Este jueves, un relato: El final de los hombres

 

Diva de Noche nos presenta esta propuesta:

“Es verdaderamente difícil, compaginar las cosas que hay que hacer en estas fechas y tomarme un tiempo para disfrutar de escribir historias…En navidad hay tanto por hacer, las visitas a familiares y amigos, las compras en el supermercado, las comidas que hay que preparar, lo que hay que comprar para regalar, cuidar a los nietos cuando te los dejan “un ratito”, realizar los adornos del arbolito, elegir el regalo del amigo secreto, que en mi familia es super, super secreto, porque nadie sabe a quién le va a regalar hasta la misma noche del 24, y por tanto el regalo debe ser unisex.

Difícil porque desde chicos tenemos gustos diferentes, y crecimos sabiendo que usa un chico y que usa una chica, pero en estos tiempos, no. Ahora todo hay que diferenciarlo, y decir chicos, ya no es un término que engloba chicos y chicas, sino que hay que diferenciar entre la palabra chicos y chicas, y mucho peor, más allá de los gustos, en la actualidad existe la pujante determinación de crear diferentes tipos de sexualidad, y créanme que yo, no me conozco todos los términos con que se describen, y para no hacerme un lío siempre digo: ¿Sexo masculino, femenino u o sea? y es que hay tantos tipos que hasta creo que hay muchos que no saben a cuál definición pertenecen o si son una mezcla de varios.

¿A que ya adivinaron de que va el tema?

Pues déjenme decirles que no lo creo. No se trata de los diferentes tipos de sexo, ni de los gustos entre hombres y mujeres, ni de lo que hay que hacer en navidad. Se trata de realizar un tema real o ficticio, de suspenso, ciencia ficción, románticos o picantitos…como sea, pero que trate sobre “El final de los hombres” y aunque sé que hay muchos amigos del sexo masculino en este grupo, déjenme explicar.

Existe la teoría (fundamentada en tesis) que afirma que la tendencia milenaria sobre la supremacía de los hombres sobre las mujeres está cambiando y, por fin, las mujeres están mejor preparadas, ocupando más puestos de responsabilidad y, que esta teoría se justifica a partir de criterios demográficos, donde cada vez nacemos más, socialmente, en las universidades sacamos mejores notas y adquirimos mejor formación y culturalmente, cada vez hay más libertad en roles de las mujeres. Pruebas más allá de la duda razonable han mostrado que las mujeres son mejores conductoras, policías, jugadoras, espías, líderes mundiales, catadoras de cerveza, administradoras de fondos de inversión, aparte de todo lo demás que implica atender la familia, su casa, etc

Entonces ahí queda…este es el tema para el 22 de diciembre, nada de villancicos, ni pesebres, sino algo que quizás en unos cuantos años pueda lograr mejorar a esta descolocada sociedad que no encuentra orilla en este mundo, algo que llegue al final de la era de los hombres…(me rio de pensar en que escribirán ellos)

Por lo demás ya saben las reglas, máximo 350 palabras, enlazar sus escritos a mi blog, enviarme sus escritos con su enlace y todo lo demás…

Saludos y que se suelte la imaginación”.

 

Nuevamente recurriré al Mara Verso.

 

  El legado de Laura Nio

 

Melisa Tupelo  llegó con entusiasmo a la producción de Industria Científica, encontrándose con Paula Lowell Luz, Sol y Sol.

- Mujeres en la ciencia. Es un buen tema para un programa especial Y quiero hablen de sus carreras.

-Yo preferiría no aparecer. Por eso del barrio cerrado, ahí me llaman Luana Powell. Y si ven el programa…No puedo fallarle al plan de Anita.

Melisa golpeó la mesa.

-¿Por qué siempre es difícil con ustedes? Yo he colaborado con ustedes. Pero ustedes no me ayudan, cuando yo tengo una idea.

-Podés contar con nosotras –dijo Luz, abrazando a Sol.

-Y eso me va ayudar. Tienen un público las quiere–contestó Melisa- Pero me gustaría que Anita aparezca en el informe.

-¿Y qué tal un informe sobre Laura Nio? –preguntó Sol, acariciando a Luz.

-¿La madre de Anita? No es mala idea.

-Una pionera de la física –acotó Paula Lowell- Llegué a conocerla.

 

“Ella creyó que era una de las chicas de su pariente libertino.  Por eso, me recibió con poca simpatía.

-Soy astrónoma.

- A ver, ¿cómo se resuelve esta ecuación?-preguntó, sonriendo con malicia. Y llenó una hoja, con fórmulas.

Estuvimos una media hora escribiendo fórmulas, desafiándonos.

-Y ahora me vas a contar como te conoció mi primo –me preguntó.

-Fue a una charla que di, en un planetario.

- Esa es una novedad. Mi primo prefiere a las bailarinas exóticas.

-Soy un poco eso, también.

Ella me sonrió, lo que me sorprendió.

-Tengo mis historias. Pero ahora hablemos de algo serio.

 

Se quejó de la poca participación de las mujeres en la ciencia, que seguía siendo un mundo de hombres.

- Estoy trabajando para que esto se termine–me siguió diciendo- Y vos vas a ayudarme

--¿Qué puedo hacer?

-Conseguir un Doctorado.

Hubo varios encuentros, en que ella me hizo preparar una tesis. Y entonces sucedió El Incidente.”

 

Hubo un silencio, que fue roto por Anita Zinc.

-Lamento llegar tarde. ¿Qué me perdí?

-Vamos a hacer un informe sobre tu madre –contestó Melisa.

Anita la abrazó emocionada.

 

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