INICIATIVA: "UNA HISTORIA PARA MI
FANTASMA": La hora del Verdugo
Bienvenidos/as a una nueva Iniciativa en Plegarias
en la Noche! llamada "UNA HISTORIA PARA MI FANTASMA” porque este
mes de octubre tu fantasma va a necesitar que lo entretengas.
Con el espíritu de Halloween 🎃 en el aire, nos sumergiremos en un mundo de terror
y misterio cada viernes. Donde les estaremos contando una historia diferente
llena de terror que nos harán temblar de miedo y nuestro fantasma estará feliz.
Los paso para sumarse es muy simple 😉 al igual que las Iniciativas de los años
anteriores. Todos los viernes de octubre a las 22 hs de su país, cada Blog nos
contarán cuentos, relatos, poemas y hasta leyendas exclusivamente de fantasmas.
El formato lo eligen ustedes escrito o con
un vídeo leyéndolo, puede ser de su autoría o de algún
autor/a que les guste (no se olviden de mencionar de quien pertenece), llevando
por supuesto el Banner de la iniciativa y mencionando a Plegarias en la Noche,
para que más bloggers quieran participar y llenemos este hermoso espacio en un
lugar terrorífico 👻
La hora del Verdugo
Úrsula entra en un hotel en decadencia. Está lejos de
entusiasmarla pero tampoco la disgusta. Está ocultándose, huyendo. Y es un lugar
discreto, donde es improbable que la busquen.
Sus tacos altos hacen un rítmico tac, tac, tac. El conserje
queda deslumbrado ante su elegante belleza. Y le da la llave de una de las
habitaciones que queda libre.
Al entrar, Úrsula queda impresionada ante la habitación,
más lujosa de lo que suponía. Luego de
disfrutar de una ducha caliente, se pone un vestido que deja descubierta su
espalda. Se queda frente a un espejo, deleitándose con su imagen. Entonces ve a un espectro.
Luego de presentarnos ante el recepcionista, yo y Sofía recorremos
el hotel.
-Mirá ese contraste, Sofía. El exterior está deteriorado. Y el
interior. ¿Qué te dice?
-Podría ser una reforma parcial.
-No lo descarto. Pero...entrevistemos a la testigo.
Sucede algo que me sorprende. Ellas se conocen. Úrsula está
aliviada al ver a Sofía, confía en ella. Se abrazan, muy contentas por el
encuentro.
Soy invisible para ellas. Aprovecho para observar a Úrsula.
Tiene una marca en la pierna derecha, como de un latigazo. Y hay un corte en la
espalda.
-Ulises, dejá que hable con ella.
Tiene sus ventajas que Úrsula confíe en mi ayudante. Así que
acepto. Aprovecho para hablar con el
conserje.
-¿Cómo es que se conocen? –le pregunto después a Sofía.
-En mi etapa para modelo. Hicimos varias producciones
fotográficas juntas –me contesta- Luego
perdimos el contacto. Y ella se metió en problemas, por lo que me dijo.
-Para el próximo caso, contáme esos detalles.
-¿Importan en este caso?
- No por el momento. Lo que noté en tu amiga es la marca que tiene
en su espalda. Es una marca para
esclavas destinadas al placer. Pero incompleta. Algo detuvo al espectro.
- ¿Su reflejo? Úrsula estaba frente al espejo. Me lo dijo varias
veces. Ella es narcisista, se ama.
- Es posible. Los espejos pueden ser perturbadores. Incluso para
los espectros.
- ¿Y esas marcas se usaban en un tiempo en que…?
Interrumpo la pregunta.
-¡Alto! Antes de hacernos más preguntas, tenemos que buscar más
información.
Sofía hace un gesto de disgusto ante mi interrupción.
-¿Vamos a consultar a alguien de tu familia?
-Sí. Alguien que tiene la información que necesitamos.
Héctor Lestrade. Genealogista. Un bibliómano, con invaluables
conocimientos sobre el pasado del árbol genealógico de los Lestrade.
-Hay historias apasionantes –comenta mientras nos sirve café y masas
secas- Recién termino de participar en un caso de paternidad. Un Ganimard que
no quería reconocer a su hija.
-Son parientes muy lejanos –le comento a Sofía- Un tanto incorrectos.
-Les hablaré de esta historia cuando tengan más tiempo –nos dice-
¿De qué se trata el caso que tiene?
Sofía se lo resume.
Ese hotel tiene unos antecedentes tétricos –comienza a contar Héctor.
“Se construyó sobre las ruinas de una mansión. Cuyos dueños mantuvieron una tradición de crueldad con los esclavos. Algunos se rebelaban pero eran castigados por verdugos, algunos reclutados entre los más robustos.
En una forma retorcida, uno de ellos ascendió. Se le asignaron
ejecuciones por ahorcamiento. Pero murió violentamente, según ciertos archivos…”
-Y ahora sigue vinculado con el hotel, como un espectro del tiempo –acoto
yo.
-Inquietantemente cierto –contesta Héctor- Por eso yo prefiero
mis archivos.
-¿Por qué el espectro fue ahuyentado por un espejo? –pregunta Sofía
–Es la duda que tenemos.
-¿Más espectros? -acota Héctor.
Sofía y Héctor se preocupan al ver mi reacción. Los tranquilizo.
Resolví el caso. Queda enfrentar la amenaza espectral.
Héctor, todo un coleccionista, nos da algunos elementos que
necesitamos.
A la misma hora del día anterior, 22:15, el espectro aparece en la
habitación, para volver atacar a Úrsula.
Pero lo espera Sofía, vestida
como Úrsula. Ella estaba dentro de un pentágono, dentro de un círculo.
Una efectiva protección mágica. Sofía saca una espada que parece la aguja de un
reloj y apunta al espectro.
Irrumpo en la habitación, con una segunda espada aguja en una
mano y un reloj de arena, símbolo del tiempo. Estrello el reloj de arena contra el piso. La arena rodeó
al espectro, formando un torbellino, que materializa manos y rostros furiosos,
que lo llevan al jardín del hotel. Hay un resplandor, y luego nada.
Lo siguiente es volver a visitar a Héctor, para contarle la
resolución.
-El hotel fue convertido fue en centro cultural, en que Úrsula será
la modelo en un Taller de dibujo y pintura. Un taller en que yo y Sofía seremos
bienvenidos.
-Y me ofrecieron ser la modelo suplente –agrega Sofía.
-Muy interesante. Aunque inquietante –contesta Héctor- Estuve
investigando en más archivos. Y en distintas generaciones hay en común una mujer
llamada Francesca. Es la misma mujer, con el tiempo en sus manos.
-En una asignación anterior, nos encontramos con la mención a
una mujer llamada Francesca –comenta Sofía- También relacionada con la
manipulación del tiempo.
-Ustedes tienen aventuras emociones –contesta Héctor- Pero no se
las envidio.
Miro a Sofía.
-Quiero seguir como tu asistente –me dice- Me vas a necesitar.
-Que valiente sos, Sofía –interviene Héctor- ¿Me acompañan a
cenar? Les cuento la historia de la paternidad Ganimard y la herencia.
Tendré desafíos, investigaciones paranormales, que afrontar. Pero tengo en quien confiar.