Desde su blog, Neogéminis nos presenta elegir una de las imágenes que nos ofrece, “para narrar con título, género y forma libre, lo que la ilustración les sugiera intentando no superar las 350 palabras. Como siempre, después de publicar en sus blogs, me avisan, dejándome el link correspondiente. El jueves armaré el post con el listado de participantes que, espero, sea numeroso y variopinto”.
Relato sin título
Atalanta creyó ver un rostro
misterioso, que se reflejaba en la cafetera. Parecía una ensoñación enviada por
una musa. Noto que era la cara de Dante Serpieri, su amado Viajero
Interdimensional. Lo que le siguió pareciendo inspirador.
Aunque la visión directa no le
producía la misma impresión que su reflejo, que era sutilmente inquietante.
-Dante, te necesito quieto en esa
posición.
-¿Y el café?
Pero Atalanta insistió. Y Dante fue imposible negarse a su pedido.
La atlética escultora tomó una porción
de arcilla roja. Y le fue dando forma, con la pasión artística en los dedos,
llegando a una aproximación de lo que había visualizado.
Le resultó insatisfactorio. Así que
sus manos deshicieron la figura.
-¿Podrías poner esa expresión que
tenías? Esa, justo.
Ya interesado, evocó la emoción que
había sentido, para volver a tener la expresión que su bella artista
necesitaba.
Y así, Atalanta sonrió triunfal, al
ver su obra. Por fin, Dante pudo tomar su café con leche, acompañado de unas
facturas.
Atalanta siguió viendo atención el
busto en arcilla.
-¿No te gusta? –le preguntó Dante- Me
sacaste favorecido.
-Pienso que puedo hacer algo más.
Fueron horas de escultura en atelier
de Atalanta, con algunas pausas para el descanso, para la intensa intimidad que
había entre ambos. La obra avanzó sin contratiempos, con algunos detalles que
fueron resueltos. Atalanta había esculpido a un guerrero épico, cuyos rasgos
recordaban a los de Dante.
-Una escultura muy halagadora. Yo no
soy tan…épico.
-Es como yo te veo.
-Estuviste trabajando mucho. ¿No
necesitás descansar?
-Ahora que lo mencionás, creo que hice
un mal esfuerzo. Necesito un masaje, de esos que aprendiste a hacer.
Con un gesto, Atalanta desprendió su peplo dórico. Los dedos de Dante comenzaron a recorrer esa espalda, como si él fuera el escultor. Y ambos se entregaron al deseo.
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Vaya por dónde la inspiración le llegó a esa artista! Celebro que las musas llegarán, Demiurgo. Te agradezco por aportar otro de tus especiales relatos. Un abrazo
ResponderEliminarLa inspiración puede ser tan misteriosa. Y una persona muy cercana puede ser el caso.
EliminarNo quería quedarme fuera de una convocatoria tuya.
Que bien que te haya gustado. Un abrazo.
Muy bien Demi, me ha gustado mucho como has hecho esta convocatoria, has sabido darle tu toque personal, asi, pues, te felicito y te deseo, unas felices Fiestas.
ResponderEliminarBesotes.
Gracias por tu elogioso comentario.
EliminarLo mismo para vos, felices fiestas.
Besos.
La escultura como resultado de lo que hay detrás de una mirada. No es cómo te ves, es cómo te veo.
ResponderEliminarMuy buena forma de resumir mi relato. Interesante conclusión.
EliminarBesos.
Un engaño de los sentidos o una realidad. Bien llevado, amigo. Un abrazo
ResponderEliminarEngaño o realidad, sirve de inspiración.
EliminarGracias por el comentario, Saludos.
Magnifico reto, habia visto la imagen tambien en la convocatoria pero no note que parecia una cafetera.
ResponderEliminarAtalanta y Serpiere parece que se llevan bien, a pesar de que veo que Atalanta es de un caracter serio cuando se trata de la escultura. Quizas una perfeccionista?
En fin se ven felices este par y da envidia Dante...
Reconozco que tardé en reconocerlo, me lo facilitó otro relato.
EliminarSe llevan intensamente bien, Serpieri acepta que Atalanta es muy liberal en sus costumbres, incluso le gusta eso de ella.
Es perfeccionista en la escultura, viene de un mundo en que tuvo una influencia de un arte comparable al de la Gracia clásica. Aunque tal vez sin colorear las estatuas.
Así es. Mucha envidia.
Saludos.
la inspiración es opuesta a la expiración, se inspira y se expira rutinariamente querer vivir con inspiracion exclusivamente tienen una motivación casi suicida Un abrazo
ResponderEliminarInteresante y lúcido planteo.
EliminarEntonces, la expiración sería el equivalente de la realización, la puesta en marcha, de lo que la inspiración ha sugerido. Porque sería una forma de dejar atrás esa idea que ronda la mente.
Saludos.
Se nota la impronta de tus personajes y cómo adaptas la historia a cada uno de ellos.
ResponderEliminarA mí también se me pasó de entrada que era una cafetera. Me pasó como a ti, a raíz de uno de los relatos, me he fijado en ella.
Un beso enorme, Demí.
Cuídate.
Que bien que se note eso.
EliminarQue coincidencia. A veces me sirve de guía el leer otros relatos.
Lo haré, ya que me lo pedís. Un gran beso, Magade.
Cuando alguien nos desea, somos perfectos a sus ojos y supongo que a la hora de reflejarnos, siempre se puede hacer algo mas. Eso si, lo del café con facturas siendo abril y autónoma, ha sido mi pan de cada día en el mes pasado, menudo recuerdo! La cafetera italiana, de las mejores que he visto por cierto.
ResponderEliminarUn besazo!
A Dante, conocido como El Viajero Interdimensional, le resulta un misterio tener la atención de una mujer, que literalmente es de otro mundo. Eso que comentás podría ser unar espuesta.
EliminarQue interesante lo que contás, es una buena combinación.
Un gran beso.
Un relato muy creativo, me ha gustado mucho como se dejaba esculpir hasta llegara obedecer fielmente a tan interesante escultora, hasta el punto de dejar enfriar ese café.
ResponderEliminarQue logro que te parezca muy creativo. Me gusta tu mención de esa conducta del personaje.
EliminarUn abrazo.
creatividad en vena, me encantó cómo juegas a la ambivalencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
No me ha gustado nada la imagen de alguien tomándose el café co leche mirando facturas.
ResponderEliminarPero todo lo demás está genial. Sobre todo el paralelismo de ls escultora esculpida por las manos del amante. Las sutiles interrupciones me han llevado a preguntarme si la interdimensiinalidad supone alguna ventaja en el terreno sexual. Podría por ejemplo entrar completamente en ella y compartir su mismo espacio.
Abrazoo, Demi
Tal vez la polisemia se preste a la confusión, porque no se trata de mirar facturas sino de comer facturas, acompañando al café con leche.
EliminarPero si todo lo demás te parece genial, lo celebro. Me gusta que hayas encontrado ese paralelismo.
No lo había pensando pero podría suceder en algún momento.
Saludos, Gabiliante.
Hola, Demiurgo:
ResponderEliminarUn relato que arranca con la pasión de la creación y concluye con la complicidad del deseo. Un relato que me ha hecho sentir cómplice del deseo.
Gracias, Demiurgo.
Hola, Nino.
EliminarMagnífico resumen. Me gusta que te hayas sentido cóimplice.
Gracias por el comentario.
¡¡Vaya, Vaya!! Qué encuentro más pasional entre Atalanta y El Viajero a partir de una cafetera y su escultura en Arcilla, me hubiera gustado encontrarme con ese Viajero cuando iba a hacer Cerámica al taller :-)
ResponderEliminarBesos, DEMI
Toda una expresión con la que iniciás tu comentario.
EliminarMe gusta que hayas calificado de pasional ese encuentro. Es lo que quería expresar en este relato.
Que interesante lo que contás.
Besos, Myriam.
Ya voy conociendo a tus personajes y al hilo especial que va conduciendo cada relato. Este reto superado con creces y con mucho talento!
ResponderEliminarbesos.
Me gusta eso que comentá.
EliminarAgradezco tu interés y tu elogiosa opinión.
Besos.
Es una situación muy bien lograda.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Me parece un logro tu opinión.
EliminarQue viene de un escritor talentoso.
Saludos.
La fotografía captura instantes... la escultura también, pero son instantes más largos y eso siempre facilita que ocurran más cosas entre medias ;)
ResponderEliminarQue interesantes semejanzas y diferencias, entre la fotografía y la escultura. Sobre lo que pasa ene medio.
EliminarSaludos.
Me ha gustado mucho, cómo invierten posiciones y cada uno puede ser escultor del otro.
ResponderEliminarBesos.
Que bien que tte haya gustado.
EliminarY que buena forma de resumirlo.
Besos.
casi siempre un(a) artista no se siente satisfecho con su obra final debido a que siempre espera mucho más de ella; algo así como que emane un espíritu estético que la haga vibrar y la deje satisfecha.
ResponderEliminarsaludos.
Interesante planteo, es algo que suele pasar.
EliminarY puedo entender.
Saludos.
La inspiración llegó a lo grande, con las ideas repletas, tu lo bordaste ella (Atalanta) lo creo y él lo firmó con un masaje... Un abrazo
ResponderEliminarQue bien que te parezca que llegó a lo grande.
EliminarMe gusta esa acción que contás, ser parte de ese proceso.
Un abrazo.
(y) Demiurgo.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos.-
EliminarEn la escultura hay que ir retirando de un bloque aquello que no nos sirve.
ResponderEliminarTus relatos de Atalanta tienen un poco de eso, parecen ir en busca de algo muy específico, al grano.
Abrazos, capo
Es cierto, es algo que ha sido planteado por Miguel Ängel, en algún soneto. Y también fue dicho por Leonardo Da Vinci.
EliminarQue interesante analogía. Saludos, estimado amigo.