CONCURSO DE RELATOS 37ª Ed. DESDE RUSIA CON AMOR de Ian Fleming

 Desde El Tintero de Oro, Bruno nos invita a participar de un homenaje a Ian Fleming, el creador de un célebre personaje, James Bond. El más famoso espía de ficción, en novelas y películas.

Estas son las bases:

BASES DE PARTICIPACIÓN DEL CONCURSO DE RELATOS:

Tema: Escribir un relato de espías.

Extensión: Máximo 900 palabras.

Plazo: Del 1 al 15 de junio de 2023.

Participación: Abierta a todo el mundo. Deberéis contar con un blog donde publicarlo y añadir el enlace en los comentarios de esta entrada. Los únicos que no pueden participar en esta edición son los tres ganadores del pasado concurso.

Votación: Los autores participantes deberán votar siete relatos otorgando siete puntos al que más os guste; seis, al segundo; y así sucesivamente. Se enviarán por correo electrónico a eltinterodeoro@hotmail.com del 16 al 25 de junio. No enviar los votos supondrá la descalificación del relato.

Premios: El 30 de junio se celebrará la Gala de Premios. Los tres primeros relatos recibirán un diploma digital acreditativo del mismo.

 

Contrato ciberpunk

El inicio

Es un tiempo de intrigas, en circulan ciertas tecnologías, que se negocian en forma clandestina. Es tiempo de intrigas, que ha inspirado historietas.

Aficionado a esas ficciones, acepté la oferta de desafiar a las Regulaciones  Corporativas. Tuve algunas misiones exitosas, trabajando para los órdenes de una mujer misteriosa, a la que nunca vi persona. Pero confié en quien no debía. Lo que me llevó a  ser detenido. De belleza superlativa fría, tenía dos alternativas con ella. Una era raptarla, usarla de rehén para escaparme. Y luego…

-Sería un mal movimiento.

Un sutil movimiento de ello. Y siento un intenso dolor, aunque breve dolor. Una cuenta regresiva aparece en mi brazo izquierdo.

-Es un tecnovirus. Si la cuenta llega a cero, estás perdido.

-No tengo nada que perder –le digo, mientras pienso en cumplir mi último deseo con ella.

-Otra mala idea. Puedo hacer que la cuente llegue a cero, si hay un movimiento que no me gusta.

¿Me había vuelto tan predecible? Era evidente que tenían mi perfil.

- Y no hay necesidad de tal extremo. La Corporación me autoriza a ofrecer un contrato corporativo. Tiene una hora para decidir.

Antes de que se cumpliera el plazo, Yo, Al Azar, elegí la otra alternativa: firmé el contrato corporativo.

 

- Mi contacto es Eva Siontec –le dije a la bella y fría agente- Recibo sus  instrucciones en forma remota. No la conozco.

-Coincide con la información que tengo –me responde- Contacta a sus agentes que cumplen con una misión importante.

-Estoy lejos de ese nivel.

Ella sonrió maliciosamente, como una villana de historieta

-Eso puede arreglarse.

 

Luego de arreglar unas formalidades, estaba libre pero portando un tecno virus

Fue cuando fui contactado para una misión, por Eva Siontec. Paradójicamente, la agente corporativa estaba interesada en que yo cumpliera con esa misión, para atrapar a Eva.

A quien no podía alertar, por el riesgo de que la cuenta regresiva se acelerara.

Sólo me quedaba esperar en un hotel automático. Cómodo pero aburrido, ubicado en un lugar desértico. Eva lo había elegido por su discreción. Pero era sin ell glamour de mis historietas preferidas.

 

Fue una aburrida espera, hasta que Eva Siontec me envió un auto robot. Inicialmente, diseñado para fuerzas de seguridad. Pero ciertas intrigas hicieron que los planos se perdieran.

Mi viaje era seguro, estaba protegido por el blindaje del auto. Y atrapado por sus dispositivos de seguridad.

 

Luego de viajar por un lugar desértico, llegué a un casino, al estilo del siglo pasado, con crupiers, tentaciones para distraer a los jugadores más hábiles. Y con tecnología aplicada a los juegos. Donde se apostaba información clasificada, planos secretos, nueva tecnología.

Mientras usaba sus habilidades para ganar,  me mantenía alerta. A

Lo prudente había sido retirarse pero  el contrato corporativo y  las instrucciones de Eva indicaban que debía llegar al Juego Final. Cuyo premio era el maletín que contenía ese secreto codiciado.

Un juego de cartas recientemente inventado, que combinaba reglas de otros juegos. Usé mis conocimientos de lenguaje corporal, supe cuando apostar y cuando dejar pasar una jugada.

Sólo una rival peligrosa, de la que desconfié en el momento en que la vi.

Una rival  que apostó contra mí y perdió. Fue cuando  todo se complicó.

 

- ¡Psicofanta!- exclamó con furia.

. Una mala perdedora, había acertado en desconfiar Era la peor acusación que podía hacerse a un jugador.

Estaba en serio peligro. Pero había sido previsto. Usé un dispositivo de emergencias, que activó las alarmas. Se desató un caos, que aproveché para huir con el maletín. Y llegar al auto robot.

 Había escapado, pero la cuenta regresiva seguía activada.

En ese momento, apareció el holograma de una silueta femenina. Era Eva Siontec.

- ¿Misión cumplida?- me preguntó ella.

Era el momento de jugarme.

- Cumplida, pero estoy bajo contrato corporativo.

-  Ya lo sabía. No hay problema. Voy a tu encuentro.

 

Unos minutos después, el auto se detuvo. Descendió una nave de transporte, de la que descendió…la agente corporativa.

- ¿Qué significa esto?- pregunté inquieto.

- Tranquilo. Me infiltré como agente para usar recursos de la Corporación

- Que alivio. ¿Qué hay en el maletín?

- Las rutas hiperespaciales hacia mundos rebeldes

- Una información que no debe tener la Corporación. ¿Y nosotros?

- No faltaran mundos que quieran recibirnos…y negociar con nuestros productos. Y con Eva Siontec. Una mujer nada común.

Nuevos mundos, nuevas oportunidades. Mejores aventuras.

Lo siguiente fue viajar, en una ruta segura, hasta una nave interestelar, de la que Eva se había apropiado.

- Sólo tengo una duda. Estuve ¿Para qué esa amenaza con la cuenta regresiva?

- Efecto dramático. Pero puedo compensarlo.

Ella activó el piloto automático. Y reveló su sensualidad.

Finalmente, sería como en esas historias de espionaje, en que agente secreto es recompensado por una misión exitosa.

Más espionaje en El Tintero de Oro 

Para participar de esta convocatoria, recurrí a reescribir un relato anteriormente publicad (Ver enlace), que expandí, desarrollando más a los personajes.