Este jueves, un relato: Epilogo de los relatos de Mara Laira

Mara Laira despertó agitada, había tenido un par de sueños inquietantes. Había tenido una semana agitada, había posado para un pintor, que se fue a otro mundo paralelo, para captar la esencia de su modelo. También para la clase de escultura de su amiga Atalenta, donde Mr. Deadly tuvo un accidente mortal, una vez más. Y resuelto un par de enigmas. Incluso sus días de descanso habían sido agitados. Precio de la fama.

Fue a su programa de radio, donde el tema fue la polémica en ese grupo conocido como jueveros.

Los impulsores de volver a las normas originales, de aplicarlas con más rigor habían reconsiderado algunas de sus ideas.

Aceptaron que los jueveros usaran otras imágenes a las propuestas por el anfitrión, que publicaran más cosas. Quedaba el tema de la cantidad de palabras y el día de publicación.

Lo que seguía sin convencer a algunos. Mara Laira fue un misterio para sus oyentes.

Mara Laira durmió profundamente y se preparó para su día de cumpleaños. El Demiurgo la había convocado para un Es cierto aunque parezca irreal.

Ella sabía que, en realidad, era una fiesta sorpresa.

 Estaban Flin, Fido y Fiori como invitados especiales. Y encargados de que la comida no tuviera sorpresas desagradables, que estuviera en buen estado.

Amigas como Judith, que la había entrevistado. Su nueva asistente Jorgelina D tuvo el trabajo de recibir a los invitados, para evitar que se cruzaran quienes la habían conocido un poco más de cerca, como Mr. Deadly y JLO.

Cuando Mara Laira tomó el micrófono, notó que no andaba. Estuvo a punto de amar la ira, cuando los presentes comenzaron a cantar lo que habían ensayado.

- Cuando no estás, la casa está vacía pregunta volverás.

(¿Le gustará o habrá que reiniciar el día?

                            Cierre de los relatos de Mara Laira

Gracias por participar en mi nombre y en el de ella. No creí que ella fuera tan popular. 

Quiero agradecer también a Marifer Pizzani, autora de esos dos banner, que han gustado entre ustedes. Les recomiendo su blog.

Me queda pasarle la posta a Juan Carlos, del blog Y que te cuento?