El tema de esta semana es
escribir un relato con helados, tal vez se pueda contar que recuerdos evoca. O
escribir una historia de ficción.
Sospecha que las musas se
quedaron tomando helados por algún lugar. Y no han aparecido por acá. O tal vez
lo de inspirarme alguna historieta, que tengo que retocar, les haya ocupado
todo su tiempo.
- Por fin lo reconocés- dice
Mara Laira- Cuantas veces te permití que contaras un relato. Y un par de veces
te remplacé.
- Es cierto. Te volviste
alguien esencial.
- Que bien. ¿Para qué me
llamaste?
- Una especie de regalo de
agradecimiento.
- ¿Es una sorpresa?-dice
ella, a la defensiva.
- No.
- ¡Menos mal!- Suspira ella-
Las sorpresas que pensás para mí, son con buena intención…Pero preferiría
evitarlas.
- Es más bien es algo que
voy a otorgarte.
- Uy, no sé que es peor. Lo
de tener sueños podría gustarme, sino fuera por las pesadillas. Me hiciste
conocer el miedo a dejar de existir si dejan de pensar en mí. Y además esa
insinuación que lagrimeo cuando mis amigas me desean feliz cumpleaños…Preferiría
que no me hagas tan humana.
- Esto te va a gustar-
contesto- Por eso te invite a este lugar.
- ¿Una heladería?
- Los humanos, incluso
algunos demiurgos, no comen sólo por necesidad. Sino también por el gusto de hacerlo.
Un poco más tranquila, Mara
me acompaña a entrar a la heladería.
Debo decir que los precios
son más altos que en otras heladerías. Y no hay descuentos para demiurgos. Pero
los helados son buenos.
Pido dos helados de frutilla
y chocolate. Nos sentamos en una mesa libre, que da a la calle. Miramos las plantas,
los arboles que hay en la vereda.
Mara prueba su primer
helado, con indiferencia.
Que demiurgo distraído. Me
concentro en pensarla disfrutando un helado.
- Tenés razón, me gusta.
Pruebo mi helado, ella nota
mi sensación de frío. Y que me gusta.
Saboreamos nuestros helados,
sin apurarnos. Tal vez un poco, para que no se derritan por el día del calor.
Nos quedamos un poco más y
salimos de la heladería.
- Esto me gustó. Pero voy a
investigar cuales son mis gustos preferidos.
Mara descubriendo helados junto al otro. No está nada mal,Demi. Un poco de humanidad 💋
ResponderEliminarBuen resumen. Me gusta eso de no está mal.
EliminarUn abrazo.
Son ricos los helados, tan ricos que a pesar del frío es bueno disfrutarlos. Esta verano Mara va a merecer que la invites diariamente a la heladería, por ahora con el frío te salvas a una vez a la semana.
ResponderEliminarmariarosa
Es cierto, además puedo se puede elegir cuando se ambientan los relatos.
EliminarEs una ventaja del frío. Para el verano tal vez tenga que que invitarla con más frecuencia.
Un abrazo.
Wuuauu, qué buenooo tú disfrutando con Mara de los helados ¿y quién de los dos probó el de chocolate? me quedo con las ganas de saberlo, mi preferido es el de chocolate mmmm me encantan los helados de chocolate.
ResponderEliminarMe encantó tu refrescante aportación juevera.
Besos especiales de Perlada.
Ambos. Comimos helados de frutilla y chocolate. Una buena combinación.
Eliminar¿Te gusta el de chocolate?
Uy, sabés que no soy indiferente a tus mmmm. ¡helado de chocolate!
Que bien. Helado de chocolate.
Besos especiales.
Existen tantos sabores de helado que puede llevarte toda una vida investigar cuál puede ser tu preferido. No es un mal plan, no obstante. Besotes!!!
ResponderEliminarEs Mara la que está en la búsqueda.
EliminarAsí le diré eso de que no es un mal plan.
Besos.
El factor sorpresa desempeñó un papel importante para atraer a Mara Laira a la heladeria. La cual veo disfruto en un ambiente de lo más agradable. Una reunión placentera con lo real y lo virtual, que imagino dará pie a una nueva cita. Me recordo a una serie llamada Amor, Guerra y Helado. Muy buena inspiración.
Abrazo
Por esta vez, funcionó. A pesar de que ella ha empezado a desconfiar de las sorpresas. O eso creo.
EliminarMe da gusto tu opinión de que lo disfrutó. A veces, ustedes la conocen más que yo.
No conozco esa serie. ¿Es interesante?
Un abrazo.
Digamos que esa última frase, Demi, da mucho pero que mucho juego... y el helado que me imagino o la cara que pene el demiurgo... no es de helado de vainilla :-)
ResponderEliminarBesos muy grandes. Hoy casi que te los dejo de Pecado que van muy al gusto.
Feliz finde :-)
¿Hay más en esa frase? Parece que mis comentaristas conocen a Mara mejor que yo.
Eliminar¿No se trata de helado de vainilla? Que curioso lo que escrbiste antes de "el demiurgo".
Recibidos tu besos de pecado. Y te los retribuyo con besos de fantasías pecaminosas.
Feliz fin de semana para vos.
Quizas el rito de juntarse a paladear un helado sea tan íntimo como el de compartir un café disimulando una charla. Buena excusa para conocerse más y demostrar afecto. Me alegro que haya sido otra vez Mara quien te salve del vacío inspiracional jeje. Un abrazo
ResponderEliminarTal vez sea así como decís, sirva para conocerse más y para demostrar afecto.
EliminarUna vez más lo ha hecho. Me gusta tu jeje.
Un abrazo.
jajaja... buen relato la verdad que me gusto mucho, creo que como seres humanos debemos aprender a valorar y apreciar las cosas simples que la vida nos regala
ResponderEliminarQue bien. Podría ser cierto, saber darse algunos gustos.
EliminarSaludos.
¡Hola! Pues me ha gustado bastante que hayas planteado el relato siendo un diálogo y una acción de ti mismo con un personaje tuyo. Me ha sorprendido y me parece muy muy original.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Hola.
EliminarMe sorprende tu sorpresa al encontrar bueno y original a mi relato. Me gusta como tu definición del relato.
Un abrazo.
Hoy Mara ha sido mas humana que nunca y ha probado un delicioso helado esperemos que no te vaya pidiendo más cosas ..al final la convertirás en una mujer de carne y hueso .
ResponderEliminarUn abrazo.
Que interesante observación, no lo había pensado.
EliminarEs un riesgo, pero creo que no es de pedir mucho. O eso creo.
Tal vez sea mi intención, salvo por lo que ella rechace.
Un abrazo
Muy buena la apreciación que a veceslos humanos comemos porlacer y los heledos son culpabes de esta teoría.
ResponderEliminarQue bien que te parezca buena esa apreciación. Los helados son un ejemplo de eso, sin duda.
EliminarUn abrazo
¡Hola! Qué precioso relato, casi me vi la cara de Mara cuando escuchó lo de la sorpresa ¡qué mejor sorpresa que un helado! Más con estos climas fríos, que me encanta y de chocolate y frutilla <3 he quedado antojadísima de un helado después de leerte xD me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡hola!
Eliminar¿En serio? Me agrada que te parezca así el relato.
Me gusta que casi hayas visto la cara de Mara ante la sorpresa.
Creo que un helado puede ser una sorpresa agradable.
Sí, es una buena combinación.
Parece que mi relato resultó mejor de lo que pensaba.
Un abrazo
Mucho más sensorial que otros de tus relatos.
ResponderEliminarMe hiciste reír mucho con lo de los descuentos a demiurgos. Alguien tendría que poner un cartel en la heladería con esa leyenda, al menos como truco publicitario.
Buen relato. Dolina diría que ud. en su elección de gustos es un tipo raso, sin vueltas. No como esos extravagantes que piden Helado de caviar y palta con nueces recubierto de crema de jengibre y una guinda con granizado sabor a chicle.
Abrazo!
A falta de acción que tienen otros relatos, me concentré en eso. Y el tema da para lo sensorial.
EliminarEl tema es que no había descuentos, tal vez porque no es tan fácil demostrarlos, todos afirmarían ser demiurgos.
Buena alusión a Dolina. Sin duda que lo soy, lo más sofisticado que conozco son tomar capuccinos. Pizzas, milanesas con fritas, helados de frutilla y chocolate.
Saludos.
Ya hay algo nuevo de Duality, tu personaje favorito.
EliminarAquí estamos sufierndo ya olas de calor y eso que aún no es verano. El 21 de Junio es cuando entramos en esa estación.
ResponderEliminarMe tomaría un helado con Mara, ahora mismo y seguro que tendríamos una conversación de lo más interesante.
Un abrazo!
Por acá, el clima tiende a ser frío y ha estado lloviendo o lloviznando. Y eso que todavía no llegó el invierno.
EliminarInvitala, capaz que acepta tu invitación y tienen alguna conversación interesante.
Un abrazo.
Pues si esta bien ver la cara humana de Mara Laira....y que mejor que compartir una tarde de helados? Bueno y refrescante, besos.
ResponderEliminarParece que esa idea está gustando.
EliminarPuede ser un buen modo. Me gusta eso de bueno y refrescante.
O sea que es mejor de lo que suponía, lo que escribí.
Valoro especialmente tu opinión, por ser la anfitriona.
Besos.
Pobre Mara, no le gustan las sorpresas. Igual, en esta oportunidad la pasó bien. Habrá que darle tiempo para que descubra cuáles son sus sabores preferidos.
ResponderEliminarInteresante relato, siempre es bueno conocer un poco más a los personajes.
¡Saludos!
Si lo decís de esa manera, tendré que tenerlo en cuenta.
EliminarAunque fui moderado con esta sorpresa.
Va a ser toda una búsqueda.
Que bien que guste eso.
Saludos.
Refrescante y oportuno relato ahora que en Barcelona hace tanto calor. Hoy pienso pasar por una heladería que han abierto unos argentinos en mi barrio, allí puedo saborear el helado de sambayón que tanto echaba de menos. A ver si alguien me sorprende como a Mara y me invita a un helado (aunque a mi edad eso parecería raro)
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Que bien que sea oportuno mi relato.
EliminarParece que he despertado el deseo de comer helados, ya me lo han comentado.
También podes invitar a alguien, tal Mara pase por ahí.
Saludos.
Gracias, Demiurgo, por permitirme ensoñarme como un helado en la boca de Mara Laira.
ResponderEliminarNo lo había pensado pero tiene mucho sentido. Y hasta podes visualizarla en cámara lenta.
EliminarSaludos.
Eso de humanizar a Mara me ha gustado. Ahora no te librarás de llevarla a probar todos los sabores.
ResponderEliminarUn beso.
Es una idea que gusta, aunque Mara desconfía de ser convertida en humana.
EliminarNo lo había pensado. Es un riesgo, aunque es posible que no sea el único que la invite.
Un beso
Una dulce invitación! A que heladería invitadte a Mara? A Freddo? Que delicia. Lo que pasa es que desde hace unos años los helados no son los que comíamos en nuestra infancia y juventud. Creo que vos y yo rondamos la misma edad, en mi época, los helados que te servían eran enormes, no hacía falta pedir cucurucho, porque el segundo gusto lo ponían bien generoso formando el cono típico.
ResponderEliminarIr a tomar el helado al Anta era una fiesta. Estaba en la avenida Gaona en Floresta.
Siempre pedía el mismo gusto y coincido con el de frutilla y chocolate. Lo que me encantaba, y que nunca me dejaban pedir era el charlote, la cobertura de chocolate caliente, porque era mas caro.
Ir a Freddo era otra fiesta. y Saverio, ni te cuento.
Ahora te cobran por cada gusto, te dan una bocha diminuta y to cobran como se les da la gana...
Es mejor comprar por peso varios gustos y dividirlo en los vasitos.....
Saludos
Me gustó esa calificación. Se la voy a mencionar a Mara.
ResponderEliminarUna heladería de Hurlingham, bastante conocida.
Es posible que tenas razón.
Interesante lo que contás.
Sí, son un tanto caros. Esa puede ser una buena opción.
Saludos
Has suavizado a Mara Laira dándole sabor de humanidad...y me gusta.
ResponderEliminarUn beso
Noto que esa idea gusta.
EliminarAunque creo que deberé conservarle algunos rasgos de mujer virtual. O ella se rebelará.
Un beso.
Hola!
ResponderEliminarQue relato más tierno, más romántico y simpático. Me ha encantado la idea de verlos a los dos tomar un helado juntos y compartirlo.
Muy muy bonito.
Un saludo
Hola.
EliminarInesperado como calificaste mi relato.
Me gusta que alguien visualice lo que yo escribo.
Saludos.
Una historia que promete más degustación de helados, para llevar a cabo su futura investigación… Y es que no hay nada como la dulzura para el paladar… y si es compartida, mucho mejor… Al final la humanidad, también tiene sus cosas buenas, y a veces, altamente adictivas!
ResponderEliminarMuy bueno, mi querido Demi, me gustó degustar tu relato…
Bsoss enormes!
Me han mencionado lo de las futuras degustaciones de helados, tal vez Mara sea invitada dentro y fuera de este espacio virtual.
EliminarEs algo en que no había pensado, pero tiene sentido. O tal vez lo había pensado y así surgió el relato.
Tiene sus cosas buenas, aunque creo que Mara mantendrá una fracción de su esencia, como virtual.
Degustar el relato. Que bien.
Grandes besos
Hola. Ha sido una simpática historia. Con una cierta carga de ficción y jugueteo entre autor y personaje. Me recuerda un poco a la serie de historietas en las que Stan Lee conoce a algunos de los personajes icónicos de Marvel que ha ayudado a crear. Yo cuento con el número en el que Stan Lee conoce a Dr. Doom. Por supuesto la dinámica con Doom implica mucha más independencia del personaje. Pero me gusta la conexión que vos y Mara tienen.
ResponderEliminarEn el hemisferio norte no encontramos en primavera, temporada seca y calurosa característica de México, en la cual un helado vendría bien.
Saludos y excelente día.
Hola. Me gusta lo de simpática historia.
EliminarMe gusta esa mención a Stan Lee, su relación con algunos de los personajes de Marvel. Yo recuerdo esa serie animada, en que dialoga con Spiderman.
Me gusta que te guste. mara es esquiva pero...
Saludos.
Sabes? tus musas se vinieron conmigo, hicimos una pijamada y en la mesita puse sabores variados de helado de crema, mi favorito el de nuez.
ResponderEliminarEs una tentación que no resisto, pero siempre lo comía en casa, hasta esta mañana que al pasar por una cafetería entré y lo disfruté.
Tus musas, Dem, van por la libre, pero siempre fieles a ti
Otro beso
Me sorprenden las emociones que producen mis relatos.
EliminarEs para visualizar esa escena, vos y mis musas en una pijamada. Y con helado de crema en una mesita.
Entiendo esa tentación.
Tal vez no quieren que mis lectores se queden sin relatos.
Es un placer leerte y que me leas.
Un especial beso.
Y vestimenta roja [no lo olvides] :)
EliminarNo lo olvidaré.
EliminarMás besos.