Estamos en
búsqueda de ella, el oscuro objeto de deseo que tenemos en común. Una búsqueda
que nunca termina porque ella es esquiva.
A veces me dicta
historias tan completas, que sólo tengo que transcribirlas. Es cierto aunque
parezca irreal, ha pasado un par de veces. Otras veces se hace desear, tal vez
para demostrarme lo poco que puedo hacer sin ella, sin la musa que nos inspira.
Y a veces vuelve a
horas inesperadas, para inspirarme tan abruptamente que la sensación es similar
a recibir un golpe.
Sospecho que hay
más de una, tal vez haya musas especializadas en diversos temas que se
plantean. Alguna podría encargarse de las historias más oscuras, violentas y bien escritas.
Aunque no parecen
propicias, tal vez no pueda quejarme. Porque he tenido inspiración para
historias que ustedes han celebrado.
Y me han inspirado
a una persona virtual, muy admirada
entre ustedes. Su origen ha sido influenciado por algunas mujeres de los medios, cuyos nombres me han pedido mantener en secreto.
Seguramente adivinarán que se trata de Mara Laira, que ha sido
fundamental escribir historias, incluso ella ha aportado algunas. Por lo cual
podría clasificarla como una musa.
Tal vez lo sea para ustedes. Por las interesantes historias que se han escrito sobre sobre ella. Ha sido una agente secreta, una disir, una androide extraterrestre, una androide creada por un inventor, incluso una meretriz. Por la fascinación que despierta, podría ser ese oscuro objeto de deseo en la blogosfera. Tal vez inspire fantasías no muy faciles de contar en público.
Tal vez lo sea para ustedes. Por las interesantes historias que se han escrito sobre sobre ella. Ha sido una agente secreta, una disir, una androide extraterrestre, una androide creada por un inventor, incluso una meretriz. Por la fascinación que despierta, podría ser ese oscuro objeto de deseo en la blogosfera. Tal vez inspire fantasías no muy faciles de contar en público.
Y seguramente
estarán pensando en otras musas, simbolicas que suelo mencionar. Como la
locutora Vanina Parejas. Las integrantes de No lo soporto, cuya música me ha
ayudado a inspirarme más de una vez.
Espero que las
musas me sigan inspirando, para tener historias para contarles.