Anita había
iniciado su venganza contra el barrio cerrado, del que había sido expulsada. Su
fórmula había transformado a la productora del programa, de difusión
científica, en una mujer que había enloquecido a influyentes habitantes del
barrio cerrado.
Era el momento del
segundo paso.
En el barrio
cerrado, había una obsesión por los jardines. Una obsesión impuesta por la
comisión de convivencia, o círculo interno. Habían impuesto algunas normas de
regulación. Y habían contratado a una empresa de jardinería y paisajismo, con
precios onerosos. Una decisión no celebrada por todos.
Mientras hacía su
columna de bioquímica en el programa, Anita pensó en los detalles de su plan. La
productora le había dado la información que necesitaba.
La idea era
estropear el jardín, con ciertos preparados, para fomentar el descontento por
lo que habían tenido que pagar. El ataque podía hacerse desde el río, que Anita
había escuchado hablar. Era necesaria una distracción.
Y la encontró en
la columnista siguiente. Doctorada en astronomía, tenía como pasatiempo unos exóticos
bailes. Si fuera más atractiva, sería irresistible. Y Anita sabía cómo hacerlo
posible.
Convertida en una
pelirroja sensual, la astrónoma les brindó un espectáculo que no olvidarían
nunca. Incluyendo el personal de seguridad que debía estar vigilando los
terrenos cercanos al río.
Su ausencia
permitió que Sol y Luz, aliadas de Anita, llegaran por el río,
en un bote. Hicieron una recorrida por los jardines, rociándolos con algo que
no los favorecería.
Semanas después,
los jardines tenían un aspecto que desmejorado. Lo que hizo recordar los precios que habían tenido que pagar, por la decisión de unos pocos.
Hubo discusiones con la empresa, acusada de brindar tan mal servicio.
Dos recién
llegadas, la productora y la columnista de astronomía de un programa científico,
sugirieron otra empresa, más eficiente, con un precio razonable.
Una semana más
tarde, los integrantes del círculo interno firmaron un contrato con Sol y Luz, transformadas
por la fórmula de Anita.
Nadie lo discutió
porque, a partir de entonces, los jardines se vieron mejor que nunca.
El plan de Anita había avanzado.
Más jardines en La Plaza del diamante.
Fue muy inteligente y parece que le salió muy bien el plan...
ResponderEliminarMuy interesante tu relato.
Muchos besos
Astuta. Y en una de esas el plan continúa. Acepto sugerencias.
EliminarQue bien que te parezca interesante.
Muchos besos.
Como decían en el Chavo: "La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena".
ResponderEliminar¿Cómo se envenena algo que ya esta muerto? Eso nunca lo entendí ni lo explicaron.
Ahora, me quedo con las ganas de conocer a la pelirroja...
Suerte
J.
¿Decían eso? A lo mejor la mata de envenenamiento.
EliminarSugestiva y astronoma, yo también deseo conocerla.
Saludos, colega demiurgo.
Toda una estrategia de las que ulltimamente estan de moda en cualquier municipio del país. Entre los clanes,los barones.,los que mandan y los que critican hacen que los jardines en algunas ciudades sean un desastre.
ResponderEliminarUna historia muy completa de de una realidad bien palpable. Saludos
¿Esta dentro de lo real? Que curioso.
EliminarSaludos.
Me gustaron tus jardines, he leído el texto varias veces.
ResponderEliminarY estuvo bien ese contrato que hicieron con sol y luz transformado por la fórmula de Anita.
Un beso.
Sol y Luz era el nombre de dos bioquimicas que vi en algún programa de Científicos industria argentina. Sol y Luz, que coincidencia. Algo que me pareció adecuado en un relato sobre jardines.
Eliminar¿Te gustó para leerlo varias veces? Que bien.
Un beso.
Sí, me quedé un ratito leyéndolo dos veces, me gustó mucho, Demi.
EliminarSoy y Luz, un nombre precioso aunque lo vieras en un programa de Científicos, hiciste muy bien en ponerlo en un relato sobre jardines.
Un beso.
Son dos nombres, Sol y Luz. Me llamaron la atención. Pero gracias por el comentario.
EliminarUn beso.
Muy resolutiva la actitud de Anita y también tu forma de resolver el relato de este jueves.
ResponderEliminarBesos
Anita se me impuso. Planeaba un relato con Duality, pero Anita le sacó el lugar.
EliminarQue bien que te guste.
Besos.
Buenas tardes, Demiurgo:
ResponderEliminarVenganzas orquestadas por una mujer enloquecedora.
Bailes sensuales de una pelirroja peligrosa.
No sólo el jardín luce esplendoroso tras la intervención de Anita, también mi imaginación está radiante.
Un abrazo, Demiurgo.
Buenas tardes.
EliminarMe gusta este resumen.
Me alegra que tu imaginación esté radiante. Y se te ocurre alguna idea para desarrollar, adelante. La tendré en cuenta. Y si se te ocurre algo para escribir, adelante también.
Gracias por el comentario. Tu relato también me gustó.
Vaya competencia, y que tactica la de tu creacion, Demiurgo!
ResponderEliminarA esto se le llama una “metodologia agil” para alcanzar el objetivo. Aunque no sea honesta su mercadologia. Jajaja Imagino que va una buena ‘tajada’ para Sol y luna, y por supuesto a la Doctorada en astronomia.
Un beso
Interesante lo de tu comentario sobre la táctica.
EliminarAnita no necesariamente honesta y tal vez no excluya la violencia, aunque no está ansiosa por usarla.
Los nombres son Sol Y Luz, es un detalle. Tal vez su ganancia sea lo que el dinero por el mantenimiento de los jardines. Y la doctora en astronomía tal vez reciba una tajada por otro lado.
Gracias por el comentario.
Un beso.
Si supieras cómo te imagino, cada vez que te leo, mi mente se divide, por una parte se proyectan las imágenes de lo escrito, por la otra hay una visión precisa, del sitio, la hora y la persona que escribe, es curioso y sin darme cuenta, siempre sucede lo mismo, es como caminar en círculos cuadrados.
ResponderEliminarUn beso, Demiurgo
¿En serio? ¿Lográs visualizar las historias que yo escribo?
EliminarQue notable.
Un beso, Ame.
Pues le salió bien la venganza, y gracias a ella el jardín volvió a ser como era.
ResponderEliminarUn abrazo
Pero tal vez la venganza siga en varias etapas.
EliminarUn abrazo.
Eso está de actualidad en mi barrio donde hay polémica porque el Parque Guell, obra de Gaudí, ahora hacen pagar entrada. Es como poner puertas al campo.
ResponderEliminarHabrá que pensar en una venganza jardinera.
Saludos! Borgo.
¿Hay algo de real en lo que escribí? Que sorprendente.
EliminarGracias por tu comentario.
Saludos.
La astucia de Anita con buenos resultados y los jardines resplandecieron. Un relato imaginativo con buen final. ¡saludos Demiurgo!
ResponderEliminarResplandecieron después de decaer, ambos hechos por la obra de Anita.
EliminarY eso que no era lo que quería escribir, las musas tienen sus caprichos.
Que bien que te haya gustado.
Saludos.
Me ha sorprendido sobremanera que te hayas alejado del mundo de las ficciones para desarrollar este relato. Al menos, no reconozco tus habituales aristas narrativas. De todos modos has logrado armar una historia que guarda mucho de intriga y sorpresa, como creo entender que te gustan.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin embargo, hay ficción no realista. Anita conoce una rara fórmula que transformó a la astronoma pelirroja en más atractiva, lo que hizo también con Sol y Luz, y en la historia anterior con la productora del programa. Se la dictó un río, lo cual no está claro si sucedió o es parte de su locura.
EliminarTal vez se aparte de lo que usualmente escribo.
Sí es cierto que me gustan la intriga y la sorpresa.
Un abrazo.
Interesante el mundo en el que te metiste. Tiene algo de "Las viudas de los Jueves", algo del arte de Burle Marx, algo de "El Jardinero temprano amaneció" de Pescado rabioso. Me gusta ese mundo del paisajismo, la botánica y los viveros, aunque me interesa más la horticultura. Siento que está historia está truncada y necesita continuar... ¿continuará?
ResponderEliminarAbrazo
Que bien que te gustó.
EliminarCuriosamente lo relacionaste con cosas que no conozco. Sí conozco a Pescado rabioso, pero no lo que mencionas.
Continuará si mi inspiración y Anita, muy caprichosas, lo permiten. Acepto sugerencias, así que si se te ocurre algo, será bienvenido.
Saludos.
Buenos días Demiurgo,
ResponderEliminarMuy imaginativo como siempre. "La venganza es un plato que se sirve frío". Y miedo me da Anita. Porque no hay nada peor que una mujer vengativa. A un lugar tan bonito como un jardín no se le puede poner puertas.
Saludos!
Buenos días, Éowyn.
EliminarLa venganza es un plato que se sirve frío. Y en este caso, en varios platos.
Y además, Anita tiene conocimientos especiales, es bastante manipuladora.
Acepto sugerencias sobre posibles futuros actos que hagan más temible.
Gracias por lo de imaginativo.
Saludos.
Pues vaya con Anita! Vaya intriga que montó para que el mantenimiento de los jardines cambiara de manos...
ResponderEliminarTu relato fue leído por Casss el la comida del sábado de la reunión juevera, y fue un auténtico placer escucharlo con su acento de allá...
Un abrazo
Y para que cayera en manos de dos mujeres de su confianza. Tal vez continúen sus plantes. Según la inspiración ayude, se aceptan sugerencias.
Eliminar¿En serio? Que halagador. Debió ser algo especial. Que bien.
Un abrazo.
Ella se salió con la suya y el jardín también.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal vez ella no se quede conforme y siga con un plan de venganza.
EliminarGracias por el comentario.
Inteligente la nena...
ResponderEliminarBuen relato.
Besos buen comienzo de semana
Y además intrigante.
EliminarQue bien que te haya gustado.
Buen comienzo también para vos.
Un beso.
con mucha ilusión y orgullo latinoamericano, he leído tus letras. cariños
ResponderEliminarMe he enterado. Debió ser algo digno de presenciar.
EliminarMuchas gracias.