Este
es el tema que nos propone Luferura:
“Estimados
amigos:
  
 Lo primero es agradecer a Dafne la organización que ha hecho del último
reto juevero y a todos los que lo han enriquecido con su participación, y ahora
tomamos el relevo...
  
 Como ya sabéis se acerca la festividad de Todos los Santos, día 1 de
noviembre precedida de la Noche de difuntos, Halloween en el mundo anglosajón.
Tenía pensado otro tema que dejaremos para otro día, después de todo es posible
que cualquiera de nosotros prefiriera este día señalado para este tema en
especial. 
   Así
que os propongo un truco o trato, un relato en el que vuestro protagonista
tiene que tomar una decisión entre “truco o trato”, en el relato debería
mencionarse esta expresión y quedar claras las opciones entre las que debe
escoger vuestro protagonista respondiendo al "truco o trato" con un
trato, que es la entrega de algo, evitando así ser sometido a un truco que le
afecte, una maldición o hechizo.
  
 Desgraciadamente la noche es limitada y los espíritus sólo permiten que
vuestro personaje dedique a su decisión unas 350 palabras. Hay espíritus muy
sensibles que odian las amputaciones y casquería por lo que agradecen que no se
describan. También les gusta que los participantes que llaman a nuestra puerta
en forma de relato reciban un regalito en forma de comentario”.
He
recurrido a alguna frase de alguna convocatoria anterior. Y al cerrar una
historia. He tenido que excederme con la cantidad de palabras, aunque recorté
parte del texto.
Sombras en el espejo
El caso de la modelo
Juliana Petrid se estaba prolongando más allá de lo esperable. Había comenzado
cuando ella, con tono suplicante, le dijo a su pareja:
-Flaco, ¡ya no
quiero garchar y listo! ¡Por qué no podemos querernos!
La reacción de
Montero, su pareja, fue hostil. Y lo fue más a la noche, cuando intentó
atacarla. 
La modelo tuvo la
suerte de contactarse con la Brigada de Respaldo Paranormal. Lara Fiorentino, médica forense, criminalista
insistió en que debían ayudarla, aunque no se tratara de la especialidad de la
Brigada.
Y así las encontré a ambas, en una casa muy especial, conectada con una
región intermedia, ocupada por Eidolon un Especular que había descubierto la
atracción por las mujeres humanas. Y por eso había desertado de la invasión a
nuestro mundo.
Mientras Juliana y Lara conversaban yo hice un trato con él. Para que
hiciera razones. Pero resultó que resultó difícil de convencer.
Eso fastidió a Walter Craven, quien estaba llevando el caso.
-Hugo Lestrade, metiste la pata. Vamos a hacerlo a mi modo.
Confrontamos Montero cuando estaba almorzando en un bar. Craven se
presentó con su credencial de policía.
Montero no se impresionar.
- No importa, ustedes no pueden hacer nada
contra mí –dijo Monteroo- Y menos en público.
-¿Sabe qué fecha es, Montero? Pronto será
Halloween y ciertos seres tendrán más poder. 
-¿Así que ustedes fueron quienes me mandaron
al fantasmita? –contestó con cinismo.
-No es un fantasma sino algo más peligroso –contesté.
-Le conviene firma ciertos documentos –dijo
Craven- Y dejar libre a Juliana Petrid.
-¿Así que es una cuestión de Truco o trato?
-Sí. Y le conviene aceptar el Trato –dijo
Craven.
A la noche, Montero estaba en la casa de la que había huido la rubia
modelo. En algún momento, llegó a hasta un espejo. Y notó que su reflejo
retrasaba unos momentos, con respecto a sus acciones. Y fue reemplazado por
escenas tensas con Juliana. Cuando la había besado a la fuerza, cuando ella se
había resistido a la intimidad.
-Ya vas a volver- dijo Montero.
-¿Eso te divierte? –preguntó una voz
Entonces algo invisible para él le apretó la garganta. Y lo arrojó contra
el piso. Y recibió más golpes.
-Esta sólo fue un aviso –fue lo que escuchó Montero.
Lo siguiente fue una rápida cuestión legal. Montero firmó unos papeles
que ya estaban redactados. Y Juliana Petrid pudo volver a su casa.
Más Truco o trato en LA VELETA
 
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