¿Podré aportar algo a mi propia convocatoria?
Regina, la
intrigante
Regina Clámor se había refugiado
junto a La Amante del Bosque, quien la había ofrecido protegerla. Regina se
sintió segura por unos días después. Pero luego volvió a inquietarse.
-¿Es por mi apariencia? Puedo cambiarla –dijo La Amante del Bosque.
-No es por eso, sos más linda que yo. Pero estuve pensando. ¿Qué pasaría
con…mi condición, si yo no vuelvo?
-El don, la maldición, pasarían a otra mujer. Una suplente designada…
-Nadie quiere aceptar desde que esa chica, Nina, sufrió ese accidente en
la filmación.
-Entonces pasaría a una pariente cercana. Pero tranquila, no tenés una
hija.
Entonces, recordó a Inés Perta. Una policía que frecuentemente arriesgaba…su
vida.
-¿Podría pasar a una prima?
Y por eso, Regina Clámor se dispuso a salir del bosque.
-Entendé, Carla. No puedo pasarle el Trono a una chica inocente.
-¿Y si no fuera una chica inocente? –respondió La Amante del Bosque.
Regina Clámor se reunió con la producción, amenazando con no terminar la
película, sino aceptaban sus condiciones.
-Quiero que hacer otros personajes. Una Final Girl. O una femme fatale,
que finge ser víctima.
Resignados, le acercaron un contrato.
-Lo quiero consultar con mi abogada.
Unos días después, Regina llegó a la oficina de producción, acompañada
por Octavia, también bella y rubia.
-Les presento a mi sucesora –dijo Regina-
-Veo que tiene condiciones –dijo el director- Le vamos a hacer una
prueba.
-No estoy para bromas –dijo la abogada- Hay una cláusulas…
El director sacó un papel de un escritorio.
-Esto es lo que firmaste cuando hiciste ese casting.
-Pero fue para femme fatale, no para…
-No lo especificaste –dijo una sonriente Regina- Grave error en una
abogada.
-Tienen que ser una mala broma –protestó Octavia- No puede ser. ¡Noooo!
Y salió un grito fuerte, que hizo tapar los oídos a todos, excepto a
Regina.
-Lo hiciste bien, Octavia –una sonriente Regina- Te dejo el Trono del
Grito.
Octavia tuvo pánico al pensar que no podría confiar en la Sociedad
Secreta, a la que pertenecía. Recordó
algunos rituales, que incluían a una Reina del Grito.
-Cuiden de ella –dijo Regina Clámor al equipo de producción- No quiero
retomar el Trono.
Más fines para Regina Clámor, en este mismo
lugar
¡vaya manera de zafar el bulto y pasar la posta!
ResponderEliminarsaludos.
Con una cierta astucia, que podría haber desarrollado. Regina.
EliminarAunque es raro que Octavia haya caído, así que es probable que no entre en la continuidad oficial. Por otro lado, hay una explicación que lo justificaría, en el siguiente comentario.
Gracias por el comentario. Saludos.
Los directores y en especial los propietarios de los Estudios son tipos abusivos. Muchos de ellos abusan de estas actrices de todas las formas posibles. Precisamente esos contratos buscan basicamente explotar a estos talentos. Probablemente la abogada recibio un dinero extra para redactar de ese modo el contrato.
ResponderEliminarPero hay una salida: afortunadamente los contratos pueden romperse. Octavia tiene amigos poderosos que pueden obligar al Estudio a liberar a Octavia de esas clausulas.
Algo he visto, leído de esas historias.
EliminarAbusar de las actrices, de todas las formas posibles. Una frase muy gráfica.
Tiene sentido lo que planteás. Tal vez Octavia haya caído en esa potencial trampa, por ambición y por falta de experiencia como abogada.
Creo que podría haber una salida. Y tal vez un más que amigo, que hagan una oferta que no puedan rechazar.
Así que esta historia podría estar dentro de la continuidad, algo que no había previsto.
Gracias por el comentario. Saludos.
Me ha gustado. Entiendo a Regina pero ha sido muy fácil, demasiado. Que nos tienes preparado Demi!??
ResponderEliminarUn besazo!
Podría cuestionarse como una abogada tan intrigante como Octavia cayó tan fácil en una trampa, por no leer bien el contrato. Aunque que en el comentario anterior se dice que podría ser por dinero extra.
EliminarNo lo sé. Vaya a saber lo que pueda surgir.
Un gran y especial beso.
Buen plan el de Regina para que ese grito real de Octavia, ante lo que acababa de suceder, demostrase lo capaz que era para el papel que ahora tenía asignado. Fue a través de una treta, pero cabía la posibilidad de que Octavia alcanzase la fama y el reconocimiento del público por su buena interpretación, quedando satisfecha y perdonando a Regina.
ResponderEliminarMuy bueno tu aporte, querido amigo.
Como siempre, un pacer leerte.
Abrazo grande 💙
Hola.
EliminarTengo mis dudas sobre incluir esta historia como parte de la continuidad, como hacerlo. Pero es posible que Regina está adquiriendo alguna astucia.
Es algo que podría llegar a pasar.
Que bien que te guste. Valoro tu opinión.
Un placer recibir comentarios tuyos y también leerte.
Un gran abrazo.
Demi, celebro la facilidad con la que has resuelto el tema, mientras que los demás, al menos yo, le ha dado miles de vueltas. Pero claro , tú conoces bien los entresijos de Regina y eres el "dueño del cortijo", jajajaj.
ResponderEliminarMe encantó.
Que bien que te guste. Aunque no termina de convencerme.
EliminarLo que escribiste me gustó.
Gracias por el comentario. Un abrazo.
Se merece el Óscar por su actuación. Un engaño perfecto.
ResponderEliminarBuen relato, Demi.
Mil besitos y Feliz Navidad ❤️✨
Gracias por tu comentario.
EliminarParece que logré que fuera verosímil.
Feliz navidad. Mil besos.
ResponderEliminarHola Dmiurgo!
No había pensado en Inés Parta, siendo policía siempre está en peligro de malhechores. Sería una perfecta candidata.
Pero qué giro, que astucia de Regina, en la búsqueda de la sucesora encontró a quien manipular, y Octavia cayó en la trampa deliberadamente, no dejándole otra opción que aceptar el trono de la legión de las scream queens. Seguro que Regina se va a tomar un buenísimo y largo descanso. El final de su carrera en este relato fue de lo más astuto e ingenioso,
Un abrazote!
Hola, Yessy.
EliminarUn personaje que no me pertenece, es ajena al Mara Verso, aunque es prima de Regina.
Que bien que te haya gustado el giro.
Tengo mis dudas sobre si incluir este relato en la continuidad, si hacerlo parcialmente.
Es una posibilidad la del descanso. Y que tenga que volver en algún momento.
Valoro mucho tu opinión, por venir de la Licenciada en Mara Verso.
Un gran abrazo.
Una abogada atraída por el séptimo arte.... Buena candidata, un error que la llevara a la fama.
ResponderEliminarAunque esa fama tiene sus inconvenientes.
EliminarGracias por comentar.
No conozco muy bien a estos personajes, pero qué tramposilla. :D
ResponderEliminarMe parece una buena definición.
EliminarUn abrazo.
Hasta los santos meten la pata. Octavia se equivocó, quizás por soberbia. Ahora le toca apechugar en el trono del Grito hasta que le pase el centro al próximo distraído porque no creo que Regina, ya liberada, quiera regresar. Jaja Besos DEMI.
ResponderEliminarPuede ser que haya pasado eso.
EliminarAsí es. Aunque también podría pasar que la trasferencia sea algo temporal. Y Regina tenga que retomar el Trono.
Agradezco tu jajaja. Besos.
Muy buen corazón el de Regina; interpreto que ha sido La Amante del Bosque la que le ha ayudado a solucionar su dilema ético. Pero y Octavia, además de su atractivo, ¿qué condición fatal cumple para merecer el Trono? Demiurgo, alucino con tu arte de tenernos aquí entretenidos e intrigados con tus creaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así ha sido.
EliminarEs una buena pregunta. Podría contestar que teniendo deseos de actuar en cine, se ha preparado. Tal vez haya estudiado declamación.
O podría decir que sea rechazada, por falta de condiciones. Y Regina tenga que volver a ser la Reina del Grito. Lamentándose por ser tan talentosa. Tal vez me hayas dado una idea.
Un abrazo.
Los contratos, como las leyes tienen lagunas que sabiamente pueden aprovecharse, nada es seguro.
ResponderEliminarBesos que te lleguen, Dem
Una lúcida observación.
EliminarMe han llegado. Y te envío muchos besos, Mujer de Negro.
Con lo que ha pasado el fin de semana, el pase del trono de Maradona a Messi, no puedo más que relacionarlo.
ResponderEliminarAbrazos, Demiurgo capo
Que interesante asociación de ideas. No se me habría ocurrido.
EliminarSaludos.