Juan Carlos Celorio nos propone este tema:
“En todas las poblaciones se suele honrar a las personas o conceptos que
admiran erigiendo una estatua en su honor. En pocos ha ido cambiando el
concepto, sea de lo que se admira o el modo en que se rinden homenajes y ello
es muy evidente en lugares en los que se ha pasado en pocos años de una
dictadura, que representa
grandilocuentemente sus valores o héroes, muy por encima de las personas, a una
democracia, en la que se ensalza a gente normal y al mismo nivel que los
ciudadanos.
En definitiva, os propongo escribir sobre alguna estatua, la de vuestra
elección, contando lo que os parezca más conveniente sobre ella. Os pido que la
imagen del reato sea la de la estatua sobre la que habláis”.
Este relato es la continuación de otro. Leer acá.
Un amor de Atalanta
La
fascinación de Atalanta, por La Fuente Monumental Las Nereidas, fue el comienzo
de su amor por Dolores Mora. Algo que intensificó nuestra intimidad.
Por lo
que, la llevé a recorrer diversos lugares, para conocer el resto de la obra de
la escultora.
Inesperadamente,
supimos de una obra para homenajearla, en una ciudad de monumentos.
La
expectativa de Atalanta se transformó en desilusión, al ver que se trataba de
un busto. Lo siguiente que hizo fue observar, tomar apuntes en un cuaderno que
le había regalado. Y memorizar.
Entonces,
volvimos. Un viaje casi instantáneo, a través de un agujero de gusano.
Ella se
dedicó a la arcilla, para modelar una reproducción del busto.
-Pensé
que no te había gustado.
-Un
busto…para homenajear a una escultora. No tiene sentido-dijo agitando sus
manos, ásperas, que tan bien acarician.
Entonces
comencé a entender.
-La
libertad es representada rompiendo cadenas. La justicia, con su espada. ¿Y una
escultora?
-¿Con
sus cinceles?
Atalanta
se quedó pensando.
-O
trabajando en una de sus estatuas. O con mirada soñadora. Nada que pueda
representarse con un busto.
-¿No
refleja su mente, su inspiración?
-Tal
vez. Pero esculpir es algo más que lo mental. Es pasión. Esas cartas que leímos
son de una artista apasionado. Es furia, dolor, experiencias físicas. Es ver la
obra en el mármol y eliminar lo que sobra, para que surja.
-Y
poner las manos en ello.
-Exacto-dijo
sonriendo- ¿Dónde están las manos en un busto?
Hay
algo especial en las manos de Atalanta. Sería injusta una representación de
ella, que no las incluyera. Mi artista favorita tenía mucha razón.
-¿Cómo
la representarías?
-Es
algo que no logro imaginar. Tiene que ser algo especial.
-Podría
ser una tarea para tus estudiantes.
Atalanta
resplandeció. Podría ser un proyecto, que llevaría cierto tiempo, dedicación.
Un tributo de una artista a otra artista.
Más estatuas en ¿Y qué te cuento?
Por lo que encontré en Internet, ese busto a Lola Mora está en la plaza Sicila en barrio Martín, en la ciudad de Rosario. La artista se llama Jimena Tilio.
La opinión de Atalanta, venida a un mundo que parece a la Grecia o Roma clásica, no desmerece el talento de esa escultora. Solo que Atalanta habría esculpido una estatua de cuerpo completo.
No solo nos has dejado una estatua , sino una manera de entender como esculpir una ,.ya que ATLANTA desde luego tiene las ideas claras .
ResponderEliminarMe ha parecido un buen relato amigo ..
Demi sino nos volvemos a leer en estos días no quiero que se me pase la ocasión de felicitarte la Navidad , solo te deseo lo mejor para ti y tu familia un fuerte abrazo amigo ..!!.
Que bien que te haya gustado.
EliminarSeguiré activo. Pero aprovecho la oportunidad para devolverte tu deseo, que tengas una feliz navidad, para vos y tus personas cercanas.
Un especial abrazo.
Me gusta que estés de parte de Atlanta, tenemos que defender a los nuestros y es que es cierto de una escritora se debe mostrar sus manos, lo ha defendido con razonamientos. Un abrazuco
ResponderEliminarEl detalle es que el narrador personaje no soy yo, sino El Viajero Interdimensional. Pero estoy de acuerdo con ese planteo, tan válido para una escritora como para una escultora.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
ambas historias se complementan muy bien en sentido y continuidad. y sí, puede ser extraño que a una escultora se le homenajee en un busto sin brazos, pero creo que un busto celebra a una artista en su valiosa integridad como persona más allá de su obra.
ResponderEliminarsaludos.
Justo buscaba eso, una continuidad.
EliminarEs un buen argumento para responder a Atalanta.
También se podría decir que si sirvió de motivación a una artista para homenajear a otra artista, es válido.
Saludos.
Fantástico! Antes de nada, esa fuente es una maravilla, no sé si lo dije ya, pero me recuerda a una que hay en Burdeos.
ResponderEliminarEl relato es fabuloso y coincido con ella, un busto no es homenaje que pueda expresar la pasión y la creatividad.
Me gustó mucho, Demi.
Besos.
Gracias por ese adjetivo. Está bien que lo digas.
EliminarQue bien que te parezca así, coincidiendo con ella.
Gracias por tu comentario. Besos.
Es más simple y económico hacer un busto que una escultura de cuerpo entero, pero coincido con Atalanta, para conmemorar a una escultora es un homenaje a medias.
ResponderEliminarIncursioné en la escultura, hace tiempo e hice de todo un poco, pero los pocos bustos o cabezas que me salieron los fui regalando.
Lola Mora sí que fue una grande.
Un abrazo y felices fiestas.
Podría ser una explicación.
EliminarParece que el argumento de Atalanta es más certero.
Y tu opinión es autorizada, interesante lo que contás, así que ella se alegrará de que coincidas con su argumentación.
Una grande, sin duda.
Felices fiestas. Un abrazo.
Una gran reflexión la de Ataranta, las manos son muy importantes... El lenguaje corporal... Una representación de alguien es como intentar descubrir su historia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Dem.
Mil besitos Navideños ✨🎄
Parece que hay coincidencias con ella. No había pensado en eso, pero lo del lenguaje corporal es algo a favor de la argumentación. Y es compatible la referencia a las manos de Atalanta.
EliminarFelices fiestas. Un beso.
No conocía la palabra "erigiendo", todos los días son de aprender.
ResponderEliminarFelices Fiestas y un abrazo.
Por lo menos, todas las semanas, con estos relatos.
EliminarFelices fiestas para vos. Un abrazo.
A mi parece que un busto también puede ser y es un homenaje a la persona que representa. Lo importante es el gesto y la intención 🙂
ResponderEliminarBss.
Es un buen punto de vista.
EliminarBesos.
Mira vos! Nunca la vi. Debe ser relativamente nueva porque en una época yo vivía cerca y no la recuerdo. Por lo demás, coincido con que no es una forma muy adecuada esa de homenajear a alguien tan libertariamente creativo como Lola Mora representandola con sólo un busto. Creo que sus manos hubieran sido mucho más representativo quizás evocando a las en vuelo o algo visualmente menos rígido. En fin, me alegra q haya encontrado inspiración para este nuevo reto. Un abrazo Demiurgo
ResponderEliminarPor lo que entendí es algo nuevo.
EliminarParece que hay coincidencias. Se te ocurrieron creativa alternativas.
Yo también me alegro por eso.
Un abrazo.
De cuerpo completo o, cuanto menos, sus manos. Tiene lógica ese razonamiento.
ResponderEliminarInteresante diálogo que hace reflexionar.
Besos
Esa podría ser una variante interesante, la de las manos.
EliminarParece que hay coincidencias con Atalanta.
Besos.
Muy logrado ese diálogo , desconozco ese busto y por lo tanto su autor/a.
ResponderEliminarPero la forma en como se enfrenta con su obra a través de ese diálogo es muy interesante. El escultor habla con sus manos para dirigirlas hacia la consecución de su obra.
Un abrazo
Puri
Yo lo descubrí buscando información, para que sirviera de base para escribir el relato.
EliminarQue bien que te haya gustado el diálogo. Me gusta eso de que el escultor habla con sus manos.
Un abrazo.
Un estupendo texto. Desconocía el busto, hoy he aprendido algo interesante, gracias,
ResponderEliminarUn abrazo.
Es algo que descubrí buscando algo de información, en que basarme el relato. Yo también lo aprendí.
EliminarQue bien que te haya gustado.
Un abrazo.
Muy bueno aprovechar la temática para contar la historia de la estatua de una escultora a otra escultora. De "la" escultora.
ResponderEliminarRecuerdo el relato anterior, e hiciste bien en continuarla dándole un nuevo ángulo.
a próxima vez que ande por Puerto Madero y La Costanera Sur prestaré más atención, a ver si encuentro algo nuevo
Abrazo y felices fiestas!
Me gusta tu reseña. Y que recordés el relato anterior.
EliminarParece un buen plan.
Felices fiestas.
El padre de Atalanta, griega, deseaba únicamente hijos varones, y por ello, al nacer, la abandonó a su suerte en el monte Partenio. Pudo sobrevivir gracias a que una osa la cuidó y la amamantó, hasta que unos cazadores la encontraron y decidieron criarla. Que pena que acabara en león, junto a su amante.
ResponderEliminarEl texto hace reflexionar sobre los bustos. Muy bueno. Un abrazo y feliz Navidad
Conozco esa historia, que pena ese final.
EliminarEsta Atalanta es un algo distinta, aunque tiene rasgos en común con la mítica.
Me gusta lo señalás, que haga reflexionar. Que bien que te parezca muy bueno.
Feliz navidad. Un abrazo.