Desde
Tintero de Oro, Marta Navarro nos propone el siguiente tema:
“…También
nosotros vamos a tomar la mitología como punto de partida para el microrreto de
este mes.
Se
trata de escribir en un máximo de 250 palabras una historia inspirada en algún
mito o en el nombre de algún personaje que nos sirva de metáfora para el
cuento. Será válida cualquier tipo de mitología: griega, romana, egipcia,
nórdica, prehispánica, china, japonesa...
REQUISITOS
·
Escribe
un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo inspirado en algún mito o
personaje a modo de metáfora para la historia.
·
Publica
el microrrelato en tu blog.
·
Deja un
enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a
la lista y que todos puedan leerlo.
·
Tienes
de plazo hasta el 31 de enero de 2023
·
Todos
los microrrelatos serán publicados en formato de revista digital o ebook”.
La invocación silente
Viajé con Gabrielle Ganinmard para
resolver un caso paranormal, en algún lugar de Tucumán.
Estuvimos buscando rastros por horas,
hasta que escuchamos unos lúgubres lamentos. Vimos una mula oscura y
resplandeciente, que arrastraba pesadas cadenas.
La aparición nos miró con sus ojos,
que destellaban fuego.
Gabrielle le sacó del freno. Y yo le
quité las cadenas. Un momento después, estaba ante nosotros una bella mujer, envuelta
en una luz azul.
Por eso, había sido condenada a aparecer,
para señalar a os descendientes de sus amantes, que cometieran la misma culpa.
-Y si no lo detienen, mi maldición
continuará.
Las leyes humanas no aceptan
testimonios fantasmales. Pero tuve una idea. Con una tijera de oro, Gabrielle
cortó un mechón de la mujer, que yo guardé en guardapelo.
La mujer fantasmal nos dio el nombre
de un hombre influyente. Usamos nuestras conexiones para conseguir una cita con
él.
Fuimos bien recibidos hasta que le
dijimos el motivo de una nuestra visita. Entonces quiso terminar con la
reunión. Gabrielle había estado usando el guardapelo, para realizar una
invocación silente.
Entonces la mujer espectral apareció,
con la amenaza de legarle su maldición. Y luego se esfumó.
La amenaza espectral fue efectiva.
Pero Gabrielle insistió en que debíamos influir sobre cierta gente. Para que
dejaran de callar. Sólo así terminaría la maldición de la Mulánima.
Más relatos míticos en El Tintero de Oro
Me basé en una leyenda de provincias del noroeste argentino. Una leyenda
tal vez inventada para desalentar ciertas conductas sexuales, el caer en
ciertas tentaciones. Una idea incompatible con el Mara Verso, así que cambié
algún detalle de la leyenda.