Este jueves, un relato: EL DESPISTE

“Lo titularé DESPISTE, ya que eso es lo que me ha ocurrido a mí y es algo que en cierta medida todos habréis padecido en alguna ocasión. Escribid sobre esa ocasión, real o ficticia en que os despistasteis y en las consecuencias que ese despiste tuvo. Son muchas las ocasiones en que, perdido el sentido de la realidad, hemos cometido algún desliz no deseado. Creo que es un tema que se presta al divertimento y la jocosidad”. 

Error triunfal

Víctor Peril solía ser ignorado por los medios masivos pero era admirado en el ambiente de la historieta, sobre todo los que buscaban leer algo más allá de lo masivo.

Se destacaba su modo aparentemente básico de dibujar, omitiendo fondos, repitiendo una y otra vez el mismo dibujo. Y su estilo de entintar, tan personal.

Algo que había nacido por su tendencia a la distracción, a los accidentes con tinta china, acuarelas, que habían manchado hojas casi terminadas. Y la pérdidas de originales, que había llevado a fotocopiar el mismo dibujo una y otra vez, el único que no había traspapelado.

Todas esas torpezas habían terminado en un resultado positivo.

Tan positivo, que fue uno de los dibujantes plagiados por Rick Tus, en una forma escandalosamente evidente. Como ese dibujante había despertado antipatías masivas, los medios fueron difundiendo comparaciones de sus tiras, historietas, con las obras de los originales.

Víctor Peril fue uno de los que aceptó participar de un programa de televisión, para lo cual preparó un pantalón libre de manchas, se mentalizó en no tropezar en una vereda. Esfuerzo que le permitió llegar a ese programa con invitados, con un periodista poco interesado en el tema, Mariana Mazzocco, modelo convertida en una preparada periodista, la chica del clima, y colegas.

El programa marchó con una demostración de cada uno de los dibujantes, en hacer retratos de los presentes, chistes sobre Rick Tus.

Hasta que llegó su turno, logró dibujar a su estilo. Y eso gustó.

El tema es que, relajado, tropezó tropiezo con un cable.

Lo que terminó en una conjunción de desastres, caídas del periodista serio y de la despampanante meteoróloga. Con una cara de perplejidad del involuntario iniciador.

El hecho pudo haber terminado con una invitación para que abandonara el estudio. Pero el rating fue más alto de lo normal. Y fue repetido en Internet. Víctor Peril fue  contratado para dirigir un programa humorístico, con personajes propensos a torpezas. Con la chica del clima, como infaltable participante.

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