Este jueves, un relato

Mara Laira me autorizó a contar uno de sus episodios menos conocidos.

Episodio que podría empezar con la visita de una hermosa elfa, con el propósito de presentarme una factura, por el concepto de haber vaciado una bodega.

No suena bien, sonaría peor aclarar que mi fiel ayudante tuvo algo que ver, pero hay una explicación. Tiene que ver con otro espacio virtual, la taberna de Valaf. Alguna vez, debido a las vacaciones, quedó a la merced de la buena voluntad de los visitantes. Como mi imprescindible ayudante amanuense Mara Laira. Ella fue invitada a pasar por la bodega, creo que recibió una llave.

Si fuera ella sola, habría sido algo muy sutil. Pero ella es sociable, decididamente más que yo. Y decidió llamar a sus dos mejores amigos, Atalanta y El Viajero Interdimensional, que había empezado a dominar su poder sobre los agujeros de gusano. Que son algo muy útil para viajar, en algunas épocas del año. Por lo menos, fue eso lo que llegué a entender. Alguna otra vez, me aludió a un barco elfico, donde los demiurgos no son bienvenidos. Pero no viene al caso.

El caso es que Atalanta es más dada a la bebida, lo que no le impide ser un escultora de alto nivel y atleta tal vez a nivel mitológico. Al lado del vino griego…Pero no vayan a creer que ella fue la única responsable. Es que el lugar era apropiado para que reuniera un efímero club de fans de Andrés Calamaro. Y no eran abstemios. Para nada. Por suerte, Atalanta, a prueba de ebriedad, puso orden. Así que no hubo destrozos.

Se cuenta que se sumó un detective de lo paranormal y su bella asistente. y donde se ha visto un detective abstemio.
Y si eso hubiese sido todo…Pero además se presentaron un par de grupos tributo ya imaginan a que músico. Y Mara Laira se le nubló la responsabilidad de mantener la llave bajo control. No puedo culparla. Algo similar me pasaría con creo que saben que grupo. Es posible que haya ido tras algún líder de esos grupos tributos o se haya encontrado con Mr. Deadly, eso no me lo contó. Pero cuando volvió al estado de concentración, sin perder la sobriedad, eso sí, el daño ya estaba hecho.

Tal vez fue por eso que hubo una vez que estuve unas dos semanas sin ver a Mara Laira.

Y el hecho que me fue enviada una elfa, para mandarme una factura. Que además estaba apurada, se fue antes de que me decidiera a hablarle, más allá de saludar. Por eso fue que Mara consiguió unos auspicios para Es cierto aunque parezca irreal, para pagar las deudas.

Lo que no estoy seguro si todo lo que ella me contó fue verdad, o si fue una invención…para que no me quedara afuera de la propuesta de esta semana.

Dicho de paso, creo que mi fiel ayudante se merece ser el tema juevero. Para la semana próxima o para el 17 de abril.