Desde EL VICI SOLITARIO llega el siguiente reto:
§ Lugar: en una tienda / ultramarinos.
§ Personajes principales: una viuda y su hija adolescente, un ciclista,
un cazador sin arma y el tendero.
§ Cada uno debe morir de una manera diferente.
NO hay límite de
extensión dentro de lo razonable.
Llegó tu fin, hermosa
Carolina Danede,
modelo y actriz, estaba de nuevo en esa isla, perseguida por sus compañeros,
armados con lanzas improvisadas. Descalza, apenas vestida por esa bikini
húmeda.
Al instante, Carolina estaba tendida sobre la
arena, rodeada por hombres y mujeres con sangrientas intenciones.
-Por favor –le
suplicó al camarógrafo, que registraba la escena- Detené esto.
-Lo siento
no puedo intervenir.
Su propio
grito la despertó, en el departamento que alquilaba.
Era algo
que podría haber terminado ahí. Pero estaba Branda Gendini, su hija adolescente,
actriz y modelo. Quien había viajado miles de kilómetros, para restablecer un
vínculo roto. Fue quien insistió en ir a una tienda a comprar comida.
Para
Estebán, el ciclista pudo haber sido un día más. Pero pasó cerca la tienda, en
el momento preciso en que entraba Carolina Danede, seductora morocha de pelo
corta, cuyo esposo había muerto recientemente. Y a su hija, rubia y lánguida.
Para
Agustín, el prospector, un cazador sin armas, del Proyecto Shelley fue
una oportunidad. Enfocó a madre e hija con el scanner portátil, obteniendo una
aprobación. Eran adecuadas para reanimación, clonación, etc.
Estebán las alcanzó y les pidió un autógrafo a
ambas.
El tendero
también las vio. Y quiso realizar fantasías oscuras, despertadas por el
programa Famosos supervivientes.
Revisó los
bolsos de ambas. Y luego revisó íntimamente a Carolina, quien le hizo una mueca
sexy. Pero cuando el tendero pretendió hacerlo lo mismo con su hija, lo atacó con furia, ahorcándolo.
Este tomó
una botella, para romperla y usarla como arma punzante, que desangró a Carolina.
El ciclista usó sus conocimientos de primeros auxilios, pudo haberla salvado,
siendo el héroe de dos mujeres.
Pero sus movimientos impulsivos, hicieron que
todo cayera. Algo pesado cayó su cabeza. Murió sin saber que se sus deseos se
pudieron haber cumplido.
Agustín vio
a una angustiada Branda. Un pañuelo en las manos del prospector fue suficiente
para que esa angustia se terminara, luego de una agónica lucha contra la
asfixia.
Agustín
inyectó la fórmula refrigerante en madre e hija. Borró los videos de seguridad. Y se puso a
esperar la unidad más del Proyecto Shelley.
Una espera
que terminó cuando se activaron ciertos nanorobots implantados, provocando un
paro cardíaco.