Este es el reto que propone Neogéminis:
“Como ya tod@s saben, la idea es escribir sobre lo que el
título les sugiera, intentando no superar las 350 palabras, con libertad de
estilo y género.
A partir del miércoles podrán ir publicando los textos en
sus blogs, dejándome aquí los correspondientes links con los que el jueves
armaré la lista de participantes.
Tienen hasta el sábado para sumarse.
Recuerden que la convocatoria es abierta, quedando
sobreentendida la reciprocidad de lecturas y comentarios.
Espero que se entusiasmen y dejen volar su imaginación.
L@s espero!”
La voz nocturna
(Diario de Mara Laira)
Dante Serpieri, El Viajero
Interdimensional me insiste en que puedo quedarme el tiempo que necesite. Es
una situación que puede prolongarse indefinidamente.
Me está resultando difícil adaptarme a
lo que llamo El Reinicio.
Dante y Atalanta, su intensa amante, me recomendaron escribir un diario, con mis impresiones, registros de mi adaptación.
-Prometemos respetar tu secreto –me aseguró
Atalanta.
-¿Qué sentido tiene escribir algo que
nadie leerá?
-Será evidencia física de tu
existencia –agregó Dante- Podría protegerte de ser borrada.
No tengo necesidad de dormir, me tiendo
sobre el sofá del comedor, como si pudiera hacerlo. Hasta que una vez me
invitaron a acompañarlos a una salida nocturna, la inauguración de una muestra de
pintura.
-No podés quedarte sola –dijo Dante-
-Ser es ser percibido –insistió Atalanta-
Y es no lo que necesitás.
Fue percibida, lo reconozco, pero
menos que Atalanta, cuyo peplo dórico fue considerado una performance.
Con los brindis, usuales en toda inauguración,
se intensificó la visible pasión entre los dos. Son encantadores.
Tuve alguna conversación interesante,
aunque nadie parecía recordarme. Y en algún momento, empecé a sentirme extraña.
Como si la realidad rechazara mi existencia.
Pude avisarles, para que Dante me
transportara. Pero no quise molestarlos, tomé un taxi.
El taxista me miró extrañado. Y al
regresar, frente al espejo, descubrí el motivo. Me veía como un personaje
dibujado, una acuarela tridimensional. Tuve que concentrarme para verme como
una mujer real.
Entonces, me puse a escuchar radio.
Noté que los programas nocturnos, sobre todo de trasnoche, eran rutinarios,
aburridos. Con lecturas de noticias, aburridos testimonios.
Un momento después, se abrió un vórtice.
Del que surgieron Atalanta y Dante, abrazados y besándose.
-¿Por qué no pedís un tema? –me dijo-
Quiero hacerle escuchar algo sugestivo a Ata,.
-Y subí el volumen –añadió Atalanta.
Eran evidentes las intenciones que
tenían.
Llamé para pedir un tema. Y para mi sorpresa, me ofrecieron ser la locutora. Para anunciar la hora, leer las noticias. No pagaran mucho. Pero en la noche, mi voz será percibida.
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