que se halla muy a gusto con su mamá.
Gaby*
Je! abril 17! a esperar un poquito para celebrar!
Parece que esta historia mitológica gusta. Ojalá que Perséfone se halle a su gusto, con su madre o con quien quiera.
EliminarCreo que la paciencia vale la pena.
Gracias.
Hermosa entrada. Me encantan Démeter y Perséfone, ya que estos representaban para los pueblos de la antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y la emergencia cíclica.
ResponderEliminarPerséfone ya no pudo regresar al mundo de los vivos, le fue imposible abandonar las profundidades ya que había probado el fruto de los infiernos (la granada).
Saludes
Gracias. Me gustan los mitos.
EliminarPerséfone la dejaron volver, a pesar de que había probado las granadas, por una excepción, negociada con Demeter. Con la particularidad de pasar 6 meses en el mundo de los vivos y 6 meses con Hades.
Saludos.
Muy lindo como siempre! Besos!
ResponderEliminarQue gusto volver a leer tus comentarios. Sería buen leer más posteos tuyos.
EliminarGracias por tal elogio. Besos.
Me refrescaste mucho la memoria con tu historia, y me dejas con la duda de si ese final que planteas pueda ser así. El clima se ha vuelto loco y por algo es.
ResponderEliminarUn abrazo.
Según revise en los mitos, las relaciones entre Hades y Perséfones han tenido sus momentos conflictivos. Algo que podría tener repercusión en la naturaleza.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante y bien narrado.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
EliminarEl mito del 'rapto' de Perséfone/Proserpina y su madre Deméter/Ceres es uno de los más hermosos de los mitos clásicos. Además, fue también uno de los mitos más importantes en los orígenes de la cultura clásica; tanto fue su peso por aquel entonces que generó una corriente religiosa, denominada Misterios Eleusinos, en honor al templo sito en Eleusis, ciudad en la que la Deméter griega comenzó la búsqueda de su hija.
ResponderEliminarUn dato curioso: los griegos consideraban que la ausencia de Deméter (Diosa Madre) se producía en verano y no en invierno, como consideramos hoy en día. Según los antiguos griegos, era el descuido de las obligaciones por parte de la doliente Deméter, aquejada por la ausencia de su hija, la que provocaba que los cultivos y la vegetación se secara y agostara.
Y ya me callo, que enrollo más que una persiana... ;)
Sí que lo es. Conocía ese dato.
EliminarInteresante lo del verano como descuido de las obligaciones de Demetér.
Muy interesantes tus aportes.
me encantan este tipo de historias, aunque no conozco todas, me alegra que hayas publicado esta, porque me ha gustado mucho, aunque difiero de un concepto, que el otoño y la primavera existan, creo que son simplemente estados medios de dos momentos importantes de la tierra, el del verano y del invierno, que no existen en realidad, que son meras consecuencias, las huellas del que se va y las sombras del que se acerca, porque para mí siempre existirán solo dos estaciones, el verano insoportable y del invierno implacable, el resto son sólo huellas y sombras..... saludos!!!
ResponderEliminarGracias.
EliminarInteresante planteo. Las constelaciones no existen, son una ilusión. Pero sirven de referencia, para la navegación, por ejemplo. O para decir por donde van a aparecer cometas.
Saludos.
Precisamente por eso son tan interesantes las historias mitológicas.
ResponderEliminarEs que la mitología romana tomó mucho de la griega.
Gracias por el comentario.
Me gusta esta historia mitológica, solo que contempla la estadía de Perséfone en uno de los hemiferios, yendome por las ramas, se me da por imaginar que ha de tener una vida paralela, pues, o está con Hades en el inframundo haciendo que nuestros árboles pierdan sus hojas y gane el frio, o está del otro lado junto a su madre Demter propiciando que todo florezca y el aire se vuelva cálido... (O_O)
ResponderEliminarUn beso!
Interesante planteo. Creo que el tema es que Demetér se pone descontenta cuando Perséfone esta con Hades, por eso los árboles pierden las hojas.
EliminarLo de que en el otro hemisferio, las recuperen, podría deberse a un trato posterior, para que no todo el mundo quede desolado al mismo tiempo.
Un beso.
Me gusta este enfoque respecto a la estaciones. El origen mitológico fascina por lo mágico, después de todo: quien puede decir que nos es así?
ResponderEliminarAbrazo Demiurgo
Parece que este enfoque gustó. Tiene cierto sentido. ¿No?
EliminarGracias por el comentario.
Ver las hojas caer de los árboles es como ver llorar a una persona, y eso sólo sucede en otoño (por ahora y cambio climático mediante).
ResponderEliminarSaludos
J.
Interesante metáfora, colega demiurgo.
EliminarY tu acotación entre parentesis, también.
Saludos
Me ha parecido muy interesante la explicación mitológica de las estaciones!
ResponderEliminarMe ha parecido superinteresante tu explicación mitológica sobre las estaciones!
ResponderEliminarLa historia no me pertenece. Tome un mito y un par de historias más, y los asocié. Parece que el resultado gustó.
EliminarGracias.
Y todo esto tiene que ver con lo que comentaste muy acertadamente en mi último post, un otoño que se adelanta y todo aquello que no se puede evitar si lo imponen los Dioses.
ResponderEliminarEn cualquier momento vuelve el calor en pleno otoño, y podemos considerar a Perséfone como la gran diosa histérica de estos últimos años.
Y es mas complicado, si lo imponen dioses en conflictos
Eliminar¿Una diosa histerica? No lo había pensado. ¿Que te parecen Teseo y su amigo intentando raptarle a la mujer, a uno de los dioses más temidos del panteón griego?
Al final lo que hicieron Teseo y Pirítoo fue como dar un gran aviso a Helena y a Zeus. Fueron como esos hackers que chorean para demostrar que un sistema de seguiridad informática no es tan seguro.
EliminarEllos fueron raptores, pero nada en comparación con Paris. ¡Flor de guerra desencadenó!
nunca pude retener estos nombres de diosas o de la mitología, se me hace difícil saber quien es quien y que representan... Esparta también acá? ja... salu2....
ResponderEliminarYo leo mitología desde bastante, y además escucho La venganza será terrible, donde se cuentan historias mitologicas. Por eso, retengo algunos nombres y algunas historias.
EliminarEstá muy lateralmente. Helena, a quien se le atribuye ser la causa de la guerra de Troya, era espartana. No era Helena de Troya, como se la suele llamar, sino Helena de Esparta.
Gracias por comentar.
La mayor cantidad de historias mitológicas que se es gracias a "La Venganza". Ah, y también a Leopoldo Marechal que tanto en novelas, en sus dramaturgia y en su poesía siemprefundió a la gente tanguera de su barrio con los personajes y la poesía de los mitos greco-romanos.
EliminarRecomiendo mucho su obra
Saludos a ambos!
Es un gusto leer mitologia, las historias de los dioses ingenuos que se inventaron los griegos para explicarse el mundo. Un placer.
ResponderEliminarSí, es un gusto. Aunque no sé si eran ingenuos esos dioses.
EliminarGracias por el comentario.